El día más frío (y el equipo más caliente)
(Foto: AP)
El 19 de junio del 2014 podría ser considerado el día más frío del Mundial. En el estadio Arena do Corinthians de Sao Paulo (que luce prácticamente al cien por ciento una semana después de haberse iniciado el Mundial) la temperatura estuvo entre los ocho y once grados. Viajar a cubrir una Copa del Mundo exige las máximas previsiones. Como, por ejemplo, llevar un abrigo a pesar de viajar a uno de los países más tropicales del mundo.
En Sao Paulo sí se siente el invierno. Llegamos abrigados, casi como si viajáramos a Nueva York en Navidad. Lo que parecía una exageración se convirtió en una necesidad. El Arena do Corinthians era una congeladora antes de que se inicie el partido entre Uruguay e Inglaterra. Pero la sangre que estaba helándose llegó a niveles de ebullición desde minutos antes a que se inicie el encuentro.
Este es el video con la divertida antesala que pudimos grabar del Uruguay-Inglaterra. La euforia de los hinchas anunciaba una linda tarde.
Aquí también pueden ver algunas fotos por los alrededores del estadio Arena do Corinthians que publicamos en la web de DT El Comercio.
Era el día más frío, pero nos tocó ver al equipo más caliente. “Uruguay nomá”, como dicen sus hinchas por aquí.
¿Por qué Uruguay siempre nos emociona en los Mundiales? Traté de explicarlo con este texto publicado hoy en DT El Comercio
Uruguay nomás
Quítale una “s” me dice un hincha uruguayo cerca a la tribuna de prensa del estadio Arena de Corinthians. “Uruguay nomá”, ese es el grito de guerra de un país donde todos son valientes. Por partidos como el que jugaron ayer ante Inglaterra uno quiere que los charrúas siempre estén en los Mundiales. A su infaltable sacrificio le añaden emoción a cada partido que juegan. Son guionistas inspirados para engancharnos cada cuatro años con sus novelas épicas.
Lo hicieron en el 2002 cuando casi le ganan a Senegal después de ir perdiendo por tres goles o en el 2010 cuando la mano de Suárez trazó el camino para lo imposible. En Brasil 2014 lo consiguieron otra vez. Después de caer ante Costa Rica jugaron un partido histórico ante Inglaterra. Si los celestes clasifican a una Copa del Mundo ya saben lo que deben hacer. Pueden perderse cualquiera de los 64 partidos, menos los que juega Uruguay. Hágase un examen cardiológico, tome su agua de azahar y sea testigo de sus batallas interminables.
La pelota puede ir veloz rumbo a la raya lateral del campo, pero siempre habrá un uruguayo barriéndose para evitar que salga del campo. Son guerreros disfrazados de futbolistas. Disimulan sus carencias técnicas con sangre, sudor y lágrimas. A nuestros niños futbolistas hay que mostrarles videos de Uruguay. Decirles que así se defiende al país. Que para ser un jugador de selección no basta con entrar al estadio exhibiendo grandes audífonos o extravagantes cortes. Hay que bañarse con amor propio todos los días.