Por Andrea Carrión / WUF
Los diseños de Yirko Sivirich se exhiben en pasarelas locales y extranjeras, salen en portadas de revistas y son vestidos por gente de renombre. Su talento viene haciendo noticia desde el 2011, cuando participó en la Expotextil. Pero así como este diseñador iqueño sigue destacando en la moda, también lo ha venido haciendo por su amor a los animales.
Hace unos días Yirko nos recibió en su departamento de Casuarinas, aunque el primero en saludar a punta de saltos y ladridos fue su adorado Gringo, un perro de 4 años de edad que de no haber sido por Yirko, quién sabe dónde estaría ahora.
El día en que Yirko y Gringo se conocieron fue un día ‘extraño’, según recuerda. Hacía apenas un mes había fallecido su adorado Twenty, un Yorkshire Terrier Toy que durante 8 años le enseñó lo gratificante que es amar a un perro.
“Antes de Twenty, no había sido un amante de los perros, exactamente, pero desde que me lo regalaron, empecé a sentir pena por los perritos de la calle porque pensaba ‘qué suerte la de mi perro de tenerme y ellos nada’. Y es que ellos no eligen vivir en abandono”, comenta Yirko.
Aquel día se había levantado pensando en Twenty. Luego, mientras manejaba por Miraflores, otro pensamiento le sacó un par de lágrimas y en ese momento, un perro llamó su atención. Estaba amarrado en la tolva de una camioneta de Serenazgo. Le pidió al agente que se detuviera y preguntó por el animal. Se trataba de un perro que hacía tres semanas que rondaba la zona sin rumbo fijo y que estaba siendo llevado al Coliseo Manuel Bonilla.
“No pude seguirlos porque tenía varias reuniones ese día, pero regresé a buscarlo en la tarde y ya estaba cerrado. Me aseguraron que al día siguiente abrirían a las 8 de la mañana y yo que soy dormilón, a las 7:45am ya estaba en la puerta de este lugar”, recuerda Yirko. “Cuando me vio, Gringo levantó las patas y me lamió, yo lloraba y la señorita pensaba que era mi perro que se me había perdido. Llené los papeles y así, todo sucio y pulgoso, me lo llevé a una veterinaria”, agrega Yirko, quien eligió ese nombre para su nueva mascota luego de ganar la encuesta que hizo en Facebook, donde tiene más de 174 mil seguidores.
La ayuda se multiplica
A raíz de Gringo, Yirko empezó a rescatar perros y a la fecha ha podido ayudar a unos diez, la mayoría encontrados en el Callao y Ventanilla, y todos tan grandes y peludos como Gringo. El apoyo de Rafael Villaran, médico veterinario de la clínica veterinaria My Pet, ha sido crucial, no solo por el cuidado médico, sino también al momento de buscar los hogares adoptivos para sus rescatados.
“Mucha gente empezó a mandarme sus casos, esperando que los recibiera, gente que ni conozco me escribía ‘encontré a este perro en la calle, ayúdame’ y ponían la foto del perrito. Yo les respondía ‘Tú también puedes hacer lo que yo hago, cuídalo y búscale un hogar que lo adopte y lo cuide’”. señala Yirko. “Y es que parte de la idea es contagiar a la gente para que haga lo mismo y no para que me mande más carga. Si yo tuviera un montón de tiempo y fuera millonario, tendría un millón de perros y ayudaría a los albergues, pero lamentablemente no es así”.
Por lo pronto el trabajo que ha hecho y hace Yirko con Gringo es notable. Una de las tantas pruebas se vio el día en que Gringo se perdió. Apenas duró un día y medio desaparecido, pero Yirko movió redes y tierra para encontrarlo, además de ofrecer 500 dólares de recompensa. Finalmente, una mujer lo llamó diciendo que lo tenía, y no solo reclamó el dinero, sino que además cobró 50 soles por la diferencia en el cambio pues Yirko solo tenía soles para pagarle.
Pero al margen de ese lamentable hecho, fue gracias a esa experiencia que Yirko se enteró que antes de rescatar a Gringo, ésta había vivido con una persona en Surco Viejo que lo había tenido amarrado afuera de su casa, que no lo dejaba entrar si llovía y que cuando no le daba de comer, a Gringo solo le quedaba buscar sobras en la basura. Hoy este perro mestizo, mezcla de Labrador con Poodle, es practicamente el rey de su casa.
“No fue fácil perder a mi anterior mascota, pues lo amaba mucho, pero Gringo me devolvió las ganas de querer levantarme y, sobre todo, las ganas de querer volver a amar de la forma tan incondicional como lo amo”, comenta Yirko.
Debido a su amor incondicional y a su compromiso en promover la adopción de mascotas, la asociación sin fines de lucro Humans of WUF, una campaña que busca darle vitrina a historias que promuevan la adopción de perros.
Yirko señala que su vena solidaria viene de su madre, a quien considera una mujer luchadora.
“Viene de ahí porque, cuando yo era chico, recuerdo que los domingos almorzábamos menú en el mercadito y ella siempre le compraba comida a un niño de la calle. Lo invitaba a sentarse con nosotros y pagaba su menú con lo poco que tenía. Mi familia es súper unida, siempre nos inculcaron el ayudar a otros”, agrega Yirko.
Yirko Sivirich en breve
Nacido en San Joaquín, Ica, a los 17 años de edad Yirko decidió mudarse a Lima para buscar trabajos que le permitieran pagar su carrera. Empezó durmiendo sobre un colchón en el suelo en un cuartito alquilado y trabajó como vendedor de Ripley, como empaquetador en los desaparecidos supermercados Santa Isabel, vendió celulares, fue mozo, cajero, entre otros trabajos que le permitieron juntar plata para estudiar, primero administración de empresas y luego un curso acelerado en el Instituto Internacional de Arte y Moda ‘Mod’ Art’.
Fue en su trabajo como vendedor y luego asesor de imagen en la tienda de Ermenegildo Zegna donde descubrió que le apasionaba la moda. En el 2008 abrió su tienda ‘The closet’ en Miraflores. En el 2012 recibió una invitación para un desfile en República Dominicana tras participar en la Expotextil. En el 2014 recibió el Premio Barrington a la mejor colección y el año pasado presentó su colección ‘Childhood’ en LIF Week y en Arequipa. A la fecha ha presentado sus colecciones en Miami, Dallas, Houston, Nueva York, Ecuador, Bolivia, Colombia y Puerto Rico.
'Humans of WUF'
A mediados de agosto la asociación sin fines de lucro WUF lanzó ‘Humans of WUF’ (traducido al español, Humanos de WUF), una nueva acción que busca reforzar el foco de su misión; motivar a más gente a adoptar una mascota, o al menos empezar a considerarlo.
Inspirado en el proyecto ‘Humans of New York’, el que desde el 2010 retrata la vida cotidiana de cientos de residentes de esta ciudad, WUF se ha propuesto hacer algo similar con individuos y familias que han adoptado una mascota en el Perú.
Esta campaña consiste en subir una fotografía del perro y su dueño en el muro de WUF en Facebook, junto con un comentario del adoptante.