Sonia del Águila

Un día como hoy, hace 20 años, “” llegó a las pantallas de TV como una propuesta original y divertida, aunque sin grandes pretensiones. Sin embargo, rápidamente, la producción de se apoderó de la audiencia y se convirtió en un fenómeno televisivo de notable nivel de recordación. Catapultó la carrera de sus protagonistas y enfrentó a su creadora con una valla tan alta, que le está costando superar.

"Puedo llegar a un canal con un proyecto diferente y siempre me dicen: '¿Por qué no haces algo como 'Patacláun'?'. La gente quiere que haga el éxito de esa serie y al no poder garantizar ello, te hace entrar en una situación extraña para crear otra cosa", comenta Naters.

¿Qué significa la serie 'Patacláun' para ti? El fin de una etapa. Algo que hizo que la gente me repita demasiadas veces una enorme mentira: 'eres un genio'. Cuando el éxito es mucho hace que la gente te diga cosas que no eres. A esa serie la recuerdo con mucho amor, pero también la recuerdo como ese momento tope de éxito que ya no era productivo. Me hubiese gustado que tenga un poquito menos de éxito para poder seguir desarrollando la línea.

¿El éxito te desestabilizó? Sí, eso pasó. La quiero muchísimo, pero por otro lado es mi techo. A mis 50 años me doy cuenta que tengo que girar realmente a otra cosa. y en eso estoy, ya se enterarán. Es un proyecto en el que estoy trabajando desde hace tres años, así que sí estoy cumpliendo con aquello de madurar una idea: buscar, indagar, experimentar, equivocarte y profundizar.

¿Por qué crees que 'Patacláun' funcionó tan bien? Por una sumatoria de ingredientes. Primero, la empatía con los personajes. Eran seis personajes muy empáticos y con mucha capacidad de identificación con el público peruano y latinoamericano. El siguiente condicionante tiene que ver con el tipo de humor que planteaba "Patacláun". El lenguaje también jugó un rol importante, la propuesta de dirección, código, narración, de estética visual, de usar el cómic. Era como un programa único, muy nuestro, no mirábamos otros productos para poder hacer 'Patáclaun', nos mirábamos a nosotros mismos. Esa suma de autenticidad hizo que se vuelva algo muy querido por la gente.

Los resultados de audiencia arrojaron que los niños, adolescentes y amas de casa eran los que más veían la serie. ¿A qué público objetivo estaba dirigida?​ Voy a ser súper sincera y no políticamente correcta. “Patacláun” estaba dirigida a nosotros mismos, a nuestro propio placer.

¿Quién tenía la responsabilidad de los temas y guiones? Compartía la responsabilidad con Wendy Ramos. Juntas hacíamos las estructuras, las escenas, luego venía el actor y se sumaba. Era un trabajo muy grupal.

"Patacláun" era una serie que no tenía filtros. ¿Eso les trajo algún problema? Cuando recién salió al aire, hubo una reacción. Nosotros jugábamos en físico y en mentira teatralmente al golpe, jugábamos al cómic del golpe y algunas personas lo sentían violento. Comentarios como “te baldeo el callejón” o “te riego la planta” fueron mal vistos. En respuesta, al inicio de cada programa, Monchi aparecía con una plaqueta donde se les recomendaba a los niños ver el programa en compañía de sus padres. Pusimos esa advertencia y nunca más hubo un reclamo.

ORIGEN ¿Cómo llega "Patacláun" a la TV? Después de ver Patacláun en el teatro, el gerente de televisión Jimmy Arteaga dijo que éramos el futuro “Chavo del 8” y nos propuso incursionar en televisión. No aceptamos. Sin embargo, luego de tres años me animé, aunque a nadie en el elenco le gustó la idea. Pero como confiaban mucho en mí, se entregaron al proyecto.

¿Qué fue lo más difícil de pasar del teatro a la televisión? Superar mi propio miedo. Sentía que tenía el mundo en mi cabeza, era un acto casi suicida hacerlo. Sin embargo tenía que mostrarme segura y confiada, pese a ser una propuesta distinta y laboriosa. En mi vida había hecho televisión, ni escrito un guion, ni había entrado al switcher, no entendía nada.

"Patacláun" sale del aire en su mejor momento, luego de dos temporadas. ¿De quién fue la decisión? Fue la explosión de una crisis personal entre nosotros que ya no recordamos bien cómo empezó. Probablemente ellos (los actores) querían ser más libres, hacer las cosas a su manera. Quizá esa hiperconfianza se quebró, como pasa en todas las familias. La primera decisión de no continuar fue producto de un momento que se volvió insatisfecho para algunos. El proyecto dejó de tener amor y sin eso "Patacláun" ya no era nada. Había mucha popularidad, mucho éxito, y eso cambió los intereses de todos. Y hay que mirarlo con esa sabiduría.

¿Te hubiese gustado que continúe? En su momento sí. Para mí era imposible acabarlo porque era una especie de familia; pero agradezco infinitamente que haya acabado, porque todos siguieron un camino importante, hermoso. Cada uno debía estar solo para que prolifere.

UN CAPÍTULO MÁS ¿Quedaste satisfecha con el final que tuvo "Patacláun"? Nada era planeado a largo paso. Nosotros solo nos movíamos en el día a día, en el aquí y ahora, ni siquiera corregíamos mucho lo que hacíamos. Sabíamos que teníamos que despedirnos y nos enfocamos a eso. Ya sabíamos que el romance había acabado y el último capítulo lo grabamos como un capítulo más. Algunos actores se llevaron parte de la escenografía a su casa.

¿Crees que un programa como "Patacláun" funcionaría actualmente en televisión? Todo lo que tiene detrás un sentir, un tufo de honesto, funcionaría igual. Solo hay que encontrar el lenguaje ideal. Y "Patacláun" es un producto que nace cada cierto tiempo, tiene un valor cósmico. Es como la Inca Kola, un producto de sabor nacional.

¿Crees que pasaría control de calidad? Hay dos cosas que hoy no pasarían control de calidad. "Patacláun"no solo jugaba con el tema machista y eso de pegarle falsamente a Wendy, también era una oda al bullying, hacíamos unas chapas bien payasas, bien peyorativas. En ese tiempo no nos dábamos cuenta de que a un niño no puedes decirle gordito o a alguien de edad, viejito.

¿Qué lección te dejó esa etapa? No volver a cometer los errores que cometí aquella vez. En mi búsqueda de la perfección, pasé por encima de algunas necesidades de la gente que me rodeaba. En mi búsqueda de que todo funcione bien, no escuché a otros, solo me escuché a mí.

¿Te hubiese gustado llevar a "Patacláun" a la pantalla grande"? Me hubiera encantado, incluso me fui a España a estudiar cine con ese objetivo. Pero como soy vehemente, tenaz, obsesiva y obstinada, algún día haré algún proyecto para cine. Haré “Patacláun” solo si todos los actores están de acuerdo, pues sin ellos sería forzado. No quisiera generar el conflicto de “El Chavo del 8”.

EL DATO "Patacláun" tuvo entre su elenco de actores a Carlos Alcántara, Johanna San Miguel, Carlos Carlín, Wendy Ramos y Monserrat Brugué. Las grabaciones duraron dos años, desde el 30 de noviembre de 1997 hasta el 19 de diciembre de 1999, día en que finalizó la producción.

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