Mortal Sin - Psychology of Death: un viejo y querido conocido sigue en la brega
El metal de calidad ha venido de diferentes rincones del mundo. La isla continente australiana ha dado algunas glorias en diferentes momentos. Hoy las nuevas generaciones alaban a Destroyer 666, notable banda de black/death metal. Pero los que llevamos algo más de tiempo en esta sendero oscuro no olvidamos otros grandes exponentes. En el thrash metal, Hobb’s Angel of Death y Mortal Sin alcanzaron fama merecida; de los primeros sé que están en actividad, pero nada más, los segundos han tratado de seguir con su carrera en este siglo aprovechando el revival thrash de la década pasada y han tenido un resultado aprobatorio, considerando que compiten con 15 veces más bandas que en su época y con muchas más formas de hacerse conocido. Hace dos años anduvieron por Lima y fue muy evocador verlos tocar sus clásicos del Mayhemic Destruction y del Face of Despair (y el pequeño roche en la noche del concierto de Entombed en la que no les dejaron tocar al lado de los suecos).
Este año nos han dado una placa muy buena de puro e intenso thrash, yo diría que hasta más lograda en varios aspectos que sus clásicos.
Las líneas referentes principales del álbum son el thrash ultravitaminizado de mediados de los 80 en la onda de Exodus y Overkill. No muy melódico y poco rockanrolero. Está claramente vinculado con su trabajo clásico, pero no por eso ha dejado de evolucionar. La verdad, yo me he perdido un disco anterior de la banda (El Absence of Light-2007) así que no sé si desde que retornaron han exhibido este nivel, pero ahora han dado de lo mejor que les he oído. Recuerden que en su época (1988) se les voceó como los sucesoros de Slayer. Tal cosa es claro un sinsentido, Slayer no requería de un sucesor (algo parecido se dijo de Sepultura en tiempos del Beneath…) pero es una señal del entusiasmo que suscitaron. Oyendo este Psychology of Terror queda patente que hay bandas como el vino.
Los temas son muy energéticos y thrasheros. La línea rítmica se mueve mucho entre el speed y el thrash clásicos, mientras que los punteos de guitarra se agregan con presición y yo diría hasta con elegancia en los temas. Los temas exhiben, además, los clásicos cambios que tanto les caracterizó en el pasado, siendo entonces una de las bandas de thrash más aplicada a ellos. Escuchandolo encuentro que han tomado elementos del mejor Testament (que andamos extrañando) para conjugarlo con su característica agresividad. El disco abre excelente con el tema homónimo y baja un poco en el segundo tema, que en mi opinión toma demasiadas cosas del metal contemporáneo, pero a partir del tercero la dirección es ascendente con una que otra meseta, nada de baches. Me han gustado en particualr Burned into Your Soul y Deny, en las que la voz se ha mostrado extrema y contundente en la vieja escuela, nada de guturalidades sino solo performance agresiva. Me encanta, sobre todo cuando entra en esas aceleraciones rítmicas llenas de letra que son como fuego graneado heabanger sobre territorio enemigo.
El sonido de la grabación, por otro lado, es un tanto seco y creo que encubre demasiado el trabajo de la batería. Aún así no anda mal. Lo que más aprecio de la producción es el sonido de las guitarras, completamente natural y sin sobreproducciones, algo que a mi juicio, por ejemplo, comprometió el trabajo del último disco de Necronomicon (Deu).
Puntazo para estos australianos que siguen entendiendo y leyendo el thrash con la clave correcta, como hicieron en su época dorada. Si amas el sonido thráshico de siempre pero bien grabado, arrojate en este mar de psicología mortal y comete todos los pecados que quieras, Mortal Sin te ampara.
Alineación:
Andy Eftichiou: Bajo
Mat Maurer: Vocal
Nathan Shea: Guitarra
Luke Cook: Batería
NoiseArt Records: Sello
Video nuevo:
Clásico I am Inmortal que veíamos en Viernes de Metal en 1991:
El mismo tema en 2008: