El Frankensalmón ha sido aprobado para consumo humano
En una anterior columna de esta serie, fechada el 22 de setiembre del 2010 bajo el título ¿Se comería usted un Franken-Salmón a la parrilla?, describíamos la creación del primer salmón genéticamente modificado (GM), animal que se había creado insertando en su genoma, material genético de dos peces de especies diferentes. Especulando con la posibilidad de que ese salmón GM fuera a aprobarse algún día para consumo humano, la columna terminaba con la frase “tendremos que esperar algún tiempo para saber lo que va a pasar”…
Pues esa espera ha tardado cinco años pero el momento ha llegado. La semana pasada, la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado por primera vez en la historia, el consumo humano de un animal genéticamente modificado. Eso significa que en los próximos años, y sin que usted lo sepa -porque no habrán etiquetas que le informen lo que esta comprando- el salmón GM podrá llegar a su mesa.
La modificación genética
El salmón que se consume comúnmente es el llamado salmón común o del Atlántico y vive naturalmente en el mar, pero se reproduce en los ríos. El gran problema (desde el punto de vista industrial) es que ese salmón tarda aproximadamente 36 meses (3 años) en llegar a la adultez, momento en que recién puede ser comercializado. Ese crecimiento natural del salmón se explica porque la producción cerebral de hormona de crecimiento esta regulada por la temperatura del agua en que vive: Cuanto mas fría el agua, menor la producción de hormona de crecimiento. En otras palabras, el salmón del Atlántico solo crece cuando vive en aguas templadas. Otro problema adicional es que el salmón del Atlántico no es muy grande, de modo que la cantidad de carne que se puede vender no es mucha. Es por eso que los industriales soñaron siempre con un salmón que crezca mas rápido y que alcance un gran tamaño.
Este es el momento en que dos diferentes especies de peces entran en el cuento.
El primero es un tipo de salmón, llamado chinook o salmón rey, el cual tiene la particularidad de alcanzar un enorme tamaño gracias a su muy activa hormona de crecimiento pero cuya producción, al igual que la del salmón del Atlántico, depende también de la temperatura del agua en que vive.
El segundo es un tipo de pez llamado ocean pout, pez enorme de la familia de las anguilas, el cual tiene la particularidad de que produce hormona de crecimiento durante todo el año gracias a unas proteínas llamadas “anti congelamiento”. Esa producción se hace incluso en aguas frías, por lo que al ocean pout se le conoce como el “pez que no se congela” porque puede vivir en aguas heladas.
El estudio seminal sobre el tema fue publicado en la revista Nature Technology por científicos canadienses en 1992 y en el se describe la creación de un gen quimérico que combina el gen de hormona de crecimiento del salmón rey con un segmento clonado (ADNc o ADN complementario) del gen productor de proteína anti congelamiento del ocean pout. La idea es que el ADNc actúe como un “interruptor” que mantenga “permanentemente prendido” al gen productor de la hormona de crecimiento.
Una vez sintetizado, ese gen quimérico fue inyectado al huevo fecundado del salmón del Atlántico, con lo que se creó un nuevo tipo de pez, un salmón que es capaz de producir hormona de crecimiento durante todo el año como el ocean pout y crecer enormemente como el salmón rey. A este nuevo salmón, producto de la ingeniería genética por la compañía norteamericana AquaBounty, se le ha bautizado como el Salmón AquaBounty, y alcanza su adultez en solo 18 meses y por crecer durante todo el año, alcanza un tamaño gigante. De acuerdo al reporte original, al año de desarrollo, el nuevo salmón fue dos a tres veces mas grande y en su etapa adulta, fue trece veces mas grande que el salmón del Atlántico.
Esa creación nos recuerda sin ninguna duda a lo relatado en la novela “Frankenstein” de Mary Shelley, en la que el científico Víctor Frankenstein produce un monstruo usando partes extraídas de cadáveres humanos.
En resumen, los científicos han logrado el sueño de los industriales de salmón: han creado un pez que es capaz de crecer mas rápido y que alcance un gran tamaño. Interesantemente, el salmón AquaBounty come mucho mas, le gusta vivir mas en la superficie del agua y es mas solitario que el salmón del Atlántico.
