¡Mi negrito, ahí viene!
Por: Elizabeth Ita Vejarano y Jonathan Bazán Sancho
Corresponsal Escolares
Este domingo 5 de octubre diario El Comercio rindió homenaje a la imagen del Señor de los Milagros. Dos de nuestros corresponsales hicieron el recorrido desde la Catedral de Lima hasta la esquina de las avenidas Lampa con Miró Quesada (sede central de El Comercio).
Aquí les compartimos el video y la crónica que hicieron durante la cobertura periodística.
Video: Jonathan Bazán Sancho
Crónica: Elizabeth Ita Vejarano
¡Mi negrito, ahí viene!, exclamó Zulema Tirado, antigua sahumadora; varias lágrimas corrieron por su rostro y su mirada no se apartó ni un segundo, de la sagrada imagen, el primer domingo de octubre durante la procesión por las calles de Lima del Cristo de Pachacamilla. Una misa celebrada a las 11:00am. por el Obispo auxiliar Adriano Tomacio, en la Catedral de Lima, antecedió al recorrido de su retorno al monasterio de Las Nazarenas.La cuadrilla 16 del Señor de los Milagros fue la responsable de la organización y la coordinación de la procesión de este domingo. Llamó la atención la presencia de 80 operadores de limpieza; así como el servicio de 40 baños portátiles los que fueron rotando de acuerdo al recorrido. Un camión de basura y un vehículo compactados colaboraron con la limpieza a los espacios que fueron recorridos por los fieles devotos. Por su parte 850 agentes municipales y de la Policía Nacional del Perú brindaron seguridad a la multitud que colmó las calles y avenidas en el recorrido procesional.
Cuenta la historia que a mitad del siglo XVII, un mulato cuyo nombre ha quedado oculto, pintó sobre un muro de adobe la imagen que ahora es venerada en la iglesia de Las Nazarenas. En 1955 un fuerte terremoto sacudió Lima y para asombro de muchos este quedó en pie; pero fue olvidado. 15 años después este muro estaba intacto, esto motivó a Antonio de León, quién mandó a arreglar el lugar.
“Desde hace 50 años, acompaño a la procesión del Señor de los Milagros y cada año que la veo aparecer, siento que fuese la primera vez; me emociono mucho ver a la sagrada imagen ser acompañada por miles de devotos, y aunque la fe en las personas se esta perdiendo hoy he podido observar que sucede todo lo contrario. Me parece muy bueno el rol que asumen las hermandades, ya que hacen posible que cada vez las procesiones sean más cómodas”, comentó María Albinagorta, fiel devota.
La rampa
“Estoy muy molesto, vengo todos los años a acompañar al Señor y no puede ser posible que la Catedral de Lima, no tenga una rampa para discapacitados y justo para hoy tengan una rampa provisional; yo soy varón y puedo cargar a mi madre de 76 años, en su silla de ruedas; pero existen muchas personas que no tiene quien los ayude, y para ellos la municipalidad o el gobierno debería a ser algo, esto pasa todos los años y en realidad yo tan solo vengo por mi madre que es muy devota. Me da cólera que la municipalidad estando al frente no haga nada por estas personas que necesitan más atención”, expresó Hernán Ponce, molesto por la situación.