En junio del 2019 se cumplieron los 10 años de la muerte por cáncer de Farrah Fawcett, actriz y modelo estadounidense que saltó a la fama por su interpretación de Jill Munroe en la serie “Los Ángeles de Charlie” (“Charlie’s Angels” en inglés), en la que actuó con Kate Jackson y Jaclyn Smith.
A propósito del estreno en Perú del remake de la franquicia, esta vez protagonizado por Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska, nos parece interesante explorar la vida de Fawcett y su profundo impacto que tuvo en la sociedad estadounidense y mundial, no solo durante su época de mayor popularidad en los 70s, sino también por su publicitada lucha contra el cáncer en los últimos años de su vida.
La chica del al lado
Farrah Fawcett nació el 2 de febrero de 1947 en la localidad de Corpus Christi, Texas. Hija de Pauline Alice Evans y James William Fawcett, Farrah también tenía una hermana mayor Diane Fawcett Walls.
Desde joven la belleza natural de Fawcett la destacó de sus contemporáneos, siendo elegida la “más bella de la clase” cada año en su paso por la escuela W.B. Ray High School. Esta belleza también fue reconocida cuando fue a la Universidad de Texas en 1965, donde estudiaba arte, llevando a que sus fotos fueran enviadas a varias agencias de Hollywood. Finalmente Fawcett dejó sus estudios y se mudó a Hollywood en 1968 para probar su suerte. Tenía 20 años.
Sus primeros trabajos fueron comerciales y apariciones menores en las series del momento, destacándose dos episodios de la entonces popular comedia “Mi bella genio”, otros dos en “La novicia voladora” y un episodio de “La familia Patridge”. Luego participaría en series como “SWAT” y “Harry O”.
A dos semanas de llegar a Hollywood conoció al actor Lee Majors, con quien iniciaría una relación que terminaría en matrimonio en 1973. Entre 1974 y 1976 Fawcett y Majors colaborarían cuando ella consiguió un papel menor en “El hombre nuclear”, serie en la que Majors interpretaba al protagonista Steve Austin.
El póster más vendido de la historia
El primer acercamiento a la inmortalidad para Farrah llegaría desde la fuente más humilde: un poster. En 1976 Ted Trikilis de la compañía Pro Arts Inc. le propuso a los agentes de Fawcett hacer una sesión de fotos. Trikilis había notado la popularidad de la modelo por el hecho de que incluso hombres compraban revistas para mujeres por los anuncios en donde Fawcett aparecía promocionando productos de belleza.
Fawcett aceptó la idea con la condición que tuviera control sobre el proceso. Otra de las razones para aceptar, señaló en una entrevista posterior, es que sabía que si ella no lo hacía “alguien lo va a hacer de todos modos” sin dejarla con un centavo.
Farrah sugirió que Bruce McBroom fuera el fotógrafo de la sesión, que tuvo lugar en la casa que compartía con Lee Majors. Un artículo de Biography.com revela que Farrah hizo su propio maquillaje y estilizó su cabello para la ocasión, con la ayuda de un poco de lima para darle más brillantez. El ahora icónico traje de baño rojo que era suyo, y sirvió para ocultar una cicatriz de su niñez, mientras tanto el distintivo fondo de la foto era una toalla comprada en México.
Al final Farrah hizo una selección de las imágenes que más le gustaron y Pro Arts Inc. eligió la favorita de su modelo, la cual estaba marcada por una estrella. En la foto aparece Farrah rubia y sonriente, con su pelo alborotado. Su piel bronceada complementa el traje de baño rojo (aunque da la impresión de ser naranja).
Es imposible sobreestimar el inesperado éxito que tendría el poster. Farrah Fawcett, y en particular su peinado, se convirtieron en objeto de deseo y envidia entre hombres y mujeres. Además, en un año se vendería 5 millones de posters, los cuales ascenderían a los 12 millones de ejemplares en años posteriores, haciéndolo la imagen de este tipo más popular de todos los tiempos. También le hizo a Fawcett US$400 mil en regalías, mucho más de lo que recibió por su participación posterior en “Los Ángeles de Charlie”, que era US$5 mil por capítulo.
Los ángeles (y los demonios) de Charlie
El poster también abriría nuevas puertas para Farrah, quien recibiría un papel secundario en la cinta de ciencia ficción “Logan’s Run” (“Fuga en el siglo 23”) en 1976. Su amistad con el productor de televisión Aaron Spelling llevó a que fuera considerada para una película de televisión titulada “Los Ángeles de Charlie”.
En esta Farrah interpreta a Jill Munroe, una de las tres investigadoras de la agencia de detectives Townsend Associates, siendo las otras dos Sabrina Duncan (Kate Jackson) y Kelly Garrett (Jaclyn Smith). Liderada por el recluso millonario más conocido como Charlie, quien solo se comunica con sus empleados mediante un teléfono, los ‘ángeles’ se encargarían de resolver diversos casos. El piloto inicial fue un éxito y pronto se aprobó la producción de una serie con el mismo equipo, convirtiendo a Jackson, Smith y Fawcett en celebridades instantáneas.
En 1977, después de una temporada en el show, Fawcett decidió retirarse del mismo. Si bien las circunstancias nunca fueron aclaradas, es posible que la actriz estuviera en desacuerdo con la sexualización de las protagonistas.
“Cuando el programa era número tres, pensé que (el motivo de nuestro éxito) era nuestra actuación. Cuando llegamos al primer lugar, decidí que solo podía ser porque ninguna de nosotras usaba un sostén”, dijo famosamente en una entrevista en 1977.
