Una respuesta al cielo en Navidad
Por: Carlos Valverde Torres
Corresponsal Escolar Asignado
I.E. Peruano Suizo
A vísperas del 25 de diciembre, algunos niños seguirán ilusionados y otros sentirán su pobreza más arraigada en cada día que transcurra.
Navidad acaso sea la espera que concite la atención de todo el mundo. Lleva consigo un nuevo sueño, nuevas esperanzas; la iluminación que necesite el alma. Sin embargo, se ha convertido en una caótica búsqueda de la ofrenda perfecta. Las calles, de pronto, resplandecen de luces provenientes de rincones donde la electricidad es escasa. Al respecto, ¿quién considera la propia navidad de una familia pobre?
Números incisivos
En las agrestes alturas del asentamiento humano Sol Naciente en Comas, la señora Nancy Mamani Zavala se prepara a las seis de la mañana, cuando todavía suele abrigarse la ciudad. Prepara el desayuno habitual para sus tres hijos que irán luego a la escuela primaria, cercana a su vivienda. Emprenderá, más tarde, un largo trecho hacia el sustento en la calle sin presagiar que su familia se encuentra entre 17 mil 410 personas de un total de 86 mil 414 que significa el 20,1% de pobres según estudio censal, realizado en febrero de este año por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) junto con la Organización No Gubernamental (ONG) PROPOLI (Programa de Lucha contra la Pobreza en Lima Metropolitana ) en nuestro distrito. Son las frías cifras que encarnan la impotencia de seguir oyendo que la pobreza sea como una enfermedad enquistada todavía en nuestros pueblos.
“Trabajo en la calle vendiendo, como informal o ambulante, gorritos” sustenta Nancy. Ella trasciende toda regla económica ya que con 20, 15 o 25 nuevos soles diarios tenga que suplir una canasta básica familiar que oscila entre los mil 300 soles, sin considerar el uso del agua potable (extraída de un pozo comunitario) y la electricidad que tiene que costear aunque en la mayoría de veces sea efímera en su precario hogar.
Pobreza no mental“Significa algo bonito para los niños y para toda la familia” reconoce el sentido de la llegada de Jesús, la señora, que trabajará el día antes y posterior a la nochebuena porque el hambre no da tregua ni al más resistente.
Una lección que nos brinda es engrandecedor. Con energía, repone, que nunca permitiría dejar trabajar a sus retoños, sería fatal. “La pobreza no es para maltratar” indica, en definitiva, es una admirable madre que conseguirá ciudadanos que lucharán por asomar la cabeza afuera del 28%
de la población que está en riesgo social por no cumplir una necesidad básica.
¡No te pierdas inocencia!
“Juego con mis amigos y hermanos. Tómo mi chocolate y pasó con mi mamá” dijo la hijita de Nancy con tan sólo diez años. Expresa, en su sencillez, una navidad ideal dominada por el compartir, aunque el juguete preciado sea unas piedrecitas que encuentre en el camino la imaginación que convertirá ese mineral en la más hermosa de las muñecas. A veces ella cuida a sus hermanos cuando Nancy va a trabajar. Su madre comenta que se preocupa pero confía en la precoz madurez de la hija suya y de la caridad de los vecinos.
Objeción final
Las autoridades deben acoger a la pobreza como principal prioridad porque parece que sus brazos no alcanza a abrazar a ellos. Sólo hace falta mirar al costado… o arriba en la altura de los cerros encontrarán peruanos igual de pujantes que cualquier otro. “Quisiera aumentar mis ingresos , mejorar mi casa y la calidad de vida de mis hijos”, sentencia Nancy, que asegura que en esta navidad podría obsequiar a sus tres menores: ropa, juguetes y sobre todo amor; que se va perdiendo en el afán de opulencia que buscamos ocasionando más pobreza. Pobreza emocional.
En Voz alta
Para completar esta nota conversamos con la profesora Ruth Che Bueno especialista en psicología y filosofía.
¿La pobreza puede llevar a la depresión? ¿ cómo se puede mejorar?
La pobreza es una causa de depresión cuando se hacen intentos por salir de ella y no se logra, cuando se tiene el espíritu débil, cuando falta esperanza, fe. Cuando no se ha desarrollado habilidades emocionales como la capacidad de no rendirse, de ser perseverante de saber automotivarse, la persona se va haciendo triste, solitaria y termina en depresión, que es una enfermedad grave que puede hundir a la persona hasta anularles y terminar en el suicidio.
Siempre hay que luchar hasta salir de la pobreza o el mal que aqueja. Una forma de salir del problema es desarrollando en los jóvenes habilidades emocionales y sociales que le permitirá asumir la vida positivamente.
¿Particularmente por qué la Navidad cambia a las personas?
Porque para el consciente y el subconsciente de las personas es un tiempo de tregua. Es tiempo de mostrar lo mejor de cada uno. Es tiempo de inocencia, paz, de amor representado por el nacimiento del bebé más lindo, más tierno y más poderoso del universo. La navidad encierra una gran fuerza gratificante y renovadora porque es el tiempo de perdonar y ser perdonado, de renovar nuestra fe y proyectar nuestras esperanzas. Las personas en realidad podemos cambiar en cualquier momento de nuestras vidas sólo basta con “decirnos”. Pero lo que ocurre con el tiempo de navidad es que
hay mayor predisposición para cambiar, para mejorar y para dar felicidad a los que
amamos y ojalá fuese también a los que no amamos.
En ésta Navidad regala tu tiempo, tu atención, tu alegría, tu palabra o tu silencio a aquellos que lo necesitan. Recuerda que todo tiene su momento y este es el mejor momento.