Periodismo para el aprendizaje
“Yo me curo cuando actúo”, me dijo el actor Eduardo Cesti cuando lo entrevisté hace algunos meses (ver enlace). Un embajador me demostró que se puede amar la vida y la belleza en la oscuridad de la ceguera. Un maestro del Teatro, como Reynaldo D’Amore, me dio una lección de pasión por la actividad que sustentó todos sus quehaceres poco antes de morir. Cada entrevistado es y será un libro abierto.
El más reciente entrevistado (hace dos días y por tanto aún inédito) sufrió el desgarramiento de una pérdida infinita y desoladora, además de tortuosos tratos. Una entrevista conmovedora para un periodista que va acumulando aprendizaje y siguiendo el modelo de sus colegas experimentados. Cada conversación (como en la vida común) es una lectura ávida y apasionada de la realidad, siempre más rica aunque menos vasta que la ficción de las novelas.
No hay mejor lectura que aquella que sorbe de la experiencia de vida de los otros, de su fortaleza y victoria en medio de la opresión, de sus dramas personales, sus tragedias y de aquel desgarramiento de fibras que nos ubica en los claroscuros de la existencia.
Desde luego, también figuran aquellos que hacen de su vida un ejemplo a seguir, desde la misión de salvar vidas en una Unidad de Cuidados Intensivos a la invención de tecnologías médicas para salvar vidas. Profesores que nos ilustran de sus métodos. Escritores, por cierto, que son como libros que me remiten a otros libros: Fernando Iwasaki, Carlos Calderón Fajardo…. Sería largo citar más nombres y los hay memorables.
Moisés Lemlij y Saúl Peña calaron en una de mis pasiones secretas (y ya no tan secretas), el Psicoanálisis. Entendí algunos temas que me eran ambiguos y me acercaron a Freud, de quien denosté por deporte en mis años primeros.
Sin duda, de entre todas las entrevistas, la más reciente es la que más me marcó, la que inyectó mis ojos, la que me confirmó que la maldad pura existe tanto como el heroísmo y el coraje de la víctima, cuyo admirable tesón por vivir explica que me pudiera contar lo que ahora ya sé. Cuando se edite les comparto el link de El Comercio impreso y les comento un poco más.