La actriz Demi Moore reveló que sufrió de un aborto espontáneo en el 2003, cuando todavía salía con su futuro esposo (y luego exesposo) Ashton Kutcher.
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Moore, recordada por películas como "G.I. Jane", "Ghost" y "Striptease", fue objeto de un perfil en The New York Times en el que reveló también sus problemas con el licor y adicción a las drogas, así como los problemas que estos causaron en su relación con sus hijas.
Según lo que indicó, Demi Moore quedó embarazada poco después de que empezó a salir con Kutcher, pero perdió el bebé a los seis meses de gestación. La culpa que sintió por este hecho la llevó a que retomara la bebida, adicción que, junto al consumo del analgésico Vicodin, empeoró mientras estuvo casada con el actor.
Demi Moore también habló de su matrimonio con Kutcher y sobre los 15 años de diferencia entre ambos, señalando que su relación fue como "una segunda oportunidad, como si pudiera regresar en el tiempo y experimentar como era ser joven, junto a él - y mucho más de lo que pude experimentar cuando estaba en mis veintes".
La intérprete también habló sobre cómo sus problemas con las drogas afectaron su relación con sus hijas en 2010 y los problemas de salud que presentó durante ese tiempo, incluyendo males autoinmunes y digestivos.
"Algo estaba pasando, incluyendo mis órganos lentamente dejando de funcionar. La raíz era una pesada carga viral", reveló.
Añadió que parte de su viaje de sanación fue el escribir su autobiografía "Inside Out", que saldra a la venta en inglés el 24 de setiembre. Desde entonces también se reconcilió con su familia.
"Es bastante emocionante, y a pesar de eso me siento muy vulnerable. No hay un ocultamiento de un personaje. No es una interpretación por otra persona", señala.