Puntos en mesa: No siempre son una vergüenza
Se viene en breve otro litigio por puntos en mesa, banquete de esos que hacen las delicias de quienes entienden que los reclamos son ya una tradición popular en nuestro fútbol. Como los perritos que cruzan las canchas, que te quiten tu correa para dejarte entrar al estadio, los uniformes similares entre sí de dos rivales en acción, o que un entrenador deje a un club para dirigir a otro en un mismo campeonato. Vamos, nada es perfecto, el otro día un árbitro le sacó roja a un futbolista y después le dijo: “Espérate un ratito, no te vayas, mejor te saco amarilla nomás”. Cosas como esa última, por cierto, son las que nos ponen en el primer mundo del fútbol, somos la envidia de todo el orbe: Ya todos piensan que aún tercermundistas como somos, igual implementamos el VAR antes que nadie. Claro, lo malo es que también creen que, definitivamente, nos han estafado.
Pero volviendo al tema de los reclamos en mesa, Real Garcilaso, club cusqueño, está ‘en la mira’ de varios, pues tiene dos reclamos en contra por el caso de un futbolista (Neumann) con supuesto contrato vencido que está jugando, algo que está por demostrarse aún. Nada especial al fin y al cabo (total, estamos en Perú), si no fuera por dos detalles: Primero que el club aludido es el puntero al que la mitad de equipos, al acecho, quieren ver caer. Y segundo, que el torneo termina en tres semanas al momento de escribir este post. Es decir, vamos a tener entre fallos y apelaciones, al menos 15 días de un suspenso solo comparable al que hoy existe por saber si Pizarro un día regresará al Alianza. No ha pasado nunca hasta ahora, no sé por qué -un milagro quizá- mas no descarto que esta vez el campeón de un torneo semestral al fin dé la vuelta olímpica alrededor de un escritorio con una resolución como banderola.
Por deudas, no
Ante esta situación de evidente ‘Marca Perú’, considero oportuno decir que, para mí, no todos los reclamos en mesa son aberrantes. Creo si en la abolición de los que se dan porque el rival le debe dinero a sus jugadores, pues entiendo que ese es un acuerdo privado entre dos partes, y si jugadores que no cobran salarios oportunamente salen a la cancha, lo hacen de manera libre y espontánea, no porque los hayan amenazado de muerte. En eso, nadie debe intervenir, o en todo caso, si lo hacen, no se debe afectar un resultado deportivo ajeno a ello. Si hay clubes que no pagan oportunamente, que sean descalificados desde el inicio, o que se espere al siguiente torneo para expectorarlos. Anular los partidos es una burla al espectador, quien paga por ver un encuentro oficial, y quien al leer días después que ese partido, que posiblemente gritó, disfrutó y lloró, no tuvo validez, siente que no tiene sentido volver a pagar por un ‘show’, que es como si nunca hubiese ocurrido. Y si se mantiene la’ quita de puntos’ por deudas, al menos que le devuelvan a los ocasionales incautos que asistieron lo que pagaron. Mínimo, para que no se sientan como ‘claeistas’..
Pero hay matices. Sí estoy de acuerdo con la resta de puntos por mala inscripción de un jugador o un error en la alineación (cuatro extranjeros cuando por bases solo se permiten tres en cancha, por ejemplo). Y creo allí sí en la validez de la pérdida de puntos, porque esa medida es universal, ocurre en todos lados desde los torneos ADECORE hasta copas internacionales (¿vieron el caso del añejo seleccionado francés Maloudá hace unos días jugando por Guyana en Copa de Oro? En mesa los eliminaron). Porque si no se castigara aquello con perder el partido en oficinas, entonces se podrían alinear jugadores expulsados en la fecha anterior o poner cinco extranjeros en vez de tres, o acá no poner los juveniles que obliga la Bolsa de Minutos para cumplir la cuota. Allí sí existe una relación entre la falta y el marcador final. Ganar porque el rival no cobra, no cumple esa ecuación: infracción-resultado.
Por ello, tengo una opinión definida sobre los reclamos contra Garcilaso, siempre que se compruebe debidamente la falta. Si Neumann jugó con contrato vencido, se debe sancionar así ello signifique un ‘papelón’, más. Confieso que es más sencillo decirlo porque hay muchos posibles beneficiados con ello, y no uno o dos, porque entonces parecería que este post está enfocado a alinearse con algún color de camiseta en particular. Así como hay que saber redactar bases de un campeonato, también a otros les compete saber leerlas. Desconozco si este es el caso, pero si, como dicen, los peruanos tenemos problemas para pasar la Prueba Pisa, no en vano se asegura que el fútbol es un reflejo de la realidad. Sobre todo para nosotros, obviamente.