A pesar de que en el 2010 la FDA concluyó que el salmón AquaBounty era seguro para el consumo humano, la agencia ha tardado cinco años mas para analizar nuevos datos y reafirmar su conclusión. El reporte de la FDA, concluye que la inserción del gen quimérico en el salmón del Atlántico fue estable a través de múltiples generaciones del pez, que el consumo de la carne es segura para el ser humano, que la ingeniería genética es segura para el animal (es decir que no crea mutaciones) y por último, que es cierto que el nuevo salmón alcanza mayor tamaño que el salmón del Atlántico.
Dos decisiones controversiales
Pero hay dos decisiones que han desatado enorme controversia. La primera es que el salmón AquaBounty es seguro para el medio ambiente y esto porque el temor es que un salmón adulto genéticamente modificado o sus huevos puedan escapar al mar y afectar de un modo desconocido la población de salmones normales. Para evitarlo, la FDA ha mandado que la compañía AquaBounty produzca los huevos solo en Canadá y que el crecimiento de los peces se haga en tanques tierra adentro exclusivamente en Panamá. La compañía ha diseñado también un sistema de cuatro filtros para el agua de los tanques y un lavado del agua final con cloro para evitar que algún pez o huevo llegue al mar.
Y para evitar que alguien pueda usar sin autorización los huevos del salmón AquaBounty y de paso evitar que un salmón adulto o un huevo fertilizado pueda reproducirse al llegar accidentalmente al mar, todos los salmones adultos y huevos que se distribuyan serán femeninos y estériles.
Para eso, la compañía ha creado lo que se llama un salmón “neomacho” (neomale en inglés) que es un salmón nacido hembra pero que por un tratamiento hormonal desarrolla como macho y produce espermatozoides. Al ser genéticamente hembra, los espermatozoides que produce el neomacho tienen cromosomas XX de hembra, por lo que al fertilizar un huevo femenino normal XX, los huevos que se produzcan para distribución y los salmones adultos serán siempre XX o sea hembras. Finalmente, antes de su distribución, esos huevos serán sometidos a una alta presión, lo cual hace que el 99.8% de los huevos y por tanto los peces adultos que se desarrollen, sean estériles.
La segunda decisión controversial de la FDA es que, al ser nutricionalmente idéntico al salmón original, el salmón AquaBounty no necesita ser identificado en el punto de venta. En otras palabras, cuando usted vaya al mercado a comprar salmón, no podrá distinguir el salmón genéticamente modificado del salmón natural.
Aceptación por el publico
Esta es la gran incógnita. A pesar de que no será posible saber que tipo de salmón se esta comprando, ya algunas cadenas de supermercados en los Estados Unidos han anunciado que no venderán el nuevo salmón AquaBounty. A pesar también de que aun no se han publicado encuestas populares sobre este tema, una rápida lectura de los comentarios de las noticias en medios electrónicos dan un panorama mixto. Mucha gente dice que no comería nunca un salmón genéticamente modificado, otros dicen que no tendrían ningún problema en consumirlo. ¿Usted que dice, lo comería?
De todos modos, tendrá que pasar mucho tiempo para que este nuevo salmón llegue a nuestras mesas. Se calcula que a máxima producción, la compañía AquaBounty solo será capaz de producir 100 toneladas anuales de salmón, una pequeña fracción de las 200.000 toneladas de salmón del Atlántico que se importan cada año solo en Estados Unidos.
Corolario
Si bien es cierto que este salmón AquaBounty es el primer animal genéticamente modificado aprobado para su consumo en seres humanos, ya existe maíz, soya, tomates y manzanas genéticamente modificadas. También existen mosquitos genéticamente modificados para luchar contra el dengue y la chikungunya y en la China ya se han producido cabras de pelo largo y mayor cantidad de músculos. También existen cerdos transgénicos que producen excrementos menos contaminantes y otros que son resistentes a los virus de la fiebre porcina.
Es decir, el campo de plantas y animales genéticamente modificados es ya una realidad y con 8.000 millones de habitantes en el planeta que alimentar, solo es cuestión de tiempo que esa tecnología se generalice.
Creo que terminaremos este artículo con la misma frase que concluimos la columna del 2010: tendremos que esperar algún tiempo para saber que va a pasar…