Los niños y los toros: ¿mito o realidad? (con el Estudio del Defensor del Menor de Madrid)
Importante aclaración al Comité de Derechos del Niño de la ONU
La realidad contra los supuestos ● ¿La tauromaquia impulsa barras bravas o actitudes violentas? ● La afición es pacífica y tranquila.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Recurrentemente, los antitaurinos pretenden que se prohíba la asistencia de menores de 18 años a los toros. Dicen, sin sustento científico o médico, que un niño se vuelve violento si asiste a una plaza de toros; que se transforma en un ser perturbado y proclive a la violencia. Es, evidentemente, una aseveración antojadiza; Una falacia que busca romper la continuidad de la cadena que forja la herencia cultural entre una generación y la siguiente.
−Un comité de la ONU−
El 5 de marzo, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU emitió una declaración no vinculante (“Observaciones sobre informes periódicos quinto y sexto de España”). En su capítulo III (Principales motivos de preocupación), punto E (Violencia contra niños), acápite 24 (Castigos corporales, malos tratos, explotación, abusos sexuales y prácticas nocivas), dijo lo siguiente: “Para prevenir efectos nocivos para niños del espectáculo de toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia.”
¿Quién conforma el comité? ¿Expertos que hayan asistido a muchas corridas y capaces para afirmar tal cosa?
No; todo lo contrario. Lo preside un austriaco; los vicepresidentes son de Togo, Samoa y Rusia. Hay siete africanos, una noruega, una búlgara, una japonesa, un monegasco y un uruguayo; lo completan un valenciano y un venezolano, que proviniendo de países donde hay toros, no se sabe si conocen del tema.
−Respuesta española−
La Comisión Nacional de Asuntos Taurinos del Ministerio de Cultura de España, en la que participan varios organismos públicos españoles, ha aclarado contundentemente al comité. Leamos.
“La Tauromaquia se ajusta a la definición de Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco (2003): usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades y en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Dice que el patrimonio cultural inmaterial se transmite de generación en generación y es recreado constantemente por las comunidades en función de su entorno, interacción con la naturaleza e historia, con sentimiento de identidad y continuidad, promoviendo el respeto a la diversidad cultural y creatividad humana.”
“La Convención de la ONU de los Derechos del Niño (1989), destaca la importancia de las tradiciones y los valores culturales de cada pueblo para la protección y desarrollo armonioso del niño (preámbulo). Asegura a los menores el derecho a recibir información e ideas de todo tipo (art. 13). Garantiza respeto a la libertad de pensamiento, conciencia y religión (art. 14). Establece el derecho de los padres a guiar al niño en el ejercicio de su derecho conforme a la evolución de sus facultades (art. 14). La Declaración Universal de Derechos Humanos consagra el derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación para sus hijos (art. 26).”
Por último dice la comisión española: “La recomendación del Comité de los Derechos del Niño desconoce la realidad histórica, cultural y jurídica de la tauromaquia en España.”
−En el Perú−
Cuatro millones de peruanos asisten a más de 700 corridas de toros al año, a lo largo y ancho de todo el Perú. Lo hacen en familia: abuelos, padres e hijos. La tauromaquia es una tradición profundamente enraizada en casi todo el país.
Los aficionados taurinos son gente generalmente pacífica y tranquila, habiendo ido −en su gran mayoría− a los toros desde niños. En los toros no hay barras bravas, violencia entre espectadores ni contra los toreros. Al toro lo respetan como a un tótem.
¿A qué violencia se refieren los antitaurinos y el comité de la ONU? No hay ningún fundamento científico que los apoye y es evidente que la realidad los desmiente.
QUÉ DICEN LOS EXPERTOS
Los desmienten
En 1999, Javier Urra, Defensor del Menor de Madrid, doctor Suma Cum Laude en Psicología Clínica; catedrático, pedagogo y terapeuta; autor de varios libros y antes Psicólogo Forense de la Fiscalía Superior de Menores de Madrid, encargó a un grupo de prestigiosos psicólogos un estudio serio al respecto.
El estudio determinó que: “Los niños aprenden de la violencia cercana (escuela, pandillas o maltrato en el hogar) pero no al ver medios de comunicación o espectáculos. No perciben como violencia la lucha de un hombre con un animal en un ambiente festivo, con reglas definidas. No se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, ni hay bases suficientes para sustentar científicamente tal prohibición a los menores”.
A continuación, el referido estudio.