Mireya Peredo

Si alguien está completamente segura de su talento y pasión, ella es Daniela Regrat. La de 20 años, que se ha convertido en uno de los rostros más prometedores de la industria local, tiene las cosas claras. Daniela se describe como una persona muy desenvuelta, con la autoestima tan alta como sus sueños, y muy artística. De hecho, esto último ha sido fundamental en su vida, y si bien ya no tiene tanto tiempo para practicar el arte, cuenta que siempre estuvo conectada con el mundo del teatro y la danza. La marinera, salsa, bachata y mambo fueron algunos de los géneros que bailó durante años y que, de una forma u otra, han moldeado a la modelo que hoy triunfa en importantes campañas.

A su corta edad, y con tan solo tres años en la industria del modelaje, Dani -como le dicen sus amigos- tiene convicciones muy fuertes. Ella se niega a que su trabajo como modelo se reduzca a un simple eslogan de inclusividad por el hecho de no ser la típica modelo que mide 1.80 ni lleva una talla XS. Reconoce que los estereotipos en esta industria son muchos, pero también se muestra firme cuando es necesario poner límites para hacer que su trabajo se respete. Así, ha conseguido trabajar con las más grandes marcas de retail en el Perú y describe su éxito como “talento natural” y mucha “disciplina”.

¿Cómo te iniciaste en el mundo del modelaje? ¿Siempre fue una pasión que tuviste?

Empecé completamente de casualidad. Fue coincidencia de la vida porque una amiga necesitaba una modelo para su clase de maquillaje, me llamó y justamente estaba ahí el dueño de la escuela. Él me vio y me escribió para que sea parte de su masterclass. Así fue como empecé, en tiempos de pandemia. También andaba mucho en Instagram. Siempre me ha gustado tomarme fotos, grabar videos y me encanta la edición, pero nunca lo hice con la intención de ser modelo. Cuando conseguí mi primera campaña -y primer trabajo como modelo- con Sybilla, me enamoré del modelaje y supe que era a lo que quería dedicarme porque siempre he sido muy artística. Siento que modelando puedo expresar mi arte corporal.

Tu rostro ha sido la imagen de varias campañas durante el 2022. ¿Algún proyecto que te haya marcado?

Hablando de marcas grandes, he tenido campañas con Sybilla, Index, CyZone, Sicurezza, Capittana, Butrich y Donna Cattiva. Y recientemente, en alta costura, he tenido la oportunidad de trabajar con Sumy Kujon, Cornelio Borda y Gustavo Adolfo Valdez. De todas esas experiencias, el trabajo con Falabella (Sybilla) siempre quedará en mi corazón porque son un equipo increíble, me hicieron sentir súper cómoda en el inicio de mi carrera y básicamente crecí con ellos.

Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
/ ALESSANDRO CURRARINO

También te vimos en el concurso Model of the Year 2022. Llegaste a ser finalista. ¿Qué te llevaste de esa experiencia?

A las personas. Quiero bastante a las chicas que participaron, casi como si fueran mis hermanas. Es bastante lindo saber que todas estamos creciendo a la par. Las relaciones que hice ahí es lo que siempre llevaré en mi corazón. Además, ser parte del concurso fue un ‘boom’ en mi carrera. Si bien nunca me ha faltado trabajo como modelo, ahora me va mucho mejor.

Con tres años en la industria, ¿cuál sería tu mayor consejo para ser modelo?

Bañarte en aceite (ríe). Absolutamente todos te van a criticar en algún momento o simplemente no van a apostar por ti porque siempre inicias desde cero. Empecé en el modelaje llegando a castings en bicicleta...pagué derecho de piso por un año entero. Tampoco me pagaban lo justo y ahí descubrí que por más buena persona que seas, tienes que poner mano dura porque sino se aprovechan de ti. También es importante marcar tus límites, ser disciplinada, ser puntual, ser respetuosa con los maquilladores, peinadores y todos los que te ayudan a brillar porque si bien tú das la cara, es un trabajo en equipo.

Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
/ ALESSANDRO CURRARINO

—Marcar tus límites en una industria plagada de estándares de belleza...¿has tenido que vencer algunos obstáculos específicamente por tu talla?

Sí, varios. Hubo bastantes producciones en las que sentía el ambiente de “ella solo es para esta foto y ya”. Eso fue obviamente al principio y ya luego fui poniendo mis límites y dejando en claro que sí soy una modelo y no solo para algo “inclusivo”. Cuando me escriben diciendo que se trata de una marca inclusiva, las rechazo porque se trata de ropa, y la ropa está hecha para que te la pongas, no para que tú encajes en ella. Eso es algo que siempre he tenido muy en claro y siempre lo voy a tener.

—¿Es difícil ser una modelo de talla grande en el Perú?

