Simeone y 'el arte del cogoteo'
Recuerdo que la única vez que tuve inconvenientes por algo publicado en redes fue cuando celebré la clasificación de Holanda superando a México en el mundial pasado. Dije que a mí me gustaba ver a los ‘grandes’ superando fases y, claro, no contaba con que la nota iba a ser leída por los mexicanos, quienes poquito faltó para que con maldad infinita me mandaran a quemar la casa como le pasó a los abuelitos de Marimar. En fin, hoy espero que no se repita la historia con los españoles si confieso que lamenté mucho la eliminación del Bayern a manos del Atlético. A mí me gusta el fútbol español, pero el del Barcelona con quien simpatizo, en el peor de los casos, el del Real Madrid. En general me gusta el fútbol y con eso es suficiente para lamentar la ausencia de algunos en las instancias finales y, por consiguiente, la presencia de otros.
Partamos diciendo que Guardiola, última víctima del cuadro ‘acholado’ (¿o ‘achorao’?’) fracasa en Alemania pese a ganar los títulos locales. Eso no lo hace fracasado, como Messi no lo es al no lograr ganar un mundial. Simeone, al mismo tiempo, tampoco me resulta ‘exitoso’ por llegar a dos finales de Champions, obviamente si gana la segunda tendremos que admitir que el fútbol ha muerto y que él es un ‘winner’, como Bilardo, su más claro antecesor, que ganó un mundial, nada menos. De hecho, el ‘Cholo’ dice que Pachamé (uno que pegaba en Estudiantes como si de eso dependiera su supervivencia en la Tierra) “es su papá”. Esa relación debe haber sido más o menos como la de Daniel Larusso y el Maestro Miyagui: Aprender cómo defenderse a punta de pegar patadas. Para Simeone el fútbol es replegarse, mostrar los colmillos, esperar un ‘desmadre’ del rival, anotar un gol y listo. Proteger luego su 1-0 a favor, es más fácil que robar en Lima. Y si se lo volteas, correcto, lo eliminas, pero de que te ‘gomee’ y te recuerde a tu mamá, no te vas a salvar. Ya en la conferencia post-partido, habla del presupuesto bajo y todos esos versos típicos de entrenador de equipo menor.
Ojo que Atlético tiene algunos jugadores virtuosos, no es que sean por naturaleza once ‘carniceros’, Griezmann podría jugar al lado de Messi o Cristiano sin problemas. El otro día, Saul le convierte al Bayern un gol sublime. Pero en ese equipo hasta Oblak pega. El ‘arte’ de Simeone es precisamente lograr que los genios solo aparezcan ‘un toque’, el resto del partido hay que ‘nivelar hacia abajo’, parecer ordinarios, operar ‘en banda’ para ‘cogotear’ al rival. Total, como quien dirige es el ‘Cholo’ para nosotros los sudamericanos, si somos peruanos más, eso entonces es ‘garra’. Admiramos a Messi o Maradona pero suspiramos al mismo tiempo por el ‘soccer-catch’ de Diego, si eso no es ‘bipolaridad’, nada lo es.
Hay quienes piden a Simeone para la selección argentina, y él asiente con la cabeza relamiéndose. Ojalá que si ese desenlace, fatal para ellos, es irreversible, ocurra cuando Messi ya esté retirado y, naturalmente, un día antes del Juicio Final, en la nochecita, si es posible.
Espero que el Real venza en la final al Atlético, obvio. En todo megaevento futbolístico, sobre todo, siempre deseo que el arte doblegue a la estrategia (asumiendo que el negarse a jugar lo sea) es decir, que gane el mejor. Me hubiese encantado sí, que el técnico madridista fuese Klopp y no Zidane para ver un epílogo de ‘alto voltaje’ y así el ‘Cholo’ no tenga que golpear a sus propios asistentes a modo de desfogue. No sé quién saldría campeón, pero la garantía de ver a estos dos agarrándose a patadas y puñetes al final del partido, estaría dada para el éxtasis de una masa que ve ‘fervor’ y ‘rebeldía’ en ello. Harta intensidad, que le dicen.