Bonus Track #5: Ese señor llamado Enrique Guzmán
Hace unos meses, en nuestra sección “Bonus Track”, hablamos sobre los Teen Tops, aquella banda de chamacos mexicanos con quienes prácticamente comenzó el “rock en español”. En aquel grupo sobresalió la figura de un joven que pensaba convertirse en médico o piloto, pero que, de pronto, se vio en medio de una fama que se extendió por América Latina y España. Hoy hablamos del señor Enrique Guzmán.
Iniciamos este repaso sobre la vida de Enrique Guzmán con una canción que es también una paradoja: el suicidio jamás tuvo un tema musical tan alegre (“Me voy yo de aquí, ya no podré vivir, un amor dejó a mi corazón, pero todo ya lo pagará, qué magnífico es dejar este mundo cruel”). El mexicano lanzó Adiós mundo cruel en 1961, año en el que comenzó su carrera solista. Para esta grabación contó con el apoyo de Los Salvajes, una de las importantes bandas mexicanas de aquellos años.
Las imágenes de este primer video corresponden a la exitosa película Fiebre de juventud (Romance en Ecuador), rodada en 1965 en las ciudades ecuatorianas de Guayaquil y Salinas y en la playa Punta Carnero. Se trató de una coproducción entre México y Ecuador, en cuyo elenco de actores ecuatorianos estuvo el propio Julio Jaramillo, el “Ruiseñor de América”.
Si bien todos recordamos este Adiós mundo cruel, lo cierto es que la canción original fue interpretada por el estadounidense James Darren ese año de 1961, bajo el título de Goodbye cruel world (Adiós mundo cruel). El tema estuvo nominado al Grammy y se mantuvo en los primeros puestos del ranking Billboard por seis semanas. Escúchenlo.
Pero no solo hubo una versión en inglés y en español. Un año después, en 1962, apareció en Italia la canción Addio mondo crudele, cuya letra respetó más el sentido original de la canción, que habla de un payaso que sufre una decepción amorosa, la cual termina frustrando su sueño de unirse al circo. Escuchen la versión de Peppino di Capri, el “Rey del Twist” italiano.
Enrique Guzmán no es un payaso, pero tiene un particular sentido del humor. Una vez, al explicar por qué su lugar de nacimiento era Caracas (Venezuela), mencionó: “No fueron casualidades de la vida, sino errores de mi mamá”. Guzmán, cuyos padres eran mexicanos, nació en 1943 en la capital venezolana, donde vivió hasta los 12 años. “Mi madre iba a México a alumbrar a sus hijos, pero conmigo falló la cuenta”.
A propósito de sus padres, estos querían que su hijo fuera médico. De hecho, Guzmán llegó a estudiar medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero tuvo que abandonar la carrera cuando su casa discográfica, la poderosa CBS, lo convenció de que prosiguiera como solista, luego de su etapa con los Teen Tops.
Como recuerda el periodista peruano Alfredo Kato, la CBS puso a disposición de Guzmán la orquesta y coros del estadounidense Chuck Anderson. Y en 1961 apareció su primer LP, que incluyó esta canción que seguramente ustedes recuerdan.
Aquí tenemos a Enrique Guzmán cantando en vivo Cien kilos de barro, uno de sus más celebrados temas y que nos habla de la creación del hombre a manos de Dios (“Con solo barro lo formó, en su creación perfecta, con sus dos manos modeló, le dio la forma correcta”). Sin embargo, uno quizá se pregunte: ¿por qué se menciona “cien kilos” en el título? Más aún, en la canción no hay ninguna mención a ese peso.
Lo cierto es que ello no responde a ningún cálculo matemático, sino a que la canción original en inglés se llama A hundred pounds of clay (Cien libras de barro), la cual llegó al tercer puesto del ranking Billboard en la primavera boreal de 1961… aunque, ciertamente, hay una notable diferencia entre 100 kilos y 100 libras. Esta es la versión original en la voz del estadounidense Gene McDaniels.
Cuando Enrique Guzmán se refiere a esos primeros años como solista, recuerda cómo se sorprendía al ver que tenía fanáticos hasta en Buenos Aires. “Yo era inocentemente joven y no veía los estragos que causaba en la gente. No sabía yo el paso tan importante que estaba dando con mi vida”. Por supuesto, la gran popularidad de Guzmán -como él mismo lo reconoce- se debe también al trabajo de promoción hecho por su disquera, la CBS.
“Lo que la CBS generaba aquí en México se oía en Centro, Sudamérica y España. Era la época en la que los artistas mexicanos éramos muy conocidos en España”, mencionó en una entrevista. En efecto, la fama de Guzmán llegó a la península ibérica. Véanlo aquí.
Aquí vemos a Enrique Guzmán interpretando El rock de la cárcel, ese clásico tema de su etapa con los Teen Tops. El video pertenece a un especial transmitido por Televisión Española en la Nochevieja de 1976.
