1. Limpia tu casilla de correo electrónico. Todos los archivos que almacenas y que no usarás jamás, ocupan espacio en servidores, que consumen enormes cantidades de energía en todo el planeta.
2. Suscríbete para recibir los estados de cuenta y promociones de tu banco por correo electrónico. Después crea una carpeta en tu computadora y guárdalos en tu disco duro.
3. ¿Sabías que la tinta es uno de los líquidos más caros del mundo? Así que cada vez que pienses en imprimir, intenta ahorrar no solo en papel sino también en tinta.
4. En vez de colocar en el tacho las hojas impresas que salieron con fallas o que ya no son importantes, úsalas como cuaderno de apuntes.
5. Si realizas trabajo de oficina, al terminar tu jornada asegúrate de no dejar la computadora encendida ni en modo de hibernación. Sigue todos los pasos para apagarla y si es necesario, espera un par de segundos para confirmar que ningún botón tenga la luz prendida.
6. Ten en tu escritorio una chompa o suéter que puedas quitarte si te da calor, y ponerte si tienes frío en lugar de recurrir a las fluctuaciones en el aire acondicionado.
7. Evita los desinfectantes y desodorantes de ambientes que producen alergias. Los artículos basados en derivados del petróleo contaminan.
8. Si tomas café frecuentemente, usa tu propia taza y evita los vasos desechables. Como aperitivo elige las frutas frescas en lugar de un snack envasado. Así también cuidarás tu salud.
9. Compra útiles de escritorio hechos con materiales reciclables como lapiceros, resaltadores o tijeras.
10. Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de ellos: transforma creativamente latas en joyeros o fabrica juguetes con cajas usadas.