Andrés Roca Rey: sueño con competir pronto con las figuras del toreo
El joven novillero peruano, alejado de su familia y su tierra, está de nuevo en España, preparándose duramente para enfrentar, con muchos sacrificios, su tercera temporada europea, luchando con el localismo, para poder triunfar ante los mejores novilleros españoles.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Andrés Roca Rey, jovencísimo novillero peruano (21 de octubre de 1996), continúa formándose como torero en España, por tercer año consecutivo. Explica su objetivo indesmayable por llegar a ser figura del toreo −sin importar los sacrificios que ello conlleve− y su disposición a jugarse la cornada cada vez que se viste de luces. Un adolescente con 18 años recién cumplidos, con una decisión y disposición para llevar una vida muy dura, expuesta al dolor físico y jugándose la vida, que demuestra una sorprendente madurez. Los toreros, a pesar de su juventud, maduran rápidamente y viven de acuerdo a ciertos valores y con una disciplina que otros jóvenes de su edad, ni siquiera imaginan.
−A veces tengo delante novillos, con miradas que asustan; pero hay que dar siempre el paso adelante. Para eso me preparo y entreno todos los días; para en esos casos, lograr asustar al público con mi valor y entrega; para ser capaz de hacer algo que el público ni se imagine; para triunfar e impresionar, tal como lo sueño a diario.
−En tus últimas novilladas, en Colombia, en enero y febrero, en Cali, Manizales y Medellín, marcaste la diferencia. En la transmisión en vivo por radio, desde Manizales, César Rincón –el gran torero colombiano, que en 1991 triunfó cuatro tardes consecutivas en Madrid−, que comentaba la novillada, daba de gritos; quedó impresionado con tu valor y tu toreo; decía no recordar haber visto un novillero como tú.
−¿Sí? Qué gusto haberle gustado al maestro Rincón. En Manizales, los novillos fueron complicados y con peligro; no eran muy voluminosos, pero transmitían ese peligro. A pesar de no haber matado bien, creo que los colombianos quedaron satisfechos con mis actuaciones. Muchos fueron novillos mansos, complicados y con peligro, que no seguían la muleta y tendían a arrollar.
ESFUERZO INDESMAYABLE
−A veces, los mansos encastados son más peligrosos que los toros bravos que meten la cara en la muleta y la siguen, mientras el torero la pueda llevar templada, manteniéndola a la distancia precisa de los pitones y a la velocidad justa; ni muy lejos, ni muy cerca de la cara del toro.
−Tengo algo claro: se puede torear bonito, como gusta a todos, cuando el toro embiste como uno espera, de largo, humillando y con son. Pero esperamos a ese novillo ideal, para poder torear bonito, se te pasan por delante muchas oportunidades de triunfar y cortar orejas, lo que el público espera cuando va a a la plaza. Ahora debo cortar –como sea− todas las orejas que pueda. Para eso, a veces tengo que olvidar mi concepto del toreo. Lo mío no es torear de rodillas, pero lo tengo que hacer; tengo que “estar en novillero”. En el futuro, tras la alternativa y compitiendo con los maestros, no me relajaré, pero podré tratar de sacar aquel concepto de buen toreo que llevo dentro; como el de todos los toreros, torear bonito y expresar arte; que la gente salga de la plaza diciendo: “¡Qué bien torea este!”. Pero a veces no se puede; hay que hacer lo que sea para cortar orejas, triunfar y que hablen de ti. Y así, todos los días; sin cansarse. Si no regreso al hotel después de la corrida, que sea por haber ascendido un escalón más en mi carrera. Me debo al público; hay que darle lo que espera; no pueden quedar indiferentes. Ante un novillo malo, que no se presta para un quite, igual debo ponerme allí, jugarme la cornada y dar esos lances. Pero si sale un novillo bueno, hay que torearlo con la máxima perfección posible; si no, te hundes. Después de jugarte la cornada ante los toros malos y con peligro, ese día, al toro bueno debes aprovecharlo completamente, para lograr ascender en el escalafón, pretendiendo ser una figura.
SU ESTILO TAURINO
−En Colombia impresionaste al público con tu valor, pero no cortaste las orejas que hubieras podido cortar, por no estar acertado con la espada; pero en Cali, mataste al último novillo sin muleta. ¿Por qué?
−Aquella tarde, los novillos tenían una presencia que uno no hubiera imaginado ver allí y fueron complicados; echaban la cara arriba, se quedaban cortos y pegaban derrotes; no se pudo torear bonito a ninguno. Los toreros marcan su historia por los hechos de su vida. Yo quiero que me recuerden por muchos hechos notables. Me había esforzado enormemente con ese novillo; al hilo de las tablas, le pude sacar algunos muletazos, a pesar de que todo el mundo me pedía que lo matase en cuanto tomé la muleta. Tenía que cortar las orejas, aún a costa de una cornada y decidí matarlo sin muleta, para conseguir las orejas. Lo maté en buen sitio; dobló pronto, pero el puntillero lo levantó dos veces y muy a mi pesar, solo logré cortar una. Fue un último esfuerzo para poder triunfar. Es la única forma de ser figura del toreo. Si uno no es un Morante, que tiene dentro algo que sólo tiene él, hay que buscar el triunfo como mejor pueda cada quien. Tiene que haber diferentes toreros, con los conceptos propios de cada uno. Sería monótono ver solo a Morante. Lo bonito es verlo a él un día y otro a José Tomás, a El Juli, a Manzanares, a Perera, a Rafaelillo.
