Siempre hay que pedir permiso a la persona a ayudar, de lo contrario vamos a invadir su privacidad.
Siempre hay que pedir permiso a la persona a ayudar, de lo contrario vamos a invadir su privacidad.
Laura Espinoza Busato

La tiene cada vez más relevancia en nuestra sociedad, ya que son miles de personas en el mundo que las padecen. Un trastorno psicológico no es algo aislado que solo sufre la persona que la tiene, sino que de manera indirecta alcanza a quienes conviven con ella o se relacionan en su día a día.

Comprender a una persona que padece un trastorno psicológico puede resultar complicado, pero desde la empatía y la comprensión se puede llegar a una buena convivencia donde se respete a cada integrante.

“Se necesita hacer un abordaje no solo al paciente, sino a la familia y a las personas más cercanas a él o ella, ya que cuando se acercan a consulta, los pacientes dicen que no se sienten escuchados y que no los entienden. Esas pequeñas situaciones no ayudan a la evolución y mejora de este si la comunicacion con el entorno es baja”, comenta la psicóloga Claudia Vallejos a de El Comercio.

¿Cómo ayudar a alguien que padece un trastorno?

Los pacientes que padecen trastornos son más susceptibles y más sensibles. Si uno quiere ayudar, puede seguir estos pasos:

  1. Pedir permiso: Siempre hay que pedir permiso a la persona. De lo contrario vamos a invadir su privacidad y no va a querer comentarnos nada.
  2. Aplica la escucha activa: Si la persona nos da permiso para ayudarla, debes escucharla con mucha paciencia y sin juzgar ni criticar lo que tiene que decir. Escuchar qué es lo que le incomoda o preocupa y de esa forma ayudarla en el proceso. “Muchas personas escuchan para responder y no para entender a la persona”, afirma Vallejos.
  3. Confidencialidad: Cuando una persona se siente en confianza contigo, puede abrirse más y llegar a pequeños puntos de los que nunca había querido hablar. Es importante demostrarle que lo que se va a contar no será comentado de tu parte a otra persona.
  4. Recomendarle que vaya a terapia: La terapia va a ayudarlo en muchos aspectos de su vida y temas que los familiares ni amigos pueden manejar. También hará que pueda encontrarse a él o ella misma y conocer aspectos de su vida que quizás no tenía presente.
El acompañamiento terapéutico es una gran herramienta. A muchas personas les gusta compartir con personas cercanas lo que descubrieron de sí mismas durante la sesión.
El acompañamiento terapéutico es una gran herramienta. A muchas personas les gusta compartir con personas cercanas lo que descubrieron de sí mismas durante la sesión.

¿Qué hacer ante una situación de daño físico?

Puede ocurrir que observemos señales de autolesión en una persona querida. Para ello es importante lo siguiente:

  • Acercarte a la persona para saber qué es lo que pasa sin juzgar y hacer que la otra persona sepa que estás ahí para apoyarlo.
  • Si un menor de edad lo presencia, lo mejor es que le avise a un adulto para que así pueda ayudarlo a manejar la situación.

“Cuando la persona no es consciente ni acepta lo que le está pasando, entonces busca esa salida de daño físico, lo cual le puede producir cierto placer. Hay que recordar que la familia y amigos están para apoyar a la persona que padece el trastorno, sin embargo no es su obligación tener que solucionar el problema”, finaliza Vallejos.

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