Esto no se ha terminado aún

Los errores se pagan caro, más en una final. La ‘U’ los tuvo y cayó con justicia en el Cusco, a pesar del enorme esfuerzo que significó levantar un 0-2 en contra en los casi 4.000 metros de Espinar. El camino al título ha quedado cuesta arriba, a pedir de boca de Garcilaso, pero no todo está perdido. Existen suficientes argumentos para remontar esta carrera empinada y pedregosa. Esto, señores, no se ha terminado aún.Se equivocan quienes piensan en Huancayo y creen que el partido de este domingo será solo un trámite. Hasta el momento, el plan de ‘Petróleo’ se cumple a la perfección. Eligió jugar en casa primero para asegurar la posibilidad de un tercer partido y tirarle la presión a la crema que, reconozcámoslo, durante el año ha tenido muchos problemas para ganar en el Monumental.
No creo, como García aseguró días atrás, que jugará con algunos suplentes en Lima. Vendrá con toda su gente a hacer lo suyo, es decir, amarrar el partido y esperar un descuido. Tiene gente experimentada en esos menesteres. Además, no lo olvidemos, el equipo de Comizzo no ha podido ganarle en todo el año.
¿Qué debe hacer la ‘U’? En primer lugar, afrontar este partido con tranquilidad, lo que no significa dejar de tirar toda la carne en el asador. En Espinar se cometieron errores infantiles en los tres goles, especialmente en los dos primeros, tanto individuales como colectivos. En el tercero, a la falta de agresividad en la marca y el fatal resbalón de Romero, se sumaron los típicos problemas que sufren los equipos visitantes en la altura: cansancio y falta de reacción. Garcilaso marcó en momentos clave del partido: al inicio (lo que obliga al rival a cambiar de planes), al final del primer tiempo (su efecto desmoralizador es casi letal) y en los minutos finales del segundo (cuando el músculo flaquea y los reflejos fallan).
Además, tanto Miguel Torres como Alexi Gómez, quienes sobre el papel debían ayudar a sus marcadores para que los celestes no abrieran la cancha, fallaron clamorosamente, en particular el segundo. Los centros en altura suelen ser difíciles de controlar para los defensas visitantes porque se pierde ‘timing’ en el salto y la pelota alcanza otra velocidad. La ‘U’ sufrió demasiado con la pelota por alto. Aquí se empezó a perder el partido.
Si bien afrontar este encuentro con desesperación sería terrible, es hora de tomar algunos riesgos. Se impone al menos un cambio en la alineación: Romero por Toñito. El primero tiene marca, ubicación y presencia. No se complica demasiado, a diferencia de Gonzales quien traslada demasiado la pelota, lo que perjudica la salida del equipo y lo hace víctima de muchas faltas. Sería fantástico que Comizzo actúe con pragmatismo y se la juegue por su tocayo, aunque lo veo difícil. Creo que va a preferir ir por lo seguro y apostará por la experiencia de Antonio.
La otra alternativa es el ingreso de Guastavino al once titular. Aquí he repetido incansablemente que el uruguayo rinde mejor en el complemento, cuando el rival está cansado o se cierra en demasía. En tales circunstancias, su presencia suele cambiarle la cara al equipo, como sucedió en Espinar. Sin embargo, este domingo solo hay una alternativa: ganar. Y en base a ello, urge enfrentar el compromiso con las mejores armas disponibles. Regalar el primer tiempo –como suele ser costumbre de la ‘U’ en el Monumental- sería suicida.¿A quien sustituiría Guastavino? Podría ir por uno de los delanteros (Miguel Torres) o un volante (Rainer).

Ellos son favoritos
Solo después de ganar el partido de este domingo, hay que pensar en el encuentro del siguiente miércoles. Antes, no.
¿Garcilaso es favorito? Por supuesto. En el peor de los casos, cerraría su participación en Huancayo, sobre una altura que lo favorece y frente a un equipo que, se presume, llegará con las energías casi consumidas tras el enorme esfuerzo en Espinar y el partido del domingo.
Sin embargo, los cusqueños no tienen algo que a la ‘U’ le sobra: historia. Y esta a veces sale a relucir en estos momentos decisivos.
Tampoco tienen, por supuesto, garra, esa que tantos triunfos nos ha regalado cuando parecía todo perdido.
Y, no lo olvidemos, pese a sus limitaciones conocidas, esta crema tiene fútbol, suficiente para marcar diferencias.

Esto no ha terminado aún. Que Petróleo y sus muchachos lo tengan muy claro.

Espero sus comentarios, un abrazo para todos.

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