Acho: mano a mano sin los triunfos esperados (con resumen en video)

TERCERA DE ABONO: INTERESANTE PERO POR DEBAJO DE LO ANHELADO

Dureza con el peruano ● En vez de apoyar y alentar al joven Joaquín Galdós, el público le exigió como si fuera una figura del toreo.

PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI

Ayer en Acho se celebró un mano a mano entre Joaquín Galdós, torero peruano en su primer año de alternativa, y Alberto López Simón, el diestro que más corridas ha toreado en Europa este año. Corrida interesante, pero no el suceso que los aficionados anhelaban. Se pudieron cortar más orejas, pero los aceros lo impidieron.

FOTOS: JUAN PONCE
López Simón con su valor y personalidad encandiló al público limeño y fue muy ovacionado.

El mano a mano, esencialmente una competencia, no tenía mucho fundamento. ¿Es posible que compitan, en condiciones semejantes, dos toreros tan disímiles? Galdós lleva solo cinco meses desde su alternativa; López Simón, casi cinco años y ha toreado, en el 2016, 68 festejos (21 de ellos en plazas de primera), cortando 124 orejas (20 en cosos de primera). Galdós actuó en solo 10 corridas y obtuvo 15 orejas.

Joaquín Galdós instrumentó magnífi cos derechazos, de mano muy baja, al cuarto de la tarde.

La campaña del peruano ha sido notable, a pesar de tener una alternativa tan reciente. Lo de ayer fue, sin duda, un gran esfuerzo para él. En su país, en su plaza y, supuestamente, ante su público. Pero esa afición, que debió apoyarlo, le exigió al más joven, al más inexperto, a su compatriota, mucho más que a su ducho alternante. Fue nula la sensibilidad de un sector de los espectadores. Evidentemente, esa dureza que Galdós tuvo que percibir, lo condicionó.

Galdós sacando al toro a los medios con templados doblones

—López Simón—

El primero, de escasa presencia, embistió con clase, lo que él aprovechó, toreándolo en breves series de solo tres muletazos. Su verticalidad y quietud lograron que no se percibiese la brevedad de las series. El astado se refugió en tablas y el diestro, hábilmente, lo aprovechó en esos terrenos, intercalando derechazos y cambiados, seguidos de un arrimón. Pinchó y falló con el descabello, perdiendo la oreja que el público iba a solicitar, obviando el escaso trapío del astado.

Lópes Simón, enganchado por la corva en el primero, sufrió una voltereta sin consecuencias.

Al tercero, bravo y con transmisión, López Simón le hizo una faena muy completa. Series, esta vez más largas, de derechazos ligados y templados. Naturales, metido entre los pitones, enroscándose al toro a la cintura. Buena faena y, además, dándose importancia el torero, manejando los tiempos y la escena. Por último, un arrimón que encandiló al público. De nuevo, pinchó y perdió las orejas.

Derechazo de López Simón

El quinto llevaba la cara a media altura, pero el inicio de faena, de rodillas, conquistó al público. Los derechazos, poniéndolo todo el torero, fueron notables. Los naturales, no menos buenos. Los circulares invertidos, emocionantes. Estocada, algo delantera, y una oreja.

Desplante de López Simón que encandiló al público

—Joaquín Galdós—

Su faena al segundo fue buena. La aprovechó por el lado derecho, para luego lucirse en naturales, hondos, templados y citando de frente. Si de algo careció su labor, fue de la importancia que el peruano debió darle a lo que hizo; toreo muy campero, descuidando un poco la puesta en escena. El toro se rajó y huyó hacia toriles, dificultando la estocada, desprendida y con travesía, pero de rápido efecto. La petición de oreja fue inusitadamente escasa. Muchos no apreciaron las virtudes de la faena del compatriota.

Galdós, quite por chicuelinas.

El trasteo al cuarto tuvo un inicio accidentado. La música empezó a sonar prematuramente y el público pitó con fuerza, desconcentrando al peruano. ¡Qué exigencia con el torero local! A pesar de ello, Joaquín se sobrepuso y cuajó una faena notable por el lado derecho, con hondos y templados muletazos, de mano muy baja. El toro no era fácil, pero él estuvo por encima del astado. Tras matar de buena estocada, cortó una oreja.

Estocada de Galdós al cuarto toro.

El sexto, el más serio de la corrida, salió con brío y tumbó un burladero. Requería una lidia muy prolija en los dos primeros tercios, pero no se hizo así. Por ello, llegó a la muleta con complicaciones y aplomado. Hubo buenos muletazos aislados y el público, en vez de guardar silencio antes esas dificultades, se metió injustamente con el torero peruano.

EL GANADO DE AYER

Toros de la ganadería española de Zalduendo, origen del actual encaste Parladé Domecq. Desiguales de presencia y juego diverso; ninguno sobresaliente.

1. Dependiente. Número 97, 480 kilos. Negro zaíno. De buenas hechuras, pero de escaso trapío. De no haber sido un toro español, se hubiera protestado ruidosamente; peculiaridades de la extraña afición actual en Acho. Metió bien la cara en el capote. Salió del caballo perdiendo las manos. Muy justo de fuerza. Duró poco en la muleta y terminó rajado y refugiado en tablas. Pitado en el arrastre.

2. Asistente. Número 171, 495 kilos. Negro listón. Bien hecho. Justo de trapío, aunque algo más cuajado que el primero. Metió bien la cara en el capote. Se arrancó con alegría en banderillas y se empleó en la primera parte de la faena de muleta, pero terminó rajado.

3. Ofuscado. Número 28, 480 kilos. Negro zaíno. Bien hecho, pero algo montado. Delantero de cuerna, con un trapío mínimo. Tuvo clase, fijeza y transmisión. Palmas en el arrastre.

4. Varón. Número 158, 515 kilos. Negro zaíno. Más basto que los anteriores y algo montado. Muy justo de cara. Recargó en el caballo. Escarbó, pero finalmente tuvo transmisión en la muleta, aunque también ciertas complicaciones.

5. Red. Número 52, 510 kilos. Colorado ojo de perdiz, bociblanco. Delantero y bien armado. Recto de lomo, pero alto y despegado del piso. Le costó mucho humillar, aunque fue obediente al toque de la muleta. Noble, pero de poca transmisión en la muleta.

6. Visionario. Número 51, 505 kilos. Negro zaíno, hondo y bien hecho. El más serio. Delantero y bien armado. Con poder. Necesitaba una lidia muy prolija. Requería que se le llevase muy templado, pues descomponía la embestida si tocaba la muleta. No fue fácil, pero pudo haber dado juego de haber sido mejor lidiado.

FICHA DE LA CORRIDA

Galdós cortó su primera oreja en
Acho como matador de toros.

Plaza de Acho. 20 de noviembre del 2016. Tercera corrida de la feria del cuarto de milenio de Acho (mano a mano).

Aforo de la plaza: Media plaza.

Ganado. De Zalduendo (España). De presentación desigual y juego diverso; se le pudo cortar la oreja a varios, pero los diestros no estuvieron acertados con los aceros.

Toreros

Alberto López Simón (España). De sangre de toro y oro. Ovación, palmas y oreja.

Joaquín Galdós (Perú). De sangre de toro y oro. Ovación, oreja y silencio.

RESUMEN EN VIDEO

https://youtu.be/IXFjBAc0E3M