Lizzy Cantú: El prematuro día de la madre

¿Tan pronto?, me preguntó un colega cuando vio que estábamos cerrando las páginas de la revista Viù. A su parecer, el Día de la Madre -como la Navidad- cada vez llegan más pronto. Una semana antes de que empiece mayo le parece un poco prematuro empezar a hablar sobre el mes de la madre. Tal vez tenga razón.

Por otro lado, ¿hay mujeres con más prisa que las madres? ¿Mujeres más ocupadas, eficientes y apuradas? Me parece que no. Alguna vez leí que la autora británica Caitlin Moran estaba convencida de que había dejado de perder el tiempo el día que dio a luz. Desde entonces, dice, no solo es capaz de lograr más cosas que antes, también lo hace en menor tiempo. 

Una de las palabras favoritas de mi mamá, al conversar con sus hijos es cuándo. Ejemplos: Cuándo vas a ir a que te revisen las rodillas. Cuándo piensas cortarte ese pelo. Cuándo planeas terminar de pagar tu tarjeta de crédito. Cuándo vienes a visitarnos. Y la universal: “Cuando seas mamá, lo entenderás”. Ante esta última sentencia misteriosa, me quedo aún con la curiosidad.

Pero lo cierto, dice mi amiga Angie que es mamá, es que después de tener a su hija, ella sigue sin entender. Acaso la maternidad sea un pacto con la incertidumbre, un viaje con los ojos cerrados, una apuesta diaria. ¿Cómo navegarla? En esta edición, de la mano de mujeres como tú, hemos intentado ensayar algunas respuestas.

A lo largo de estas páginas más de veinte mujeres exploran, testifican y reflexionan sobre lo que han aprendido de ser mamás, o lo que sus madres les han enseñado. La única conclusión a la que hemos llegado es que hay que ser fiel a una misma y matar la culpa. Y hacer todo lo posible por disfrutar y ser agradecidas. Entonces, feliz día de las madres, que para abrazar a tu mamá no hay tiempo que perder.  (Y, por las dudas, nuestras sugerencias de regalos vienen la próxima semana).