Si te matas en el gimnasio haciendo sentadillas y ejercicios para tener un lindo derriere pero no ves resultados, puedes estar sentada en este momento sobre la culpable del asunto y ser víctima del “Síndrome del trasero de oficina”.
Según un artículo del New York Post, pasar tantas horas sentada en la oficina podría estar “aplanando” tu trasero y arruinando su forma. “La gente tiene dificultad para encontrar tiempo suficiente para realizar actividad física y fortalecer sus glúteos”, explica Abby Bales, especialista en terapia física.
La solución a este problema es muy simple: párate de vez en cuando. Lo ideal, según Bales, es caminar cinco minutos por cada hora que estás sentada en el trabajo. De esa manera aumenta la extensión y la flexión de los músculos de la cadera y se mantendrán “aceitados” durante todo el día.
Pero el único que sufre al estar sobre la silla tantas horas no es solo tu trasero. También podrías sufrir de dolor de espalda y de cuello debido a la posición que tienes al sentarte, especialmente si no tienes una buena postura. “Tu flujo sanguíneo y masa muscular disminuyen, aumentando el riesgo de hipertensión y besidad”, dice Bales.
Así que ya sabes: caminar y hacer ejercicio constante es una buena forma de combatir este síndrome y tener un trasero despampanante.