Por una crema grande y poderosa
¿Ruidíaz al Udinese? ¿Revoredo y Galliquio a México? ¿Fernández a Chile? Así como los jugadores evalúan sus posibilidades futuras, el club debería empezar a hacer lo mismo. ¿De qué vale tener un equipo guerrero si la institución sigue siendo endeble? ¿No es momento, acaso, de empezar a sentar las bases para convertir a Universitario en un club grande y poderoso? ¿Hasta cuándo se podrá seguir resistiendo tanta inestabilidad?
Tres perlitas:
1. Se dice que habrá elecciones el sábado 29, sin embargo nadie tiene claro quién o quiénes postularán a la presidencia; las deudas siguen acumulándose -el plantel está impago al igual que los obreros y administrativos- y el caso Lan-Star Perú aún no se ha resuelto.
¿Hasta cuándo podrán seguir aguantando estos problemas Reynoso y sus muchachos?
2. Todos pedimos refuerzos y hace poco la agremiación denunció que el club le pagó con un cheque de una cuenta cerrada.
¿Esta imagen ‘perromuertera’ no influirá en algún momento en la estabilidad del plantel?
3. Fito Espinoza no viaja con la delegación a Sao Paulo porque la dirigencia no se da cuenta que los mexicanos necesitan visa para ingresar a Brasil
¿Qué creen que habrán pensado sus compañeros y el cuerpo técnico tras este grosero error? ¿Les tendrán algún tipo de respeto?
Todo hincha pide que su jugador se entregue al máximo por su camiseta, que deje sudor y sangre cada vez que le toque pisar el rectángulo verde. En este aspecto, los cremas no tenemos razón para quejarnos. La pasada Libertadores confirmó que la garra crema está incólume. El último sábado, ante Melgar, no se jugó bien, pero no hubo un solo merengue que no se entregara, que no luchara contra sus limitaciones para sacar el partido adelante. Alva, el delantero más insultado de los últimos diez años, marcó dos goles oportunísimos que, de paso, sirvieron para taparle la boca al desubicado bocafloja que funge de guardián del arco de los arequipeños.
Lamentablemente, solemos olvidar que los futbolistas son seres humanos y, por lo tanto, sensibles a situaciones que afectarían en su desempeño a cualquier persona de a pie. ¿O cómo se sentirían ustedes si no les pagaran en su trabajo? ¿Qué pensarían si no supieran si su jefe va a continuar en su puesto? ¿Qué harían si les dicen que el nuevo gerente ya tiene sus sustitutos en mente y en cualquier momento los despedirá?
La ‘U’ tiene argumentos para pelear por el bicampeonato y una base sólida para afrontar con mayores expectativas la Copa del 2011. Sin embargo, para que el éxito sea redondo y sostenido en el tiempo, es fundamental solidificar las bases de la institución y tener dirigentes confiables. Si el campeón no se hace fuerte, sus logros deportivos serán chispazos, pálidos destellos cada vez más espaciados por la ausencia de un proyecto serio que los sustente.
No sé quiénes postularán a la presidencia del club; es más, no tengo la certeza de que habrán elecciones. Lo único que tengo claro es que si queremos una crema campeona, que no aspire solamente a superar un par de etapas de una Libertadores, necesitamos un club fuerte y serio, que procure la eficiencia, tenga respeto por su palabra y defienda con uñas y dientes su buena imagen.
Necesitamos una ‘U’ poderosa. Ese debería ser nuestro gran objetivo.