Cusco: Un plan diferente en Chinchero, ideal para los amantes del trekking y la naturaleza
Seguro viajaste más de una vez a Chinchero, uno de los siete distritos de la provincia de Urubamba, en Cusco. Un destino clásico del Valle Sagrado al que todo viajero llega para visitar el complejo arqueológico y los centros textiles donde se tiñen y tejen prendas de alpaca. Pero lo que no sabes es que allí existe una ruta poco explorada que va por un tramo del Camino Inca hacia una catarata rodeada de naturaleza. Un lugar increíble al que acabo de ir en mi último viaje y aquí te digo cómo vivir esa experiencia.

Foto: Ignacio Gonzales Vigil
Ruta a la catarata Poc Poc
Son las 10 de la mañana cuando llego a Chinchero, después de un viaje de 30 minutos desde la ciudad de Cusco. A la altura de la comisaría me encuentro con Freddy Kjuiro, un poblador de este distrito que, junto a la agencia Curios, ofrece un trekking a la catarata Poc Poc, un atractivo turístico del Valle Sagrado que pocos conocen pese a su fácil acceso.
En total se caminan 8 kilómetros y aunque no es poco, como el sendero va en descenso, la caminata no requiere de mucho esfuerzo y solo exige usar calzado adecuado para evitar resbalones. Al iniciar, Freddy nos explica que “la ruta comienza en Chinchero, a 3.800 metros sobre el nivel del mar. La catarata está a 2.800 metros de altura. Y Urquillos, el último punto de la ruta, se encuentra a 2.500 metros”. Para hacer más llevadero el trekking, Curios sugiere contar con bastones de senderismo para proteger las rodillas, poncho por si llueve, repelente y bloqueador solar.

Foto: Ignacio Gonzales Vigil / Curios
Por la antigua red de rutas inca
Tomamos un tramo de 2.8 kilómetros del Camino Inca para ir hacia la catarata Poc Poc. No llevamos ni cinco minutos a pie y nos detenemos para admirar la belleza de un conjunto de andenerías inca que se conserva intacto. Esto parece increíble, pero es solo el comienzo. Conforme avanzamos notamos que la zona es una farmacia natural. Freddy toma una hoja de muña y mientras sentimos su aroma a mentol nos explica que es buena para el mal de altura y el dolor de estómago. A nuestro paso encontramos plantas que ayudan a cicatrizar heridas, reducir la hinchazón, acabar con las infecciones y aliviar otros males.
Un cartel indica que debemos tomar un desvío hacia el mirador Anta Killka, desde donde se obtiene una panorámica espectacular. Verde por donde se mire debido a que la temporada de lluvias se extiende hasta fines de abril. Desde lo alto, Freddy nos dice que son pocos los que suben a este lugar porque solo los guías saben cómo llegar y aprovecha este punto para mostrarnos un camino zigzagueante por el que andaremos minutos más tarde, la zona donde se ubica la cascada y, a lo lejos, el pueblo de Urquillos donde terminará nuestra aventura.

Foto: Ignacio Gonzales Vigil / Curios
A medida que descendemos, el sonido anuncia la proximidad de la cascada y el clima se torna más cálido. Recuerda vestir en capas y de preferencia con prendas de secado rápido. Una hora más tarde llegamos a la catarata Poc Poc. Para acceder se paga una pequeña contribución a la comunidad (S/2). Su caída se divide en dos chorros potentes que superan los 30 metros de altura. Su belleza sorprende. Salpicados por las frías aguas intentamos registrar el mejor ángulo. No imaginamos ver algo así en Chinchero, lugar famoso por sus textiles, pero que debería serlo también por las bellezas naturales que posee.
Algunos regresan por el mismo camino. Nosotros preferimos atravesar un bosque espeso y húmedo semejante a un escenario de la selva peruana, acompañados por el sonido del arroyo que va paralelo al trayecto y está formado por las aguas de la catarata. De vez en cuando, sorteamos pequeños charcos formados por la lluvia y una que otra bajada retadora para las rodillas. Kilómetros más adelante, el sendero se convierte en pampa y en un par de horas llegamos a la pista que nos conduce a la plaza de Urquillos, el final de esta aventura que es perfecta para desconectar y disfrutar del turismo en Cusco sin multitudes.

Foto: Ignacio Gonzales Vigil / Curios
Viaja a Chinchero con especialistas
La experiencia en Chinchero la realicé con Curios, una agencia que ha diseñado más de 50 tours alternativos en Cusco y que son ofrecidos por pobladores cusqueños. Guías, artesanos y otros locales apasionados por sus comunidades llevan a los viajeros a conocer sus atractivos turísticos, sus costumbres y gastronomía. Cabe destacar que este plan incluye un picnic con maíz blanco gigante, papas nativas y otros productos oriundos que se comparten en medio de la naturaleza. Revisa su web y reserva.
¿Cómo llegar a Cusco?
La forma más rápida de llegar es en vía aérea. Un vuelo de una hora conecta Lima con Cusco. Yo viajé con Jetsmart que ofrece 10 salidas diarias en esta ruta. Con pasajes desde S/174 por tramo, con impuestos y para viajar solo con mochila. Te cuento que en el viaje de ida me enteré que la aerolínea ha lanzado una membresía llamada JetSMART GO, por la cual el viajero hace un pago fijo mensual y puede viajar entre 6 y 12 veces al año pagando solo las tasas aeroportuarias. Para ello, el pasajero debe suscribirse y hacer la reserva previa del vuelo, con al menos 7 días de antelación.

Foto: Milagros Vera Colens
¿Dónde dormir?
Después de la jornada en Chinchero es fundamental encontrar un buen lugar para descansar. Nosotros elegimos La Casona de Yucay, una hacienda del siglo XVII que albergó al mismísimo Simón Bolívar. Las 54 habitaciones que posee son un encanto, con vistas a los jardines y todo lo necesario para recuperar energías. La nuestra contaba con dos camas de dos plazas vestidas con ropa de algodón y cubrecama de plumas, calefacción y un baño bien equipado.
Por la mañana sirven desayuno buffet en el restaurante que atiende además para el almuerzo. También cuentan con un bar que brinda promociones y happy hours por la tarde y próximamente planean inaugurar su piscina. En sus jardines se celebran bodas, almuerzos con pachamanca o presentaciones de caballos de paso.
Si vuelves a la ciudad de Cusco, opta por el Casa Andina Standard Cusco Plaza. El hotel está a unos pasos de la Plaza de Armas. Cuenta con habitaciones cómodas, con televisión, escritorio, buena conexión a internet y lo indispensable para tu estadía. Además, el precio incluye el desayuno buffet que se sirve en su último piso desde donde se puede ver la catedral. En la recepción hay una zona con mates que te ayudan a prevenir el mal de altura. Pero si aún así te da soroche, puedes solicitar oxígeno. Su personal es muy atento, así que no dudes en consultarles todo: desde lugares turísticos hasta gastronomía imperdible.
Por último, te sugerimos reservar tus pasajes y hospedaje con anticipación. Ve a la caminata en compañía de un guía, de preferencia local, y no olvides llevar un tomatodo y regresar con todos los desechos que produzcas o encuentres en el camino. Para más datos viajeros, sígueme en redes sociales:
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