Neoplasias en las mascotas
Perro recibiendo tratamiento de radiación. (Foto: kqedquest)
Tanto los perritos como los gatitos, así como los seres humanos y todos los seres vivos, estamos formados por un sinnúmero de células que se dividen constantemente (proceso conocido como mitosis).
Las células deben pasar por muchos puntos de chequeo para poder entrar al ciclo de división. A las células “enfermas” no se les permite la entrada y de esa manera nuestro organismo se mantiene sano. Sin embargo, muchas veces hay alteraciones en los puntos de chequeo y las células vetadas continúan con su ciclo. Esta alteración se traduce en la formación de neoplasias.
Las neoplasias pueden ser tanto benignas como malignas. En el primer caso, con la extirpación total del tumor se puede curar al animalito, pues por lo general no vuelve a crecer. Las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer, son aquellas que tienen la capacidad de infiltrarse en diferentes partes de nuestro organismo y afectar la función normal de nuestro cuerpo.
Muchas veces la cirugía no es suficiente para combatir este mal y es necesario utilizar métodos complementarios para terminar de vencerla, como por ejemplo la quimioterapia (uso de fármacos que interfieren en la proliferación de células), radioterapia (terapia en la que se utiliza la radiación para alterar el ciclo celular y así destruir células), inmunoterapia (agentes que estimulan al sistema inmunológico para así atacar células malignas), hormonoterapia (uso de hormonas o inhibidores de ellas para combatir ciertos tumores), entre otros.
¿Cómo saber si tu mascota tiene cáncer? Pues un diagnóstico definitivo solo se logra con un estudio profundo que el médico realiza. Sin embargo, hay puntos de alerta que debemos tomar en cuenta. Por ejemplo: la raza (bóxer, rottweiler, razas albinas como los dogos argentinos están predispuestos a ciertos tumores), la edad (normalmente los animalitos mayores son de alto riesgo), sexo (tumores mamarios, cáncer de próstata).
Sin embargo, todas las razas, edades y sexos pueden desarrollar cáncer. Por ende, si tu mascota presenta una herida que no cicatriza, baja de peso súbitamente, tiene sangrado inexplicable, le aparecen bultos y crecen rápidamente, debes llevarlo a su veterinario lo antes posible para determinar la causa del problema y poder luchar contra ella.
No hay mejor medicina que la preventiva y no hay mejor tratamiento que aquel que se empieza en la fase temprana de la enfermedad.
Así que si sospechas que tu animalito podría tener esta enfermedad, llévalo al especialista y recuerda que no debes desesperarte pues hoy en día sí podemos pelear contra esta enfermedad.