MARILIA PASTOR
Luego de superar amnesias y disparos, María Grazia Gamarra no sabe si Catalina, su desventurado personaje en “Mi amor, el wachimán”, logrará su final feliz con Salvador (Christian Domínguez). Lo que puede adelantar es que, en la tercera entrega, vivirá los momentos más difíciles hasta ahora.
“Después de tantas muertes, accidentes y balazos ya no sé si espero un final feliz. La nueva temporada es totalmente diferente a las otras. Para mí es un reto porque a mi personaje [que está secuestrada] le hacen de todo. ¡Me sacan el ancho!”, comenta la actriz a un par de semanas de iniciado el rodaje.
En broma, María Grazia dice que reza para que esta no sea la última entrega; pero es consciente de que todo cumple un ciclo. Cuando llegue a pantallas, (aún no hay fecha de estreno), ella desea que el público vuelva a identificarse con las historias.
Ella le tiene mucho cariño a la ficción gracias a la cual, reconoce, se ganó el afecto de los televidentes. “[La serie] me ha dado la oportunidad de que la gente me conozca y me agarre cariño”, apunta la actriz que se divierte grabando con Domínguez.
EN LAS TABLAS
Paralelamente, María Grazia se alista para el estreno del musical “La jaula de las locas”, el próximo jueves 12, en el teatro Peruano Japonés. Ella interpretará a la dulce Anne que anuncia su matrimonio con Laurent (Bruno Ascenzo). “Él es un súpercompañero. Ya hizo la obra y poco a poco le damos los últimos detalles a nuestras escenas”, añade.