Por Kenyi Coba
El Año Nuevo es la fiesta más importante para los chinos. Es una fiesta que se celebra durante 15 días, durante los cuales se comparte con la familia y se recuerda a aquellos que dejaron este mundo.
A diferencia de los occidentales, que festejan el Año Nuevo el 1 de enero, los orientales esperan hasta el inicio del Año Nuevo Lunar, una fecha que es variante, y que este 2019 arranca el 5 de febrero.
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“El Año Nuevo Chino no tiene fecha fija porque el Año Nuevo Lunar es cambiante, pero en lo que sí coincide, es con la llegada de la primavera, en China. Esta temporada es muy esperada por nosotros porque nos llena de felicidad”, cuenta el médico cirujano Luis Yong, uno de los más grandes representantes de la cultura oriental en nuestro país.
Por ello en las dos semanas que tienen libre, los chinos viajan a sus pueblos de origen para reencontrarse sus familias. Esta fecha es ideal para estar más tiempo con los seres queridos.
El Año Nuevo Chino es un acontecimiento especial donde la abundancia de la comida está presente, la unión familiar reina en las casas y las frutas son piezas claves para recibirlo.
“En occidente existen las cábalas de las lentejas, las uvas, correr con la maleta, etc., pero en China, lo que siempre se hace es tener un frutero lleno de naranjas y mandarinas, frutas que simbolizan la abundancia”, relata Yong, fundador de uno de los chifas más buscados en la calle Capón de Lima, el San Joy Lao.
La creencia oriental se basa en que el color naranja simboliza prosperidad, luz y paciencia debido a la mezcla de dos tonalidades (rojo y amarillo). Cada una de ellas representan algo especial pero juntas, son más especiales.
Al mismo estilo de occidente, donde la abundancia predomina en las cenas navideñas, en China se prepara un gran buffet para agasajar al año venidero. En este banquete, el cerdo siempre está presente en múltiples platos que son degustados por todos.
“Muchas casas, en China, tienen como mascota un cerdo. Este animalito es criado desde pequeño y cuando crece, es cocinado en algo especial para este evento”, añade el doctor.
Los negocios también se preparan intensamente. Ellos están a la espera de los dragones, animales mitológicos que llegan a sus casas para comer las lechugas que dejan en las puertas, pues tienen la creencia que si esta hortaliza es cogida por alguno de ellos, el establecimiento mejorará enormemente.
En las calles, es común ver las comparsas acompañar a los dragones y leones visitar los múltiples negocios, quienes danzan al son de los tambores y panderetas.
En China todavía están en el Año del Perro, un año perfecto para crear nuevas relaciones y recién el 5 de febrero, le darán la bienvenida al Año del Cerdo, el último signo del horóscopo chino, donde se espera mayor armonía para todos.