−Rafaelillo, que fue un niño prodigio, toreaba maravillosamente, vestido de luces, cuando era un niño, con una clase que hoy no muestra, ni cuando le sale un toro bueno, porque se suele quedar con “el chip” de las corridas duras.
−Es que no puede, porque los toros que hoy lidia, no se lo permiten. El año pasado, fui a tentar a Miura dos veces; las vacas tienen fama de terroríficas, igual que sus toros; también maté allí dos toros. El primer día, viniendo de torear novillos de Juan Pedro Domecq, pretendí torearlos bien; pero el segundo día, cambié de mentalidad; tuve que guerrear con ellos; no permitían torearlos bonito. Lo difícil es poder cambiar de mentalidad según lo que salga. Como el maestro Campuzano, que toreaba de las buenas y de las duras y podía triunfar con ambos toros. Me esforzaré al máximo este año, para hacer que tu mano escriba acerca mis triunfos.
EL FUTURO DE ANDRÉS ROCA REY
¿La alternativa, este año o el próximo?
¿Cómo ves tu futuro? El “embudo” se va cerrando; solo van quedando los mejores novilleros.
−Todo se va haciendo más difícil. El maestro Campuzano me dice: “Toreas bien, pero ahora solo queda cortar las orejas todos los días y si por algún motivo, no se cortan, lograr que la gente salga hablando de ti. Hay que imponerse sobre todos los alternantes. O ser uno más, para lo cual, mejor nos quedamos en casa.” Eso lo tengo muy metido en la cabeza y sé adónde quiero llegar. Quiero tener “un antes y un después”; así describo mi continua mejora, a través de sucesivos retos; una vez alcanzada una meta, un escalón, poder dejarlo atrás −al “antes”− y superarme −el “después”−; así, de año en año.
¿Y la alternativa? ¿Con calma o con prisa? Campuzano decía que por su experiencia, él quería que fueses con calma.
−Por mí, lo haría así, pero como novillero no se gana dinero, ni se obtiene el reconocimiento debido. Quiero hacerle al toro lo que le hago al novillo. Sé que puedo, pero quiero que la gente también lo sepa. Que diga: “Increíble, también lo hace con el toro”. Necesito ir pronto a plazas importantes, Madrid y Sevilla, para dar la cara y triunfar allí. Esforzándome; si me tiene que coger un toro, que me coja quieto y toreando, no moviéndome. En la plaza, trato de ser el triunfador; toree con quien toree. Las figuras del toreo son mi espejo, soñando en competir con ellos más adelante. Miro mucho a El Juli, aunque no me parezca a él, a Manzanares y Morante. José Tomás me gusta mucho. Perera, muchísimo.
NOTICIAS DEL MUNDO TAURINO
IMPORTANTE TRIUNFO
Joaquín Galdós triunfó en Aguascalientes
El 1 de marzo, el otro prometedor novillero peruano que viene desarrollando su exitosa segunda temporada en España, triunfó en Aguascalientes, México. Alternó con los aztecas Diego Sánchez y Jorge Salvatierra, ante novillos de Campo Grande. Galdós impresionó a los hidrocálidos y se impuso a los mexicanos. Sus maneras, su forma de torear y su valor, impactaron al público mexicano. Le brindó uno de sus novillos a José Tomás −quien quedó gratamente impresionado por Joaquín−, que estaba en una barrera con el diestro mexicano Arturo Macías y que el 2 de mayo reaparecerá, justamente en Aguascalientes. Galdós, habituado a la embestida más encastada de los novillos españoles, logró amoldarse a la lenta embestida de los saltillos mexicanos; lentos para embestir, pero muy certeros para pegar cornadas. Pinchó a su primero y dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja a su segundo novillo; el único trofeo cortado aquella tarde. Tras esa buena actuación, es muy posible que vuelva a actuar dos o tres veces más este año, en otras importantes plazas mexicanas.
COMPETENCIA EN FRANCIA
Galdós y Roca Rey, juntos en Francia
El 6 de junio, Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós torearán juntos en Boujan, ante novillos –bastante duros y complicados, seguramente− de Pablo Romero. Andrés llegará, después de torear en Sevilla el 4 de junio y Joaquín tendrá que salir a toda prisa de Boujan, para torear al día siguiente en la Maestranza sevillana.
EN LAS AZORES
Joaquín Galdós toreará en Angra do Heroísmo
En las portuguesas Islas Azores, en la mitad del Océano Atlántico, existe una gran afición taurina. Galdós toreará el 19 de mayo en Isla Terceira, en Angra do Heoísmo. Antes, habrá toreado novillos de Pedraza de Yeltes en Garlin, Francia, el 19 de abril. Galdós apunta a completar entre 25 y 30 novilladas con caballos este año. Si todo sigue como se espera, podríamos tener dos toreros de nivel mundial en pocos años.