Este 20 de enero se cumple el fin de una era no solo para la política de los Estados Unidos, sino también para la comedia. Y es que con el final de la presidencia de Donald J. Trump se cierra uno de los periodos más explosivos y divisivos para el país norteamericano, pero también una de las fuentes de parodias y sátiras más profundas de los últimos años.
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Cabe señalar que las parodias políticas y presidenciales no son nada nuevo en el mundo y entre los estadounidenses, quienes tienen siglos burlándose de sus líderes. Es así que en 1789 se publicó una caricatura del primer presidente del país, George Washington, ingresando a Nueva York sobre un burro tras ser elegido el primer presidente de la nación, comenzando una tradición de ironía sobre los líderes que persiste hasta el presente. Mientras tanto, en la década de los 70, el presidente Gerald Ford fue el primero en ser parodiado por el entonces naciente “Saturday Night Live”, programa cómico que se convirtió pronto en un titán de su rubro y que se ha burlado de cada mandatario norteamericano desde ese entonces.
En tiempos más modernos, presidentes como George W. Bush y Barack Obama también fueron blancos de parodias durante y después de su tiempo en la Casa Blanca. A diferencia de sus antecesores, el avance del internet permitió que las burlas pasaran a nuevas plataformas en línea. Es así que el primer presidente afroamericano de EE.UU. no solo apareció en parodias recordadas como el “Traductor de ira” de Keegan-Michael Key y Jordan Peele en Comedy Central , sino también en el popular canal de YouTube Baracksdubs, en el que ingeniosos editores utilizaban las palabras del mandatario para hacerlo cantar diversos temas.
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