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edimar vargas

Por: Norka Peralta

Dejar de ser la chica que se angustiaba por buscar la perfección y lograr la escena en la primera toma, es la meta que la actriz se impuso hace unos años. Ahora no solo cree haberla superado, si no que también se da el tiempo para experimentar con calma cada cosa que llega a su vida. Y, sobre todo, sin dramatizar. Cindy hace hincapié en que el drama se queda en los escenarios y la pantalla, no la sigue a casa. Recuerda que tenía 12 años cuando decidió que, al terminar la secundaria, estudiaría Artes Escénicas. “Mi familia sabía que hablaba en serio y me apoyaron. Nunca cambié de parecer”.

La determinación que siempre la acompaña está entre las razones para haber alcanzado su primer rol protagónico cuando todavía era una estudiante. La película se llamaba “Evelyn” y era una realización española sobre la trata de personas. Por ese papel fue pre nominada a la categoría actriz revelación de los Premios Goya del año 2012. Luego, vendrían otros personajes e incluso un tiempo en Colombia. Hoy, con 28 años, proyectos en camino y una obra por estrenar en octubre, está convencida de que para ser mejor persona y actriz es necesario reconocer cuando se equivoca y sentirse a gusto con lo que hace.

¿Cómo decides dedicarte a la actuación a los 12 años?
Era de las niñas a las que les gustaba participar en las actuaciones del colegio, pero cuando vi a Lou Diamond Phillips en “La Bamba” decidí que sería actriz. Supe que era a lo que me dedicaría y no cambié de parecer. Recuerdo que mis compañeras y profesoras se reían, pero apenas terminé la secundaria ingresé por tercio superior a Artes Escénicas de la PUCP. Mi familia nunca intentó desanimarme. Mi madrina, con quien me crié, me decía: “Vas a lograr todo lo que quieras”. Eso alimentó mi confianza. Hasta
hoy creo en lo que me decía de niña.

Has hecho una película en España y una serie en Colombia. ¿Has considerado vivir y trabajar afuera?
Estoy preparada para realizar proyectos en otros países, en cualquier momento, pero no me veo haciendo una vida lejos del Perú por mucho tiempo, porque siento que este país es mi esencia y que cada vez hay más oportunidades de trabajo interesantes. Tengo una meta como actriz, un objetivo que involucra mucho trabajo y preparación, pero me tomo las cosas con calma, eso es algo que he aprendido con la edad y oyendo los consejos de personas con más experiencia. Al inicio era muy exigente conmigo misma, buscaba ser perfecta y me sentía mal si no lograba lo que quería el director en la primera toma. Luego, entendí que nadie es perfecto y que está bien equivocarse. De lo contrario, nunca aprenderíamos.

¿Qué te impulsaba a ser perfeccionista?
Fue por la edad, cuando uno es más joven piensa que lo puede todo. En España pude conversar con el manager de Antonio Banderas, a quien le comenté las metas que tengo como actriz y me aconsejó tener una personalidad más fuerte, para estar preparada para el tipo de mercado al que quería dirigirme. También he aprendido mucho de la actriz Liliana Trujillo. La conocí cuando hicimos “Rosa Chumbe”, en donde ella es la protagonista y yo soy su hija. Después volvió a ser mi mamá en la telenovela “Solo una madre” que terminó hace unas semanas.

¿Qué aprendiste de ella?
Es una mujer centrada, no ha perdido la dirección en su trabajo y da lo mejor en cada papel; por eso se ha ganado el respeto de otros actores y de la crítica. Además, es humilde, divertida y tiene una familia hermosa. Me gustaría seguir el mismo camino. Al verla trabajar entendí que hay que saber hasta dónde uno puede dar y aceptar. También comprendí que no tiene sentido castigarse cuando las cosas no salen como esperas, es mejor disfrutar del proceso de aprender.

¿Qué piensas al ver “Rosa Chumbe”, una película que hiciste hace cuatro años?
Me alegra ver esa actuación y ver cuánto he crecido como actriz, pero sobre todo como persona, porque puedo hacer un balance donde solo me comparo conmigo misma, no con el resto. Si estás a gusto contigo mismo, haces mejor las cosas, eso es algo que tengo presente y que cuido buscando espacios para relajarme. Salgo con mis amigos para descargar la tensión del trabajo porque los actores tendemos a dramatizar. El drama está en la actuación, no en mi vida personal.

¿Qué actrices admiras, porque crees que son consecuentes en su vida personal y profesional?
Me gusta Emma Watson por su postura feminista, está impactando en muchas chicas, y admiro a Meryl Streep, porque es capaz de ser brillante en cualquier papel y se mantiene fiel a su esencia. Creo que el éxito en la vida se trata de sentirte satisfecho y admirado por tu trabajo, y, al mismo tiempo, ser consecuente contigo mismo.

¿Has sentido presión por cuidar de tu físico para conseguir un papel?
Voy al gimnasio porque me gusta hacer ejercicios para relajarme y porque me gusta verme bien, pero no puedo negar que en la sociedad existe una presión hacia las mujeres para que seamos delgadas. Frente a esto, creo que podemos hacer más con el ejemplo. Si te ven haciendo deporte o luciendo satisfecha con tu estado físico, vas a influir positivamente en otras personas y las animarás a seguir tu estilo de vida, con que influyas en una sola persona ya estás haciendo bastante, es un efecto multiplicador. Pero hay que ser consecuentes con lo que decimos y hacemos, en especial si tienes cierta exposición pública. Yo trato de cuidar mi imagen en las redes sociales porque sé que hay mucha gente joven que me sigue.

Aunque Cindy prefiere mantener un perfil bajo en cuanto a su exposición pública, la popularidad que le ha dado su trabajo en la televisión vale la pena cuando puede utilizar la actuación como una herramienta transformadora y educativa. Suele ser invitada a dar charlas en colegios y ha enseñado a los maestros a usar técnicas del teatro para conectar mejor con sus alumnos. No juzgar, saber escuchar y el control de la respiración son claves en su preparación como actriz y hoy cobran sentido porque tienen un impacto positivo en otras personas, especialmente en niños y adolescentes. De eso se trata el arte para ella. 

Producción: Elefante Producciones
Maquillaje: Giannina Revilla, trainer de Bobbi Brown Perú
Peinado: Eder Galarreta para Masters of Hair
Asistente de Foto: Dalí Chirá
Asistentes de Producción: Gwen Manrique y Paola Hirahoka para Elefante Producciones
Agradecimiento: Estudio de Edinson Chávez ( 99826-4342)

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