Renzo Gómez Vega

Antes de que el fútbol moderno existiera, la música ya acompañaba a los hombres. Desde los trinos de las aves hasta la primera vez que perforamos el cuerno de un animal y soplamos por allí. Al fin y al cabo, nacimos con ritmo, con un pequeño tambor que no deja de latir en nuestro pecho.

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El fútbol, el que institucionalizaron los ingleses en el siglo XIX, tiene una fiesta mundial cada cuatro años desde 1930. Pero fue recién a partir de 1962 que se tuvo la iniciativa de amenizarla por todo lo alto con una canción. Una canción que, con el pasar de las décadas, dejó de ser un jingle local para promocionar el megaevento deportivo de las masas: las Copas del Mundo.

A sus 51 años, el primer mundial del que tiene conciencia el productor musical Gonzalo Polar es Argentina 78. Organizado en plena dictadura militar, los rioplatenses le confiaron el tema a un compositor italiano especializado en musicalizar películas de vaqueros: Ennio Morricone. Hicieron a un lado su ultranacionalismo para contratar a un consagrado. El resultado: “El Mundial”, una pieza musical cuya novedad no está en el título, sino en la propuesta melódica: un himno instrumental.

Era otra época. El marketing y el fútbol aún no se encontraban tanto. Es mi primera canción futbolera. No podría decir que me impresionó, pero es un recuerdo de mi niñez”, dice Polar quien hace algunos años compuso dos sencillos que se han instalado en el corazón del hincha peruano: “Sudemos la camiseta” y “Alienta peruano”.

Para Polar, la canción oficial de una Copa del Mundo debe contar con tres elementos: despertar emoción, inspirar hermandad y ser un llamado a la alegría. “La fiesta deportiva es una versión civilizada de la competencia entre naciones. Debe notarse que es una reunión entre hermanos que luchan por lo mismo sanamente. Y no debe alentar un falso patriotismo de que uno es mejor que el otro”.

Al periodista Óscar García, de la revista Somos, el tema que más toca sus fibras futboleras es Un’estate italiana (Un verano italiano), que compuso Giorgio Moroder para Italia 90. Moroder era otro fuera de serie: no solo era el hacedor de éxitos del cine como Expreso de Medianoche, sino que también había sido el cerebro detrás de los himnos de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 y Seúl 88.

“Los italianos tienen toda esta vieja escuela de hacer canciones súper sentimentales, casi como telenovelas hechas canción. Este es un ejemplo perfecto. Ese coro melodramático parece hecho para ser gritado a todo pulmón en un estadio, abrazado a alguien, así no sepas nada de italiano”, dice García.

Canciones Del Mundial

Interpretada por Gianni Nannini y Edoardo Bennato, íconos locales del rock-pop, Un’estate italiana es catalogada por muchos como la canción más memorable de los mundiales. Con un talante distinto. Menos festivo, pero más conmovedor.

“Cuando prendíamos la tele para ver los partidos, esa intro de guitarra era lo primero que sonaba junto con el logo del mundial. Los entendidos dicen que no fue una gran Copa esa, que el fútbol demostrado estaba al debe, pero para los niños que crecimos justo en esa época, ese era nuestro mundial y esa su canción”, sostiene Óscar Garcia, un periodista que le ha entregado sus ímpetus a la música.

La copa de la vida: insuperable

Fue un hit radial. El videoclip más visto en la televisión de la época. Y si las redes sociales hubiesen existido, seguramente habría sido tendencia. La copa de la vida del puertorriqueño Ricky Martin que fue concebida para Francia 98 es para los especialistas y el gran público la canción definitiva de los mundiales.

En DT del diario El Comercio lanzamos una encuesta y los resultados fueron contundentes: de un total de 206 votos, la copa de la vida obtuvo el 51,5% de las preferencias. En segundo lugar quedó “Un verano italiano” con 26,2%. El tercer lugar lo ocupa “This time for África”, el single cantado por Shakira para Sudáfrica 2010 que todos conocemos como “Waka Waka”, con 19,9%. Y ya más relegado “El Mundial” de Argentina 78, con 2,4%.

El musicólogo Agustín Pérez Aldave, director de imagen de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC), considera que la magia de este sencillo compuesto por el estadounidense Desmond Child y el ex-Menudo Robi Draco Rosa reside en su coro. “Todos hemos tarareado el ale/ale/ale. Es muy pegajoso y sencillo. Los organizadores fueron muy hábiles para buscar al Rey Midas del Pop de ese momento. La chuntaron con Ricky Martin”, explica.

Un detalle no menor en el playlist mundialista: suelen haber intérpretes latinos, como Jennifer López, Nicky Jam, Shakira, Ricky Martin, entre otros. “Hay un sesgo en el hecho de asumir que los latinos armamos el tono. Probablemente, nos reconocen como los representantes del ritmo, sugiere Pérez Aldave.

Hace más de una semana, se presentó Hayya Hayya (“Juntos es Mejor” en español), la canción oficial de Qatar 2022. Todavía es pronto para dar un veredicto. En medio de la vorágine mundialista, la banda sonora de un Mundial puede marcar a generaciones enteras. La música, entendámoslo, nos acompaña desde antes que el fútbol.

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