Año 1951. El ingeniero naval japonés Yoshitaro Amano llega al Perú. Inmediatamente, queda fascinado con la riqueza precolombina del país, especialmente con el arte textil, pues creció en una familia apasionada a las máquinas de hilar. Tras reunir una colección de telas milenarias -piezas que rescató de saqueadores o ‘huaqueros’- decidió abrir el Museo Textil Precolombino Amano en 1964. ¿El fin? Proteger este legado artístico.
Con una puesta en escena moderna, iluminación bien pensada y útiles letreros explicativos se presenta la exhibición permanente. Así, una línea de tiempo detalla desde la domesticación del algodón en Huaca Prieta (más de 5.000 años a.C.) hasta lo más representativo de las telas incas. En distintas salas se distribuyen las culturas ancestrales, como Chavín y sus tejidos con dioses antropomorfos. Sin embargo, la más asombrosa es Paracas. Dicha civilización dio pasos agigantados en textilería. Inventó más de 20 técnicas, como el brocado, trenzado y anillado; también hizo el teñido en 150 tonalidades y fue la primera en usar la fibra de camélido. Las culturas posteriores (Wari, Nasca, Chimú) se inspiraron en ella.
Finalmente, en otros ambientes se lucen las vestimentas, fibras, quipus, plantas (aliso, molle, nogal) de donde los antiguos peruanos extrajeron los colores naturales y mucho más.
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Dirección y entradas
Se encuentra en la calle Retiro 160, Miraflores. Abre de lunes a domingo de 10 a.m. a 5 p.m. El boleto general vale S/30; estudiantes, S/10.
El servicio de guía es opcional y tiene un costo adicional de S/50. Exposición temporal En el primer piso se exhiben los tejidos de los 12 ganadores del concurso XXXIX Arte Michell. La muestra estará hasta finales de diciembre.