Montevideo, la ciudad joya del Río de la Plata

Por Jeanet Sosa Coronel

Todavía hay capitales en el mundo donde uno puede disfrutar de ese efímero tesoro que es el tiempo. Como Montevideo, una ciudad con poco más de un millón de habitantes, donde se vive a  un ritmo pausado, sin tráfico y sin la incómoda sensación de que el día debería tener más horas. Donde se siente, en resumen, la paz, sin que eso signifique que la tecnología no está presente. Porque ni bien el avión aterriza, también con calma, en el aeropuerto de Carrasco, la modernidad asoma por la ventanilla. Hace seis años, este terminal fue remodelado y ahora es considerado uno de los 25 mejores del mundo. La meta para el próximo año es que sea autosostenible, es decir, que se abastezca con su propia energía renovable. Esta es la agradable bienvenida que ofrece la capital más austral de América del Sur.

Puro estilo de vida

El trayecto de Carrasco (que queda en el departamento de Canelones) hasta Ciudad Vieja, donde está lo más tradicional de Montevideo, dura aproximadamente 45 minutos. El camino tiene a un extremo a parte de los 30 km de la rambla (malecón, en nuestra forma de hablar), que bordea el Río de la Plata, llamado también “mar” por los locales. Detenerse en la vía es impregnarse de la tranquilidad de lo cotidiano: personas haciendo deporte, paseando en familia, montando bicicleta, pescando y compartiendo amenas conversaciones con amigos, acompañados del infaltable mate.

Al igual que Lima, Montevideo es la ciudad que conecta con otros destinos de su país. Pero, como en Uruguay no existen grandes distancias entre sus ciudades, aprovecha en conocer la capital en un fin de semana. Para eso, el punto de partida tiene que ser la Ciudad Vieja, el centro  administrativo y financiero. Allí se percibe la esencia ‘yorugua’: esa mezcla entre su pasado, su belleza arquitectónica, su lado artístico (y hasta bohemio) con la modernidad y la tolerancia de una ciudad socialmente madura y responsable.

Uno de los lugares que guarda testimonio de su historia es la Plaza Constitución, llamada también Plaza Matriz, donde se concentran el poder religioso (representado por la Catedral, edificio más antiguo de la zona) y el poder civil (con el cabildo). Por las mañanas, suele haber una pequeña feria de antigüedades y souvenirs artesanales. Otro lugar emblemático es la Plaza Zabala, la única circular de Latinoamérica y que lleva el nombre de Mauricio de Zabala, fundador de la ciudad por orden del rey Felipe V.

Desde allí las opciones son múltiples. Empieza por el Museo del Carnaval, donde conocerás la historia de la fiesta más popular de la ciudad (a celebrarse en febrero y marzo) y la de los tambores del candombe (música afrouruguaya). También aprende en el Museo Solís, casa de la buena cultura, las danzas y artes escénicas. Puedes hacer visitas guiadas a sus salas de espectáculos y otros rincones importantes del edificio. Si te gusta la literatura, visita la librería Puro Verso, calificada recientemente por el diario “El Clarín” como una de las 10 mejores del mundo. También disfruta del restaurante-café que está en su segundo piso.

El Mercado del Puerto es otra parada imperdible. Allí vivirás la fiesta que genera el asado. Encontrarás parrillas gigantes, llenas de carne, pimiento y morcilla. Te recomendamos almorzar asado de tira (plato típico) o baby beef con papas y ensalada. Y para tomar: pide un medio y medio, bebida típica que combina vino blanco y espumante. Todo puede costar alrededor de S/. 55.

Ruta del placer

Montevideo y el área metropolitana tiene un grupo de bodegas familiares que abren sus puertas a los visitantes para contar su historia, ofrecer degustaciones de tannat (bebida tradicional hecha de uva), almuerzos (previa coordinación), visitas guiadas y otras divertidas actividades y festivales. La Asociación de Turismo Enológico del Uruguay (búscala en: loscaminosdelvino.com.uy) cuenta con 15 bodegas localizadas en Montevideo, Canelones, Maldonado y Rivera.

Puedes recorrer las bodegas Bouza Boutique, Carrau y el Establecimiento Juanicó, entre las más importantes del país. Además de conocer la historia de las familias que heredaron el arte de convertir la uva en parte de la cultura uruguaya podrás ser parte de una visita sensorial: degusta el tannat, saborea una tabla de quesos y fiambres o empanadas en una casa de campo y siente el entorno natural. Si quedaste fascinado con algún vino, cómpralo en la boutique de la viña y llévate el sabor de Montevideo a casa.

Senderos del Tannat, nombre de la agencia de turismo enológico, realiza visitas guiadas de lunes a viernes (solicita la ruta con anticipación). La duración del tour es de entre cinco a seis horas y el   precio promedio es de S/. 80 por persona. También puedes ir a las bodegas De Lucca, Viña Varela Zarranz, Castillo Viejo, Spinoglio y otros puntos.

El fútbol no queda de lado en Montevideo. Aprovecha tu visita y conoce el Estadio Centenario, escenario que dio lugar al primer Mundial de Fútbol de la historia. Su museo es impresionante y enseña cómo es la cultura local: aguerrida y nacionalista.

Los datos

¿Cómo llegar?

Avianca tiene vuelos directos desde Lima hacia Montevideo. Precio desde: US$700. LAN vuela vía Santiago de Chile. Volará sin escalas desde enero del próximo año, pero puedes comprar tu boleto a partir de este mes.

¿Dónde hospedarte?

Hotel My Suits en Montevideo, primer hotel temático en Uruguay vinculado a lo enológico, y Hotel Golden Beach en Punta del Este.

¿Dónde comer?

IL Belvedere, Awa Hotel y Cena Show El Milongón

¿Cómo movilizarte?

Puedes tomar un bus hacia Punta del Este en la estación Tres Cruces. Pregunta por las empresas COT o COPSA. Desde: S/.25.