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Golpes de Estado: la historia de los quiebres de la democracia en el Perú | FOTOS
Desde que se juró la independencia del Perú, el 28 de julio de 1821, el país ha sufrido los intentos de diversos grupos y caudillos políticos y militares que usaron la fuerza para imponerse en el gobierno. Aquí un breve recuento de aquellos hechos que desestabilizaron la vida de los peruanos.
El primer intento de golpe fue el denominado “Motín de Balconcillo”, acontecido el 27 de febrero de 1823. Esa vez, el Ejército se rebeló contra el Congreso de la República, para así proclamar presidente a José de la Riva Agüero. Esos planes se cumplieron al disolverse la Junta Gubernativa.
Seis años después, el 7 de junio de 1829, otro golpe de Estado remeció el país. Ya lejos de la presencia de los libertadores San Martín y Bolívar, en Piura, el general Agustín Gamarra encabezó a un grupo de militares para sacar del poder al presidente José de La Mar. Así lo hizo.
Sigue en esta lista, el joven general Felipe Santiago Salaverry, quien dio un golpe de Estado el 23 de febrero de 1835, derrocando al presidente constitucional Luis José de Orbegoso. Salaverry estuvo en el poder solo un año, y acabó mal pues fue derrotado en una batalla por Andrés de Santa Cruz, quien lo mandó fusilar en el mismo lugar del combate.
Otros golpes de Estado se dieron durante las siguientes décadas del siglo XIX. El 16 de agosto de 1842, por ejemplo, el coronel Juan Crisóstomo Torrico censuró al presidente del Consejo de Estado, Manuel Menéndez. En tanto, el 25 de noviembre de 1865, la “Revolución restauradora” derrocó al gobierno de Juan Antonio Pezet y el Cabildo de Lima proclamó, al día siguiente, como dictador al general Mariano Ignacio Prado.
Unos años antes del comienzo de la guerra con Chile (1879-1883), hubo un intento claro y violento de golpe de Estado. Fue el de los coroneles Gutiérrez, los hermanos Tomás, Silvestre, Marceliano y Marcelino Gutiérrez, sucedido del 22 al 26 de julio de 1872. Ellos asesinaron al presidente José Balta, el día 22; sin embargo, la turba hizo “justicia” a su manera, y los asesinó brutalmente, linchándolos y ahorcándolos en la Plaza de Armas de Lima.
Finalmente, el 23 de diciembre de 1879, ya en plena guerra, Nicolás de Piérola dio un golpe en contra del primer vicepresidente Luis La Puerta, mientras el presidente Mariano Ignacio Prado se hallaba en el extranjero, según dijo, en procura de finiquitar un arreglo para traer armas a las huestes nacionales.
UN SIGLO XX DE CONTINUOS GOLPES DE ESTADO
Bien entrado el siglo XX, el 29 de mayo de 1909, un intento golpista remeció la vida tranquila del ‘Perú Aristocrático’. Fue cuando Carlos de Piérola, hermano del expresidente Nicolás de Piérola, junto con miembros del Partido Demócrata, trató de derrocar al presidente Augusto B. Leguía, pero este se opuso tajantemente y se negó a firmar su renuncia: fue por ello que los golpistas no lograron su objetivo.
Pero el golpe de Estado del 4 de febrero de 1914, sí logró derrocar un gobierno democrático. Ocurrió cuando el entonces coronel Óscar R. Benavides encabezó a un grupo de militares que retiró del poder al presidente constitucional Guillermo Billinghurst.
Más adelante, el 4 de julio de 1919, el ex presidente Augusto B. Leguía, y de nuevo electo presidente en ese entonces, decidió dar un golpe de Estado con el fin de asegurarse una mayoría en el Congreso de la República. Lo hizo en contra del aún presidente José Pardo.
Sin duda, uno de los más recordados golpes de Estado del siglo XX, aconteció el 25 de agosto de 1930. Ese día, el teniente coronel Luis M. Sánchez Cerro derrocó al presidente Leguía, desde la ciudad de Arequipa. Sánchez Cerro había recibió de diferentes lugares del país el apoyo popular que requería, así lo indican los historiadores Carlos Contreras y Marcos Cueto, en su libro “Historia del Perú contemporáneo”.
La relación de golpes de Estado durante el siglo XX se completa con casos emblemáticos y graves para el país. El 29 de octubre de 1948, por ejemplo, el entonces comandante Manuel A. Odría terminó con el gobierno democrático del presidente José Luis Bustamante y Rivero. Odría llamó a su gobierno dictatorial el de la “Revolución restauradora”.
Después, en los años 60, más exactamente el 18 de julio de 1962, el presidente Manuel Prado Ugarteche no pudo concluir su mandato, pues un golpe militar institucional lo sacó del poder. Treinta tanques y cientos de soldados de la División Blindada del Ejército aparecieron en la Plaza de Armas y se colocaron frente a la puerta principal de Palacio de Gobierno. Luego ingresaron a la Casa de Pizarro. Nada pudo impedirlo.
El presidente Prado fue recluido en el Arsenal Naval. Horas más tarde, lo trasladaron a la isla de San Lorenzo (Callao). El Ejército anuló las elecciones presidenciales en marcha, e instauró un gobierno de transición que lideraron, primero el general Ricardo Pérez Godoy, y luego, tras el retiro de este, el general Nicolás Lindley.
El 3 de octubre de 1968, el Perú fue testigo de otro atentado contra el sistema democrático. El presidente Fernando Belaunde Terry (Acción Popular) fue derrocado por un golpe militar encabezado por el general Juan Velasco Alvarado, que impuso un Estado dictatorial confiscatorio y populista.
Esa madrugada, la Junta Revolucionaria de las Fuerzas Armadas llegó con varios tanques de la División Blindada hasta Palacio de Gobierno. Allí, cuatro de estos vehículos bloquearon las cuatro esquinas de la Plaza de Armas y otros cuatro ingresaron a Palacio. Más de 300 soldados fueron designados para esta operación. En tanto, el Congreso fue tomado por ocho tanques. También se apoderaron de la Prefectura del Departamento y Radio Nacional.
Finalmente, el 5 de abril de 1992, sucedió el malamente recordado ‘autogolpe’ del presidente Alberto Fujimori, el cual contó con el apoyo popular y de las Fuerzas Armadas. Esa noche, el presidente Fujimori dio un mensaje a la nación televisado. Se estaba consumando un golpe ejecutado por el propio Jefe de Estado. Fujimori anunció allí el cierre del Congreso y el control de los otros poderes del Estado.
“Acuarteló” en sus casas a los presidentes de las cámaras de Senadores (Felipe Osterling) y de Diputados (Roberto Ramírez del Villar). En tanto, la residencia del ex presidente Alan García, en Chacarilla del Estanque, fue rodeada por tanquetas del Ejército. Así nació el “Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional”.
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