Ok. Entiendo que este sea un tema ya pasado, que se pueda hablar de él varias veces, pero recién soy consciente del fenómeno a grandes escalas en esta ciudad.
El fin de semana pasado estuve en dos eventos locales de temáticas diferentes, pero de concurrida asistencia. El primero fue un evento de camiones de comida o food trucks, donde además uno encontraba conciertos para niños, puestos de mercados de insumos (orgánicos o no); y de todo un poco. El segundo fue el Eco Market que se ha abierto en la calle Miguel Dasso en San Isidro, y se ha convertido en el nuevo punto de moda y cool de la comunidad que busca lo natural.
¿Saben qué vi sin parar en ambos escenarios? Hombres con barbas, barbudos hombres de barbas largas. De hecho, las he ido viendo a lo largo de los últimos tiempos en cuanto varón me cruzaba. Inclusive, mi marido lleva una tan tan larga que mi suegra está dispuesta a lo que sea para que lo convenza de cortarse esos pelos.
Pero encontrarlas al por mayor y todas juntas solo me hizo pensar en una noticia que recibí días atrás. La semana pasada leí un artículo que un amigo le había compartido a mi chico. En resumen: un estudio científico descubrió que las barbas portan contenido fecal, tanto o inclusive más que un wáter.
Ojo que este artículo no es parte de un lobby o alianza con alguna cadena de barberías; sino todo lo contrario. Yo no lo creí hasta que me di cuenta de que el estudio sí fue realizado y fue hecho en Nuevo México y luego difundido en una televisora estadounidense.
Lo que pasó fue lo siguiente: se tomaron varias muestras a hombres barbudos y se analizaron en un laboratorio: encontraron más bichos que dentro del clóset de Narnia. Pura cochinada, gérmenes, bacterias y sí, es cierto, residuo fecal.
Esto debería afectar terriblemente a la comunidad leñasexual local ¿La identifican? Es esta nueva comunidad –también llamada lumbersexual– formada por los hombres que tienen un look como de haber salido directamente del bosque: rudos, desaliñados, pelos y barbas largas y mucha, mucha fuerza. Visten ropa para estar en la naturaleza: jeans, camisas de cuadros y botas.
La verdad es que ya es una tribu tan grande aquí (estoy segura se han encontrado ya con varios chicos con el mismo look) que un temilla de higiene no creo que pueda hacerla temblar. A las justas se sacudirán la barba con un ademán desganado y seguirán su camino. Rudos.
Ahora, si después de haber leído esto ellos siguen sin lavarse las manos antes de tocarse la cara y ustedes quieren segregarlos, les recomiendo esperar a que la tendencia muera (pasará pronto, no se preocupen) y las barbas caigan rendidas al piso.