Andrés Roca Rey en Madrid: por encima de sus toros (con resumen en video)
BRILLANTE ACTUACIÓN, OPACADA POR LOS TOROS
A pesar del ganado ● El peruano no pudo volver a triunfar ● Los toros de Juan Pedro Domecq arruinaron la corrida.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Tras su resonante triunfo –dos orejas y salida en hombros− el viernes pasado en Las Ventas de Madrid, Andrés Roca Rey volvió a torear allí ayer domingo, día de San Isidro, patrón de Madrid, fecha central de la feria. Su valor y pasmosa seguridad le permitieron salir bien parado, a pesar del enojo del público por la poca fuerza y nula emoción de lo lidiado ayer.
TOROS PROBLEMÁTICOS
En esta Feria de San Isidro, el joven peruano, con solo 19 años y menos de ocho meses como matador de toros –lleva dos minutos en esto y parece un maestro consagrado− se ha anunciado en tres corridas. ¡Enorme responsabilidad que va solventado con éxito! Pero quizá haya sido un error haberse dejado anunciar con toros de Núñez del Cuvillo (viernes 13) y de Juan Pedro Domecq (ayer), que tanta resistencia generan en Madrid; es obligarlo a superar primero la animadversión que causan esos hierros en Las Ventas, para luego tener que triunfar.
El viernes 13, por suerte, Andrés lidió −en quinto lugar− un toro del Conde de Mayalde que emocionó al público. Ello le permitió cortar dos orejas. Los de Juan Pedro y Cuvillo valen para otras plazas, pero difícilmente para la primera plaza del mundo.
Los de J. P. Domecq echaron a perder, en general, la corrida de ayer; por su poca transmisión y escasa fuerza, a pesar de sus embestidas humilladas y nobleza. Súmese a eso que el sector exigente de Madrid considera –a priori− que esa ganadería no tiene la raza suficiente para lidiar allí. Por ello, como sucedió el viernes con los de Cuvillo, los madrileños se mostraron ayer muy exigentes con los toreros: Alejandro Talavante, Andrés y Posada de Maravillas, que confirmaba alternativa. La poca fuerza de los de Domecq y la protesta generalizada del público hizo que saltaran al ruedo hasta nueve toros.
LA ACTUACIÓN DE ANDRÉS
Sin embargo, Andrés realizó ayer en Madrid lo más torero de la tarde. A pesar de tener, por momentos, al público en contra, pitando a los juampedros, su arrojo y decisión logró –en algunos instantes− poner al público de pie y que lo ovacionasen con fuerza.
Su primera faena, a un toro de mucha clase y nobleza aunque de poco recorrido, fue un portento; un compendio de buen toreo, gusto y clase. El peruano logró magníficas y muy ligadas series con la derecha, emocionando con su trasteo, a pesar de la poca emoción que aportaba el juampedro. Lamentablemente, alargó en exceso la faena (algo que debería medir mejor) y lo pinchó, enfriando al público.
El quinto no estaba sobrado de fuerza, pero tenía quizá alguna posibilidad de faena. Andrés quitó por chicuelinas y tafalleras y en el último lance, el toro lo golpeó al pasar y lo tiró al piso; rodó sobre sí mismo para evitar la segura cornada; al hacerle el quite su banderillero, el juampedro cayó rodando por la arena y precipitadamente, se le echó para atrás.
El quinto bis, de Juan Pedro, aunque alto, tenía cara de novillo. Fue muy protestado de salida. Andrés hizo entonces algo impensado. Se echó el capote a la espalda, en los medios, y a pesar de la incierta embestida del toro, le dio seis gaoneras, una caleserina y de rodillas −¡a tres metros del astado!− remató con una larga cambiada. La ovación, ensordecedora; el público, de pie. Pocos toreros –si alguno hubiese− han podido o podrán hacer algo similar con un toro incierto que recién salta al ruedo, logrando cambiar el ánimo contrariado del público. Aquel también fue devuelto por flojo y finalmente, tuvo que lidiar uno de José Luis Marca, aplomado y de imposible lucimiento.
Le queda aún la corrida de Alcurrucén, en ocho días, el 24. Esperemos que esos toros, de encaste Núñez, mejor admitidos en Las Ventas, le permitan volver a salir en hombros.
RESUMEN DE LA CORRIDA
Los juampedros se la trajeron abajo
Se lidiaron flojos toros de Juan Pedro Domecq. Se devolvieron el quinto y quinto bis, lidiándose uno de José Luis Marca. El sexto fue del Conde de Mayalde.
Asistió Juan Carlos I, Rey Emérito, que parece ser seguidor de Andrés; le brindó su primer toro y aprovechó para invitarlo a Acho, para los 250 años.
Alejandro Talavante (de morado y oro) mostró destellos y su sapiente madurez, pero sus toros no le permitieron más; pinchó y se silenciaron ambas faenas.
Andrés Roca Rey (de salmón y oro) pinchó sus dos toros; fue aplaudido en el tercero y hubo silencio tras el quinto tris, de J. L. Marca.
A Posada de Maravillas (de azul y oro) le vino grande la tarde y poco pudo mostrar.
RESUMEN EN VIDEO DE LA CORRIDA
https://vimeo.com/166740571
Video: Plaza de Toros de Las Ventas