Así como Guzmán, hubo otros ídolos juveniles mexicanos que traspasaron fronteras, como César Costa, Manolo Muñoz, Julissa y, en especial, Angélica María, conocida como la “Novia de México”, pero cuyo primer novio fue el mismísimo Enrique Guzmán. Ambos fueron un éxito en taquillas. Aquí, precisamente, los tenemos a los dos con el tema Tu cabeza en mi hombro, en imágenes de la película Mi vida es una canción, de 1963.
Como hemos mencionado antes, al ver el potencial de Guzmán, la CBS decidió que el mexicano trabajara con la orquesta de Chuck Anderson, un destacado músico y arreglista estadounidense que había iniciado su carrera -nada menos- en la orquesta de Glenn Miller.
“Chuck era un hombre muy especial”, recordó Enrique Guzmán. “Alguna vez me platicó que tenía unas relaciones con una muchacha, quien solamente oyendo un disco mío accedía a sus proposiciones”. Anderson fue un importante factor en la larga lista de covers que Guzmán supo convertir en éxitos. “Chuck hacía mejores versiones que las de las grabaciones originales”, añadió Guzmán. Y un ejemplo de ello es la siguiente canción.
Las imágenes que vemos acá pertenecen a la exitosa película Canta mi corazón, de 1964, que protagonizara al lado de la recordada actriz argentina Libertad Lamarque, con quien lo vemos bailando la canción Oye niña. En aquel filme, Enrique Guzmán hace el papel de Julio Montalvo, un joven que aspira a ser cantante, aunque su madre (Libertad Lamarque) lo prefiere de médico. Una situación muy parecida a la vida real de Guzmán. Canta mi corazón contó también con la participación de Sara García y Roberto Cañedo.
Sin embargo, la versión original es de dos años antes, 1962, en la voz del estadounidense Chris Montez, un cantante de raíces latinas. La canción se llama Let’s dance (Vamos a bailar). Escúchenla y recuerden lo que eran las fiestas en aquel entonces.
El twist era el ritmo de moda en aquellos primeros años de los 60. Precisamente, en 1961 se editó el LP “Enrique y el Twist”, en donde aparece una de las canciones más movidas y bailadas de Enrique Guzmán, Muñequita, que contó con la colaboración del letrista italiano Gian Carlo Testoni.
Estas imágenes son de Mi vida es una canción, la película de 1963 que protagonizara con Angélica María. Aquí vemos a Enrique Guzmán bailando twist al lado del grupo Los Salvajes, con quienes realizó dos discos LP. Sin embargo, la versión original corresponde a 1962 y fue interpretada por los estadounidenses Joey Dee & The Starliters. Con ustedes, la canción Roly Poly.
Más allá de ser considerado uno de los pioneros del rock en español, Enrique Guzmán tuvo en la música romántica a su gran aliada. “Los temas que canté como solista ya no eran rock and roll. Lo que hice fue lo que se llaman baladas románticas, muchas canciones de otros artistas”, ha dicho. Y, en efecto, déjenme presentarles una balada que se convirtió en todo un hito dentro de su carrera musical.
Esta canción, titulada Dame felicidad, estuvo en el primer lugar de popularidad en España durante 15 meses, como puede verse en un ranking de julio de 1963 de Radio Nacional de España. Todo ello hizo que el país ibérico le entregara un disco de oro, que fue histórico, pues se trato del primer disco de oro otorgado allá a un cantante latino.
“Hasta ese entonces, el disco de oro que entregaba el llamado Ministerio de Información y Turismo de España iba a manos de artistas de habla inglesa, como Paul Anka. Era la primera vez que un extranjero de habla latina lo ganaba. Y vine a España por primera vez en 1964 para recibir el disco de oro”, mencionó Guzmán en una entrevista.
Sin embargo, Dame felicidad fue un muy buen cover de la canción Free me, del estadounidense Johnny Preston, lanzado en 1961, aunque sin el éxito de la versión del mexicano. Escúchenla.
Pero esta canción tuvo más versiones. Ahí está en francés Le ciel peut attendre, a cargo de Sophie, o en italiano, en la voz de Michele, con el título de Ridi.
Como se habrán dado cuenta, hay tanto de qué hablar del señor Enrique Guzmán, cuya influencia en América Latina es indiscutible. Basta recordar, por ejemplo, aquel capítulo de Los Picapiedra, cuya versión latina hace mención a un tal “Piedrique Guzmán”.
Y ahora me despido con otro éxito de Enrique Guzmán en los dos lados del Atlántico. En imágenes de la película Acompáñame, de 1966, aquí está este clásico al lado de la gran Rocío Durcal, la española más mexicana que ha existido… y gracias también por acompañarme en este recorrido musical.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video 1: frank benites / Video 2: pvrocker 56
Video 3: Mauro C / Video 4: enriqueguzmanoficial
Video 5: David L. Rogers / Video 6: MrLazarovfan
Video 7: chelo gonzalez / Video 8: cristina Lorey
Video 9: syrennn / Video 10: EDMUNDO ROSARIO
Video 11: Pueni66 / Video 12: enriqueguzmanoficial
Video 13: santanero73 / Video 14: Iticona
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