Mónica Chacón: «Si no tienes actitud, no puedes hacer mucho» - 1
Mónica Chacón: «Si no tienes actitud, no puedes hacer mucho» - 1
Redacción EC

Rosa Chávez Yacila

La exmodelo y Miss Perú Mónica Chacón no enloquece por la moda. Ella dice que empezó a gustarle en el camino: en los desfiles, cuando posaba para las cámaras, mientras vestía ropa de alta costura. De niña era tímida y reservada, muy distinta a su hermana Cecilia –actual congresista de la República–, la extrovertida y coqueta. La primera vez que modeló lo hizo como reemplazante de una modelo ausente, en un desfile de moda que su madre, la diseñadora Aurora de Vettori tuvo en el Sheraton. Participó en el Miss Perú en 1996, porque Jessica Newton la invitó. Mónica Chacón nunca quiso volverse una modelo, pero cuando le tocó serlo lo hizo como ninguna. No estaba destinada a las pasarelas pero se dedicó a recorrerlas por casi dos décadas, demostrando que se puede perdurar en una carrera efímera. Chacón empezó su escuela de modelaje hace una década porque sus compañeras recién iniciadas le pedían consejo. Ahora, además, tiene una agencia de modelos y es la fashion blogger del centro comercial más grande de Lima norte. Mónica Chacón ya no es más modelo, pero trabaja con y para ellas. Y lo hace con responsabilidad y precaución. Aquí la entrevista de una ex modelo que no idealiza el mundo de la moda.

¿Qué recuerdos tienes de tu niñez?

Recuerdo mucho los viajes que hacíamos a provincias con mi padre que fue mi militar. Viajábamos todos los fines de semana, recuerdo el estar en contacto con mis padres y mis hermanos, pasando peripecia y media porque, por ejemplo, llegábamos de un viaje a las cinco de la mañana un lunes e íbamos de frente al colegio. Pero mi madre es una mujer supervaliente y luchadora que supo mantener a su familia unida. Yo admiro a mis padres muchísimo, son las personas más valientes que he conocido.

¿Fue duro crecer con un padre militar?

Mi papá jamás aceptó que yo fuera modelo, no quería, la que me apoyó fue mi mamá. Cuando yo concursé en el Miss Perú en el 96 mi papá no fue a verme. Yo me moría de la pena porque amo y adoro a mi papá, lo admiro muchísimo. Realmente fue una frustración horrible, yo estaba así (hace el ademán de temblar)… me decían algo y quería llorar.  Me chocó. Pero luego, después que gané el concurso, él era quien me hacía los álbumes de cuero con mis fotos y hasta ahora, aunque ya estoy atrás de los reflectores, él siempre está pendiente de las notas, de las entrevistas.

¿Por qué se oponía?

Él quería que yo sea ingeniera, médico. De repente pensaba que el modelaje me iba a llevar a otras cosas, tenía cierto temor por eso. Lo que pasa es que este mundo, si bien es cierto es lindo porque hay glamour, moda, cocteles, fiestas y todas esas cosas, muchas veces hace que las personas que están inmersas no miren hacia afuera y dejen de crecer internamente, entonces se vuelven esclavas de la imagen por la imagen. Hay que tener de verdad mucho cuidado con eso  porque la carrera de modelaje no es eterna. Es compleja y es corta y la belleza es un placer pasajero que se desvanece con el tiempo. Si no eres consciente de eso, puedes ser prepotente, soberbia. El show, las luces y todo lo demás pueden ser un real peligro si no los sabes manejar.

Se cree que las modelos y las misses no tienen nada interesante que decir, que son pura  apariencia ¿qué opinas al respecto?

Eso es falso. Hay muchas chicas preparadas que se pagan la universidad con el modelaje o que luego forman sus propias empresas vinculadas a la moda… hay de todo. Tenemos a Giuliana Zevallos ex Miss Perú y es médica. Hay ingenieras, arquitectas… Creo que es un mito. Las chicas que no llegan a estudiar nada luego del modelaje les viene la etapa negra. Por eso el respaldo de los padres es sumamente importante en esta carrera porque sí, es linda, a mí me dio muchísimas satisfacciones, pero es bastante frívola también.

¿Qué pasa que responden tan mal en los certámenes de belleza?

Puede ser porque se sienten observadas por millones de personas. El Miss  Mundo y el Miss Universo son concursos televisados vistos por millones de personas y eso las puede poner nerviosas. Pero vemos casos de misses como Jessica Newton que es una mujer inteligentísima o Frieda Holler que es otra mujer admirable o Claudia Ortiz de Zevallos, para hablar de las misses actuales, que también es una mujer luchadora que siempre ha sabido afrontar retos y que además es muy inteligente. Hay muchos casos de ex misses que han salido adelante y a través de los concursos de belleza se abrieron puertas. El modelaje te abre muchas puertas, depende de uno saber utilizarlas.

¿A ti te han subestimado por ser modelo y miss?

En realidad no. Porque además con mi trabajo he demostrado que soy una persona perseverante, constante, ordenada, disciplinada. He alcanzado algunas metas que tenía trazadas en la vida. De repente la gente puede hablar al inicio, pero yo no lo sentí en ningún momento, al contrario, siempre tuve el apoyo de mis amigos y de la prensa.

También son conocidos los trastornos alimenticios en el modelaje ¿qué sabes de eso?

Bueno, esos casos no solo se ven en el modelaje… Lo que pasa es que hay estándares y medidas estrictas, sobre todo para las modelos de pasarela: tienen que medir un metro setenta y cinco para arriba, pesar entre 50 y 55 kilos, contar con medidas como 89 de cadera, 89 de busto y de cintura 60 como máximo. Y sí, tienes que llevar un régimen superestricto, cuidar tu salud, hacer deporte, comer sano. Yo lo aplico y eso que ya no estoy dentro de las pasarelas, pero lo hago porque me hace sentir bien y me da mucha más energía.

¿Qué les dirías a las chicas que se obsesionan por tener un «cuerpo de modelo»?

Que ser modelos o figuras públicas no significa ser más. Si las personas lo piensan así están equivocadas. Yo creo que al final del día te quitas el maquillaje y la ropa y lo importante es cómo te sientes contigo misma cuando te vas a dormir. Si son altas, flacas, morenas, chinas, exóticas o de cualquier tipo, que se quieran a ellas mismas.

Como decías, el modelaje es una carrera corta, ¿te ha sido ingrata?

Depende de la perspectiva con que lo mires. No lo es si supiste aprovecharlo y sacarle el jugo. Yo tuve la suerte de viajar y conocer muchísimos países como la India, Alemania y más. No considero que fue ingrata conmigo, pero siempre tienes que tener algo paralelo, una carrera para poder ejercer luego, porque si te quedas en el aire es complicado.

¿Por qué te retiraste de las pasarelas?

Había cumplido mi ciclo y quería hacer otra cosa. Cuando no te sientes cómoda o contenta con lo que haces, es momento de cambiar y darle un giro a tu vida profesional. Yo puse todo de mi parte, mucho empeño, mucha dedicación en esta carrera que es muy exigente, que valora la imagen y eso es un poco estresante también. Fue una etapa linda en mi vida, pero ya no me satisfacía de la manera como lo hacía antes.

¿Qué quieres enseñarles a las alumnas en tu escuela?

Nos enfocamos mucho en la parte interior. Como dice David Fischman a quien admiro muchísimo: hoy no es importante solo la inteligencia emocional, sino también la pasional y la espiritual. Yo creo que las tres van de la mano. Debes saber quién eres y hacia dónde vas e ir con seguridad y aplomo. Si no tienes autoestima ni actitud, no puedes hacer mucho. Yo creo que eso te lo dan tus padres y el colegio y nosotros en la escuela también trabajamos para que las chicas se sientan más animadas. Tratamos que en esos dos meses que duran los cursos formen parte de nuestra familia.

Cuéntame de tu familia, de Emilia

Se me cae la baba. Tiene tres años mi gorda, ha salido a mi hermana de lora y de fashionista. Ella escoge su ropa, los brillos de los zapatos… es una cosa impresionante. Yo de chica no era así, ya en el camino empecé a agarrarle el gusto a eso, pero ella tiene tres años. También se muere por ir a mi escuela, siempre quiere que la lleve, allí se sube a la pasarela, modela, se ve en el espejo, manda un beso. Ella dice que quiere ser Miss Perú. Entonces entiendo el temor de los padres ahora más que nunca. Pero mi hijita es lo máximo, muero por ella como verás y creo que tenerla me ha servido para querer hacer más cosas y hacerlas cada vez mejor. Ella me da una vitalidad especial.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que la tuviste?

Un montón, un montón, un montón. De hecho tengo menos tiempo para mí, muchísimo menos tiempo. Si antes ya sabía que nadie es el ombligo del mundo –que es un poco lo que te vende el modelaje, que eres muy importante– después de tener una hija mi idea del tema se incrementó. Ella es lo más importante en mi vida y todo lo hago pensando en ella.

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