Su prematura salida, ya que Farrah había firmado un contrato de cinco años, conllevó a una batalla legal que terminó con un acuerdo en que la actriz regresaría para hacer seis apariciones posteriores en el programa, las cuales tuvieron lugar en la tercera y cuarta temporada.
El súbito triunfo de Farrah Fawcett también tuvo repercusiones en su matrimonio con Lee Majors, de quien se separó en 1979, aunque recién se divorciarían en 1982.
“Cuando Lee se casó conmigo, él se casó con una persona muy obediente que solo quería cocinar para él, limpiar su casa y ser dependiente. Todavía me gusta cocinar su comida y limpiar su casa, pero ya no soy dependiente. Me siento mal por Lee. Todavía lo quiero mucho, y él está tratando de ser comprensivo y protector”, dijo Fawcett a People Magazine al tiempo de su separación.
En 1979 también conocería a Ryan O’Neal, quien sería su pareja por gran parte de su vida y con quien tendría un hijo, Redmond James Fawcett O’Neal. La relación duraría hasta 1997 y fue a veces violenta, según indicó la propia hija de O’Neal, Tatum, aunque sin afirmaciones de la propia Farrah.
“Él tenía un terrible temperamento y era muy violento. Él la golpeaba”, dijo en una entrevista con E! Online. Sea cual sea la veracidad de las acusaciones, Fawcett regresaría con Ryan O’Neal en 2001, con quien se quedaría hasta su muerte en 2009.
Trabajos posteriores
Aprovechando su creciente fama, Fawcett participó en una serie de películas que no fueron exitosas ni en las taquillas ni entre los críticos: está “Alguién mató a su esposo” (1978), “Sunburn” (1979), “Saturn 3” (1980) y la película para televisión “Asesinato en Texas” (1981). Ese mismo año participaría en “El que no corre, vuela”, también conocida como “Cannonball Run” junto a Burt Reynolds, cinta también odiada por la crítica pero un éxito en la taquilla.
Fawcett encontraría mejor suerte actuando en la puesta en escena de “Extremities” en 1983, en la que interpretaría a Marjorie, una víctima de violación que logra sobreponerse a su atacante y someterlo al mismo sufrimiento. Farrah volvería a ese papel en la adaptación al cine de la obra en 1986, actuación que le valdría una nominación al Globo de Oro. En 1984 también participó en la película “The Burning Bed”, actuación que le valió una nominación al Emmy.
Otros ejemplos importantes de su filmografía fueron “Nazi Hunter: The Beate Klarsfeld Story” (1986), “Poor Little Rich Girl: The Barbara Hutton Story” (1987) y “The Apostle” (1997).
La lucha de Farrah
Los últimos años de Farrah Fawcett fueron, extrañamente, los más públicos de su vida. Y es que en 2005, la actriz incursionó en el reality TV con la serie “Chasing Farah”. El programa de siete capítulos sigue a Fawcett en su ‘día a día’, incluyendo una sesión de compras y una visita a sus padres.
Un año después, en 2006, Farrah Fawcett fue diagnosticada con cáncer al ano. Luego de proceder con los tratamientos correspondientes, el cáncer tuvo una remisión. Sin embargo, poco después se descubrió que había hecho metástasis en su hígado, reduciendo las expectativas de vida de la actriz radicalmente. Su batalla contra la enfermedad, filmada por su amiga de toda la vida Alana Stewart, también quedó recopilado en un documental de dos horas titulado “The Farrah Story” que se estrenó en mayo del 2009, un mes antes de su muerte.
Farrah Fawcett falleció el 25 de junio de 2009, tenía 62 años. Sin embargo, el impacto de su muerte en el mundo del espectáculo quedó opacado por el fallecimiento de Michael Jackson pocas horas después.
“Redmond”
Si Fawcett tuvo una gran preocupación al morir, esta fue su hijo.
“Ella decía su nombre, ‘Redmond’. Eso fue lo último que dijo”, reveló Mela Murphy, una de las amigas de Farrah quien la visitó en sus últimos días. El joven, entonces de 24 años, había batallado contra la adicción con las drogas, estando fuera y dentro de centros de rehabilitación incluso durante su adolescencia.
Durante su adultez ya había cometido varios crímenes y cuando su madre combatía el cáncer, él ya cumplía una condena en prisión. Es así que, sin que su madre lo supiera, Redmond había sido otorgado un permiso especial para visitar a su progenitora en su lecho de muerte y cuando se despedía de ella, él estaba esposado.
En una entrevista con Radar Online Redmond culpó a sus famosos padres por su situación.
“No son las drogas las cuales han sido el problema, es el trauma psicológico de toda mi vida- todas mis experiencias de vida me han afectado bastante. Pelear con mi padre, ser expulsado de mi hogar y vivir en las calles, terminando en prisión, siendo llevado a un hospital psiquiátrico, siendo avergonzado todo el tiempo, solo por quienes son mis padres”, aseguró.
La muerte de su madre no cambió mucho su situación y actualmente Redmond, de 34 años, será enviado a un hospital psiquiátrico luego de que un juez lo declarara inimputable por su deteriorada salud mental. El hijo de Farrah Fawcett fue encarcelado en mayo del 2018 luego de que la policía lo atrapara tras una semana en la que cometió varios crímenes bajo la influencia de las drogas, incluyendo asaltar y dejar heridos de gravedad a dos hombres.
Te puede interesar
►Farrah Fawcett: los mejores papeles que marcaron su carrera | FOTOS
►Farrah Fawcett: arrestan al hijo de la difunta artista por intento de asesinato
►“Retablo”: Álvaro Delgado-Aparicio y el reto de dirigir en quechua cuando no sabes el idioma