La vida del empresario
Todos en el Perú soñamos con ser empresarios y tener nuestro negocio propio. Pero muchos que trabajan en el mundo corporativo deciden ser empresarios sin la debida preparación de su plan de negocio o creyendo en los mitos típicos que rondan al tema empresarial.
Vale la pena repasar un poco esos mitos para decidir si debe ser propietario de un negocio o iniciar un negocio por su cuenta. Siendo un paso tan importante, vale la pena plantearse cómo va a cambiar su vida.
Los siguientes temas representan las formas más significativas en que su vida cambia de empleado o ejecutivo a propietario de un negocio:Tiempo
Por mucho que usted trabaje como dependiente en un ambiente empresarial, lo más probable es que deba trabajar más duro y por más tiempo como independiente. Doce o catorce horas diarias o más, siete días a la semana, pocas o ningunas vacaciones, son la regla más que la excepción para el propietario de un negocio. El trabajo no acaba el viernes por la tarde. Los fines de semana son para trabajar y uno duerme con los problemas cada noche, ¡sobretodo si es fin de mes y debe pagar la planilla!
Responsabilidad
Al ser propietario de su propio negocio, usted no depende de nadie sino de sí mismo. Las decisiones que usted tome en compras, ventas, inversiones, organización, contrataciones, despidos, etc. y sus resultados son su responsabilidad y de nadie más. No hay a quien culpar por los errores y muchas veces tampoco hay a quien consultar. Mucha gente se asocia buscando minimizar el riesgo, pero lo usual es que los intereses de los distintos socios no se alinean en cada circunstancia y eso puede traer conflictos y desacuerdos al negocio, rupturas y complicaciones.
Riesgo
Ser empresario abarca todos los elementos involucrados al asumir los riesgos del negocio, desde los potenciales apuros económicos derivados de un fracaso hasta el peligro de un desastre financiero personal. Como empresario uno no solo arriesga lo invertido directamente en el negocio, sino que puede terminar comprometiendo todo el patrimonio familiar. El riesgo puede minimizarse con un detallado plan de negocio.
Seguridad
Lo que proporciona el mundo dependiente: el cheque mensual que siempre llega a fin de mes, las prestaciones de salud, el personal auxiliar cuando usted se enferma, las gratificaciones, adelantos, vacaciones pagadas, no son la norma cuando uno empieza como empresario. Cuando se trabaja independientemente, usted es el negocio y debe sustituir esos ingresos y beneficios vía utilidades, hasta que el negocio pueda pagarle el sueldo que necesita para vivir. Su salud debe ser de hierro y tener altos niveles de energía para enfrentar las largas horas del negocio. ¡Uno debe ser más empleable que nunca para que su propio negocio se beneficie!
Reconocimiento
En el mundo del trabajo dependiente, muchas veces existe un sistema que le da un estímulo: puede ser un ascenso, un aumento, un viaje, entrenamiento, el reconocimiento del jefe o los pares. Cuando usted trabaja para sí mismo, esta motivación ya no forma parte de su ambiente laboral. Uno celebra solo y pocas veces tiene con quien compartir las preocupaciones o problemas.
Sociabilidad
Es algo que se tiende a dar por sentado en el ambiente dependiente: los eventos de oficina, las despedidas de soltero, bodas, cumpleaños, aniversarios institucionales, etc. En un negocio propio este tipo de sociabilidad no existe, por lo menos hasta que el negocio tome un tamaño interesante y pueda tener empleados con quien compartir.
Apoyo administrativo
Es otras de esas cualidades del trabajo dependiente. Nos fotocopian los documentos, la correspondencia es procesada, nuestras papeleras son vaciadas cada noche, las computadoras funcionan y sino lo hacen tenemos a quién llamar (¡y culpar muchas veces!), las cuentas de teléfono y el alquiler son pagados por otros, los cheques son depositados en el banco y las cobranzas las hacen sin que pensemos en ellas. Si decide trabajar por su propia cuenta lo más probable es que usted deba realizar muchas funciones y labores de servicio a los que no está habituado.
Identidad
Se trata de un beneficio adicional al que no se suele prestar atención, pero que es muy importante. El trabajo nos define en el mundo de los adultos. Solemos asociar nuestra identidad con la organización o el rubro en el cual trabajamos. El nombre de la empresa para la cual trabajamos se convierte en nuestro “apellido” organizacional. La persona que dice “trabajo en IBM”, por ejemplo, ahorra una serie de preguntas acerca de lo que hace para ganarse la vida.
Estilo de vida
La mayoría de las personas en el ambiente corporativo son capaces de equilibrar las demandas de su empleo con las actividades que han establecido para su vida privada. Cuando el éxito de un negocio depende de usted, es probable que su compromiso con el trabajo deba prevalecer sobre todo las demás actividades, incluso la familia inmediata, el deporte o sus hobbies favoritos.
El espíritu humano es extraordinario. A pesar de las difíciles condiciones económicas que podrían asentarse en nuestra economía, hoy más que nunca las personas están buscando oportunidades en actividades emprendidas por cuenta propia. Entre las razones que más comúnmente se esgrimen están: la autosatisfacción, el deseo de independizarse, las limitadas oportunidades de empleo, las reducciones de personal o las amenazas de despidos.
Lo importante es emprender de manera muy racional y bien planeada, ojalá en temas que nos apasionen y donde tengamos algún tipo de experiencia o conocimiento. Un plan de negocio bien diseñado, tal como el plano de la casa que fuéramos a construir, es vital para emprender un negocio con mejores posibilidades de tener el éxito que buscamos. ¡Suerte!