Para los que no habíamos leído los libros, "" era una estupenda serie épica. Estábamos enganchados, identificados con la causa Stark, que cómo era posible que Ned (Sean Bean) sea tratado así, que por favor al final destruyan a esos malditos y odiosos Lannister y todos los sentimientos que te generaban los primeros episodios de la temporada 1. Éramos inocentes. 

Tuvimos que ver "Baelor" para recien darnos cuenta de la verdadera naturaleza de George R.R. Martin, esa que lo lleva a matar sin piedad a los personajes con los que el público (sus lectores primero, luego nosotros los televidentes) se encariña. Y de que esa iba a ser una constante. No podía ser cierto que Ned Stark, el patriarca del clan protagonista de la serie muera así. No tenía sentido. Pero sucedió. Y eso nos cambió para siempre.

Ned Stark (Sean Bean) en el póster promocional de la primera temporada de

Ned Stark (Sean Bean) en el póster promocional de la primera temporada de "Game of Thrones"

"Baelor" es un capítulo sobre el honor y el deber. Ned Stark derrocha honor en las mazmorras en las que permanece preso, aunque eso le sirve de poco para mantenerse con vida al final. La primera escena del capítulo es una memorable conversación con Varys, quien intenta persuadirlo de declararse culpable ante el rey Joffrey (había sido acusado de traición). "¿Crees que mi vida es algo preciado para mí? ¿Que cambiaría mi honor por algunos años de... de qué? [...] Yo crecí con soldados. Aprendí a morir hace mucho tiempo", dice Lord Stark. Pero hay algunas cosas que con el pasar del capítulo Ned se irá dando cuenta. Está en la boca del lobo (King's Landing) y sus hijas están ahí. Es por eso que luego terminará cediendo.

Por otro lado, este capítulo de "Game of Thrones" concretará una victoria importante para Robb Stark, el joven heredero que viaja desde el norte hacia King's Landing para destruir a los Lannister y liberar a su padre y hermanas. Después de negociar con Walder Frey (en un acuerdo que constituiría un caldo de cultivo para la Boda Roja), él y su ejército obtienen paso por Los Gemelos para poder combatir al ejército de Tywin Lannister. Estratégicamente, esta batalla es un éxito, pues aunque debe sacrificar la vida de dos mil hombres, Robb logra capturar a Jamie Lannister: otra de las bases para el desarrollo de este personaje. Como bien sabemos, la vida de Jamie no vuelve a ser la misma después de ser secuestrado. Robb toma la victoria con calma y nosotros la disfrutamos, solo para que la caída sea más dolorosa al final. Ya llegaremos a eso.

"Baelor" - avance oficial de HBO

Más al norte, en El Muro, Jon Snow se entera de que su hermano cabalga rumbo a King's Landing para enfrentar al rey Joffrey y quiere ir a ayudarlo. Él es un hermano de la Guardia de la Noche, por lo que salir de ahí lo convertiría en traidor. Es entonces cuando otra de las grandes conversaciones del episodio tiene lugar. El maestre Aemon revela que es un Targaryen y que no pudo hacer nada ante la matanza de su familia. "Llega un momento en el que un hombre tiene que elegir", le dice, luego de soltarle todo el rollo de porqué los miembros de la Guardia de la Noche no toman esposas. El ejemplo se entrelaza con la trama de su padre. "¿Qué haría Lord Stark si se viera forzado a elegir entre el honor y aquellos que ama?".

El episodio también marca un punto de quiebre para Daenerys, quien se encuentra al otro lado del Mar Angosto con un Khal Drogo que cada vez se pone peor (se le infectó una herida) y ya no puede ni montar a caballo. En ese momento nuestras esperanzas (y las de la propia Khaleesi) estaban puestas en ese ejército Dothraki. Pero Danny elije el camino oscuro de la brujería y se gesta la pérdida de lo que había logrado hasta ese momento, aunque comenzaría otro viaje después.

De regreso a King's Landing, durante los últimos minutos del capítulo, Ned Stark es obligado a confesarse traidor ante la vista del pueblo, sus hijas Sansa y Arya (quien se encuentra camuflada entre la gente) para luego ser traicionado por el sanguinario Joffrey, dando inicio así a la tradición del "noveno episodio". La cabeza de Ned rueda ante la negativa, incluso, de una Cersei Lannister que por supuesto sabía que Lord Stark le servía más vivo que muerto. Sin embargo, Joffrey nos demostró que en "Game of Thrones" no existe -ni existirá- un final feliz.

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