Para algunas personas, estar desnudas en público es la peor vergüenza que pueden pasar. Otros, en cambio, lo ven como una experiencia liberadora y única. Entonces, ¿cómo reaccionarías si, como condición para entrar a ver una exhibición de arte, te pidieran que dejaras tu ropa atrás y te unieras a otras 100 personas?
Durante dos días, la Galería Nacional de Australia en Canberra abrió sus puertas a un grupo de atrevidos amantes del arte para que disfrutaran de la exposición retrospectiva de James Turrell tal y como llegaron al mundo: desnudos.
Lo que a principio parecía una experiencia extraña se convirtió en una forma diferente de acercarse al arte, donde la concentración se centra en lo que se tiene frente a los ojos y la comunicación entre los asistentes mejora. Algunas de las piezas de arte expuestas son hologramas, dibujos, pinturas y fotografías.
Esta no es la primera vez que se realizan este tipo de visitas. Previamente en Japón los visitantes a la misma muestra de Turrell hicieron el recorrido desnudos. En el 2012, lo hizo el Museo de Arte Comtemporáneo de Sydney en una muestra del artista Robert Owens y en el 2013 le tocó al Museo Leopold en Viena para la exhibición Nude men from 1800 to the present day.