Tradición vienesa y fuerza rusa
Orquesta Filarmónica de Viena y legendario Valery Gergiev inician histórica gira sudamericana.
Por Gonzalo Tello desde Bogotá
El fuerte contingente policial en el Teatro Mayor de Bogotá la noche del último sábado anunciaba la llegada del presidente austríaco Heinz Fischer. Su visita oficial a Colombia coincidía con la llegada del elenco cultural emblema de su país, la Orquesta Filarmónica de Viena (WPO). Esta, considerada una de las mejores orquestas del mundo y con la mayor tradición, llega a Sudamérica nada menos que con el ruso Valery Gergiev, uno de los directores mas prolíficos del mundo y artífice del esplendor actual del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el centro cultural con la tradición mas rica del orbe.
La WPO fue fundada en 1842 por Otto Nicolai y aunque es ampliamente reconocida, basa su popularidad hoy en día con los tradicionales Conciertos de Año Nuevo, en que interpretan valses y polkas vienesas en un fastuoso evento transmitido por televisión a mas de 90 países. No existe en el mundo elenco musical de mayor tradición y calibre que esta orquesta.
“Hoy estamos felices de estar en Sudamérica, descubrir y conquistar nuevos países. Lo mas importante es poder descubrir a estos pueblos por la música, y así compartir esa comunión” dice Andreas Großbauer, presidente de la WPO y violinista. Ante la pregunta de cuán demandante es preparar tres programas diferentes y con Valery Gergiev alternando otra gira con la Orquesta del Mariinsky, Helmut Zehetner, miembro estable desde la época de Karajan y Bernstein, me dice: “Fue difícil, son tres programas muy exigentes que incluye un estreno mundial. Tuvimos que manejar al milímetro los tiempos para poder ensayar adecuadamente y llegar a los conciertos con una calidad óptima”.
La WPO tiene una relación especial con nuestro país, apoyando el proyecto social “Sinfonía por el Perú” que dirige Juan Diego Flórez. “(La relación) no es tan intensa como al inicio, pero seguimos apoyando a través de la donación de instrumentos e incluso ofrecimos un concierto benéfico hace algunos meses en Viena. Tenemos otros proyectos en Japón y en pro de los refugiados en Austria, así que tratamos de mantenerlos a pesar de que consumen enormemente nuestros recursos” dice Harald Krumpöck, Director General.
Valery Gergiev, dirige en esta gira en Bogotá y Sao Paulo selecciones de “Parsifal” de Richard Wagner y la poderosa Sinfonía “Manfredo” de Pyotr Illich Tchaikovsky. “Es un gran programa, ambos compositores se complementan muy bien. Tchaikovsky admiraba a Wagner y lo conocía bien. Además visitó el Festival de Bayreuth (dedicado a sus obras). Wagner visitó Rusia y pasó allí al menos tres meses, dirigió en el Mariinsky y fue invitado a ser su director musical, pero volvió a Suiza y allí conoció a Ludwig II de Baviera, quien lo apadrinó en sus últimos años. Hubiera sido mi predecesor” Declara Gergiev en su camerino, minutos antes de salir a escena.
El director ruso llega a Bogotá luego de cumplir una intensa agenda ininterrumpida desde enero, incluso con mas de un programa diario, entre óperas, conciertos y giras paralelas. Modesto y con temple relajado, no se sorprende con esto. “El Mariinsky fue uno de los teatros mas ricos cuando el Zar existía, luego decayó con la Revolución, volvió a crecer y decayó con la Segunda Guerra Mundial…Yo formo parte de su reciente crecimiento, y desde los últimos 27 años, solo me dedico a trabajar y trabajar. Son aproximadamente 150 conciertos y óperas al año, y unos 40 conciertos didácticos para niños”. Incansable, Gergiev no se incomoda con nada salvo un detalle, “la falta de aire puro en los hoteles es lo único que me incomoda”.
La visita de estado de Fischer hace que la orquesta de mas de 100 músicos (incluyendo miembros de la Orquesta de la Ópera de Viena) inicie el concierto con los Himnos Nacionales respectivos. Gergiev luego induce al público del Teatro Mayor a guardar silencio sepulcral antes de iniciar los primeros compases del preludio de “Parsifal”, última obra de Wagner, llamada “Festival escénico sacro”. Este desemboca en el “Encantamiento de Viernes Santo” obra inspirada en la leyenda de Percival y que posteriormente el compositor incluyó dentro del drama. La historia de esta orquesta con la música wagneriana se hizo presente, haciendo rememorar aquellos años en que, dirigidos por Sir Georg Solti, dieron vida a la primera grabación de estudio de la tetralogía “El anillo del nibelungo”, hoy una de las grabaciones mas importantes de la historia.
La elección de interpretar la sinfonía “Manfredo” de Tchaikovsky, poema sinfónico en cuatro movimientos, basado en el personaje de Lord Byron, fue adecuada, pues exhibió al máximo la virtuosidad del elenco. A pesar de que su autor quiso destruir la partitura, aduciendo que era muy larga y pobre musicalmente, esta obra posee una riqueza instrumental que se luce en todo su esplendor, e incluye el uso de órgano.
Para cerrar este histórico programa, la WPO no podía dejar de ofrecer como regalo el clásico repertorio de Johann StrauB Jr. Gergiev, en un estilo particularmente ruso, inició con el “Vals del Emperador”, e inmediatamente después, como cereza al pastel, culminó con la deliciosa polka “Unter, donner un blitz” de “Die Fledermaus”.
(Publicada en Luces de El Comercio el sábado 12 de marzo de 2016).