Escuela de Tejidos Drytex: «Tejemos lazos afectivos»
Escuela de Tejidos Drytex: «Tejemos lazos afectivos»
Redacción EC

Karina Villalba F.

«Aquí, no solo compartimos técnicas sino también experiencias personales y de vida», comenta Karen Franco, directora de la Escuela de Tejidos Drytex, una iniciativa de Sudamericana de Fibras, que capacita a todas las mujeres que quieren emprender un negocio de tejido desde su casa o en una pequeña empresa. Nació hace tres años en Gamarra, centro del mundo textil, y allí acuden mujeres de todas las edades para recibir clases de técnicas de tejido, charlas de tono comercial y otras de autoestima. Su máximo desafío es lograr que las mujeres que llegan a la escuela comprendan que tienen el potencial para ser emprendedoras, grandes empresarias y que ellas pueden sacar adelante a sus familias. «Eso es un reto para nosotras. Tenemos que hilar fino y tejer lazos para lograrlo», señala Karen quien, junto con su equipo, promueven la Tejetón, actividad anual en la que cada persona voluntaria teje una chalina solidaria para niños de zonas de alto friaje. La Tejetón 2014 convocó a dos mil voluntarias.

«Espero que se promueva el tejido, que es una actividad ancestral en nuestro país, y que se revaloren la labor textil y de la artesana peruana.

Nosotras enseñamos a mujeres de todas las edades. Las chicas jóvenes son las más emprendedoras, tienen una visión diferente del mercado, se arriesgan más. Las señoras quieren aprender no solo por negocio, algunas aprenden por terapia. Aquí vienen mujeres con diversos tipos de situaciones (con la autoestima baja, dependencia económica y emocional…) y encuentran en esta actividad una forma de relajo, una terapia. Por eso, no solo compartimos técnicas de tejido o información sobre temas comerciales, sino también experiencias personales, experiencias de vida y tejemos lazos afectivos. Hilamos fino para llegar a ellas y se forma una bonita amistad, una bonita relación».

Karen Franco, administradora de empresas y directora de la escuela

«A mí me interesa que la mujer sea creativa, pedirle siempre más, que no se quede solo en un cuadrado con mangas… Quiero que las tejedoras se valoren y que aprendan a identificar las oportunidades de negocio. Mi cabeza solo piensa en cosas comerciales. Y aunque prefiero trabajar con hombres (ya sé cómo tratar con ellos) me gusta el lado maternal de la escuela».

Keili Reátegui, experta en industria textil y jefa de Desarrollo de Productos de la escuela.

«Con las técnicas que aprendí aquí, mejoré mis tejidos y ahora ofrezco mis productos por internet en una tienda virtual. Trabajar con mujeres es bonito, hay armonía, somos unidas, solidarias y muy valientes».

Olinda Bazán, alumna, emprendedora y creadora de «Tejidos Jhong».

«El tejido, si bien empieza como un hobby, luego se convierte rentable para la casa. Además, venir a tejer y enseñar es una terapia, me distraigo, es muy saludable. Mi hijo siempre me dice: “porqué tienes que ir tan lejos a trabajar”, pero yo le digo que la distancia no me importa, porque me gusta». 

Hortensia Romero, profesora de técnicas de tejido.

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