Amistades o amores esenciales
A lo largo de un recorrido de experiencias y lecturas se puede sostener que el amor o la amistad tradicional es solo una de las vertientes, que hay otras muchas formas de expresar vínculos que son muy especiales.
Hay amores que mueren como una flor, que morirán mañana. Los hay de los que maduran hasta convertirse en una amistad esencial (que la unión debería fortalecer sin retrocesos) y los hay de los que bregan por durar, pero las flores requieren de riego y cuidado…y de poesía.
¿Y de la amistad qué? Asumo que uno de los pecados peores es discriminar, alejar, excluir. Sin embargo, hay categorías y categorías.
Numeremos:
1. Hay amigos que lo son por un vínculo de almas. Son amistades fundamentales que trascienden. Entre personas del mismo género o entre un hombre y una mujer puede existir esa relación. Cuando es entre el hombre y la mujer, nada excluye que sea una relación casta que se sostiene en la confianza, el secreto, la ternura, la química, el ideal, por más que nunca medie un beso….siquiera eso y siquiera más ¿Realmente hay alguien que no crea en la amistad profunda, pura, casta y trascendente entre un hombre y una mujer?
2. Hay amigos cotidianos que no lo saben todo de nosotros y que acompañan nuestras risas y confidencias como nuestros juegos y batallas. No son los fundamentales sino los circunstanciales. Tienen el rostro del primer numeral, pareciera surtir de su entraña el vínculo esencial, pero son solo el pálido reflejo de un nudo imperecedero aunque importante. Estas amistades son las más habituales, las que siempre te tocan, poco importa su antigüedad y cuan fuerte sea la lealtad y el cariño que haya de por medio.
3. Hay amigos accidentales, que el destino los lleva a coincidir. Y se sostienen en la confianza o la función común. Un numeral puede convertirse en otro numeral dependiendo de la confluencia espiritual.
4. Hay amigos que lo son por el azar y son numerosos. No reina la confianza honda ni la confidencia sino la prudente distancia, aunque el signo sea el sincero aprecio.
5. Hay amigos que están por la utilidad que les puedes reportar. Te abruman cuando los puedes servir, pero se alejan discretamente cuando pierdes valor. Son las amistades valorativas, son económicas, políticas, cortesanas, irreales, ficticias. Pueden generar la ilusión de lo grande y adquirir el engañoso matiz de una amistad esencial, pero termina en un devastador y justo olvido.
6. Hay amigos que mal te quieren. Están cerca y muy lejos a la vez. Esconden la daga y tienen cara de intriga. Ajustan su venganzan y mueren al pie de una escalinata donde un día tu cadáver vieron pasar.
7. Y los hay que son un número, un contacto, un rostro sobre el fulgor de una foto ¿El facebook? Nada obsta para que del casillero 7 pasen al 6 o al 2 o al 1, especialmente cuando “están allí” y te persuaden en la hondura de tu dolor que a fin de cuentas (y por su presencia tangible y leal) la amistad es una forma de amor
¿Crees que la amistad es una forma de amor? Si te dieran a elegir solo una persona en un desierto en el numeral 1 o miles de amigos circunstanciales ¿Qué opción elegirías?
Y recuerda la frase de Emerson si es que quieres acceder al numeral 1: “Un amigo es aquel con el cual puedes pensar en voz alta”