Uno no lo creería, pero es verdad cuando por ahí alguien, contagiado del optimismo de esta generación más en contacto con su energía, te dice: «puedes hacer lo que te propongas». Algo similar ocurre cuando interiorizas sin darte cuenta, aquella especie de mantra futbolístico que se convirtió en el impulso de una nación: «Sí, se puede», y te la crees. Para muestras, las líneas de abajo.
Francesa Navarro Grau y Andrea Salazar –una del Perú, la otra de Colombia– son un par de amigas que hace años lanzaron al mercado local una marca de moda urbana muy conceptual y sofisticada: Butter Nation.
Desde que la presentaron aquí, con miras a la exportación, fui fiel seguidora de sus propuestas y avances: siempre desafiando las tendencias, siempre con una onda artística hasta que… desaparecieron del radar como en un juego de batalla naval.
Para mi alegría, supe nuevamente de la marca hace algunos meses. El proyecto no había muerto, seguía cocinándose, pero esta vez venía con una estupenda idea de las socias: «¿Qué tal si lo presentamos en Kickstarter?».
¿Que qué es eso? Kickstarter es una plataforma que impulsa proyectos creativos buscándoles financiamiento.
Francesca y Andrea armaron una colección maravillosa y se atrevieron a buscar 25 mil dólares, para comenzar con buen pie. ¿Cómo? Armaron un video didáctico donde explicaban el concepto de su marca, su intención y su proceso creativo. Lo colgaron online en Kickstarter y pusieron como meta ese monto. Si el proyecto no recaudaba lo que buscaba en un determinado número de días, hubiese quedado en un buen intento. Pero lo logró. Y no solo eso. Butter Nation tendrá un reportaje exclusivo, en la edición de setiembre, de “Vogue” Latinoamérica y, además, ha sido invitada a participar de la feria “Capsule” en Nueva York.
Así como este, muchos proyectos de moda han conseguido ver la luz al final del túnel con el financiamiento de algunos mecenas. Entre los que pude ver, encontré el Sostén Evolución 8 en 1, que promete todo lo que los demás sostenes: soporte, comodidad, buen material, versatilidad y que, con lo que ha recaudado, superó en 50 mil dólares la meta trazada. También me llamaron la atención los calzones que funcionan como toallas higiénicas y que prometen que ‘tus días’ transcurran en absoluta tranquilidad. Y, finalmente, unas plantillas que pretenden ser el accesorio indispensable de comodidad al momento de usar cualquier tipo de zapato.
Todas estas son ideas de personas como Francesca y Andrea que –con miedo o no– decidieron jugársela y apostar por formas diferentes de enfrentar retos. Y salieron completamente airosas.