Hace poco viajé a Punta Patillos con mi novia y mi perro Pichanga. Es una playa que queda por el kilómetro 318 de la Panamericana Norte, pasando Huarmey. Un lugar casi escondido en donde solo hay un par de bungalows de un ecolodge del mismo nombre, a donde puedes ir a relajarte.
Ahí no hay televisores, ni conexión a Internet, pero sí un ambiente de paz y unas vistas únicas de la naturaleza. La playa sorprende por su reserva de patillos, mar de aguas calmadas que te permite darte un chapuzón a toda hora y un bello cielo estrellado por las noches.
Es preferible ir por tu cuenta, si es en una camioneta 4 x 4 mucho mejor, para pasear por las dunas de arena que hay en los alrededores y descubrir otras playas escondidas cercanas.