No, no es difícil ser modelo. Siento que es cuestión de tener talento y tus valores en claro. Modelo de talla grande o modelo de talla pequeña, al final somos modelos. No me gusta mucho llamarlo así porque siento que menosprecia o le quita valor a lo que realmente uno hace, y, al fin y al cabo, es trabajo. Siento que siendo delgada o siendo más alta, igual tendría trabajo porque es talento lo que uno tiene.

—¿Eres consciente que estás rompiendo brechas e inspirando a cientos de niñas y jóvenes?

Sí. Hay muchas chicas que me escriben y les agradezco un montón. Siento que de alguna u otra manera he ayudado a gente. No dando un mensaje en Instagram o escribiendo sobre el ‘body positive’, pero sí haciendo mi trabajo. Siento que eso me diferencia de muchas modelos de “tallas grandes” o de cualquier talla, porque yo me siento modelo, soy modelo y trabajo como modelo, y si alguna niña se siente identificada al verme, me alegro y me sonríe el corazón porque de pequeña no veía eso. No te miento que he recibido bastantes mensajes de odio en mi Instagram y en TikTok. Pero siempre he tenido las cosas claras, siempre he sabido que nadie me tiene que faltar el respeto y no le debo faltar el respeto a nadie, y mucho menos por el físico de otra persona. Me parece sumamente incoherente y fuera de lugar que te comenten sobre tu cuerpo. Que lo primero que te digan sea “oye, has bajado de peso, ¿no?” es algo que aborrezco. Tú no sabes si esa persona la está pasando mal en su casa o tiene problemas con la comida. Siento que hay temas que debes tocar y temas que no debes tocar y, para mí, las personas que están vacías hacen ese tipo de comentarios y yo trato de alejarme lo más posible de ellas.

—¿Cómo tomas esos comentarios negativos en redes sociales?

Directamente a mí no me afectan. Los tomo como “ya, ok” y los publico porque si tienes el tiempo de escribirle a alguien comentarios que no tienen nada que ver, yo tengo el tiempo de exponerte.

Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio. Maquillaje: Angela Guillén para Mus.pe. Peinado: Shayda Huamaní para Sian Atelier.
/ ALESSANDRO CURRARINO

—Haces hincapié en la idea de ser una inspiración pero no a través del discurso, sino del hacer. ¿Qué opinas del movimiento ‘body positive’?

Creo que la gente es libre de hacer lo que quiera con tal que no afecte a nadie. Si es un movimiento que empodera a mujeres, perfecto. Personalmente, a mi no me afecta ni de forma positiva ni negativa. Yo prefiero guardar silencio, y si alguien me pregunta si he lidiado con algún problema, decirle la verdad, que sería no. Prefiero demostrar, y no estar simplemente hablando porque es con las acciones que se van normalizando temas como estos.

—¿Qué le dirías a mujeres que les cuesta lidiar con temas de su cuerpo?

Dejar de centrarse en ese problema y hacer otras cosas, probar algo nuevo que te nutra como persona. Una vez que tú te amas a ti misma, que comprendes que las palabras se las lleva el viento, que las opiniones de las demás personas no son realmente relevantes, te vas a dar cuenta que hay un mundo para ti por descubrir. Si tu estás centrada en que tienes que ser mejor persona, mejor profesional y tener tus metas claras, el resto no va a importar y tú vas a seguir adelante.

— A pocos días del Día Internacional de la Mujer, conmemoramos nuestra lucha y nos empoderamos no solo frente a los estándares de belleza, sino también frente a la falta de derechos, el acoso o la violencia. ¿Has vivido algún tipo de ataque o acoso a tu femineidad?

Sí, el acoso sexual es una de las cosas que más odio en la vida. Hay personas que se te quedan viendo intentando atacarte y siento que las mujeres -lamentablemente- tenemos mucha desventaja porque somos las que más débiles nos encontramos. Por ejemplo, vas a una comisaria a denunciar y la policía termina apoyando al agresor o lo dejan libre. Se van contra ti, te atacan y tratan de justificar lo que te han hecho. Y no solo me ataca a mí, se lo hace a una niña o a una persona indefensa.

—¿Qué significado tiene para ti el 8 de marzo?

Siento que es una fecha para conmemorar y recordar que las mujeres hemos tenido que luchar muchísimo porque lamentablemente en esta sociedad, solo por ser mujeres hemos tenido muchas desventajas y no hemos tenido derechos por bastante tiempo. Y gracias a esta lucha admirable de varios años, por fin podemos estar donde estamos y tenemos las oportunidades que tenemos gracias a todas las mujeres que lucharon en el pasado. Debemos siempre valorarnos y apoyarnos. Si te encuentras con una situación en la que una mujer está siendo víctima de acoso o están intentando hacerle algo, verlo e intentar ayudar. No hacernos las ciegas porque si no somos nosotras, ¿quién nos va a ayudar?