¿Perdonamos a Alexi?
Una goleada puede servir para maquillar la realidad. Ocurrió el domingo, en el 3-0 sobre UTC.
No quiere decir esto que el triunfo de Universitario se discuta. A partir del gol de Alloco, aprovechó los gruesos errores de la visita en defensa (los zagueros se pararon en línea… ¡en la mitad de la cancha!) y con dos pelotazos rápidos definieron el encuentro. ¿La ‘U’ tiene culpa de que los cajamarquinos defiendan como novatos? Por supuesto que no. Mérito del campeón en aprovechar esta deficiencia, y punto. No hay más.
El triunfo, entonces, hay que tomarlo con calma, más aun con los rivales de este sábado (Melgar) y el de la fecha siguiente (Alianza). Ambos, con las flaquezas propias del medio criollo, están haciendo un buen Clausura, sobre todo los arequipeños, acaso el equipo que mejor maneja –y protege- la pelota, marca característica de los planteles dirigidos por el ‘Cabezón’ Reynoso.
Los íntimos han ganado moral porque si bien no llenan los ojos, tienen un fútbol práctico y directo. Cueva le ha cambiado la cara a su ataque –es una pena que no se haya incorporado a la ‘U’- por su rapidez y habilidad con la pelota en movimiento. Además, más allá de las chanzas generadas por sus dos autogoles, Guevgeozián es un delantero temible en el juego aéreo, una de las principales carencias de la defensa merengue.
¿Se puede ganar ambos partidos? Sí, más aun si se concreta la vuelta de Flores y se refuerzan los candados en la zaga, que sigue siendo una puerta abierta por alto y por bajo. ¿Problemas? La crema necesita espacios para jugar y tanto Melgar como Alianza marcan –y rascan- al límite de la asfixia. Por eso es importante Flores, por su toque rápido y gambeta corta. Sin él, las opciones se reducen a lo que buenamente pueda hacer Rainer –insisto en la necesidad de hacerle un monumento por todo lo que entrega fecha a fecha- y los extremos, que ante la ausencia de Canchita podrían ser otra vez Miguel Ángel y Alexi.
¿Y qué hacemos con Alexi, lo perdonamos?
Para ponernos a tono con el ambiente electoral, una golondrina no hace verano. Con espacios –y a veces sin ellos- resultó imparable por la banda izquierda. Estuvo ganoso, bullidor y, lo más importante, menos atolondrado que de costumbre. ¿Basta para borrar los horrores que nos entregó en sus últimas actuaciones? De ninguna manera. Hay que verlo frente a un equipo más ordenado atrás y con una marca rigurosa. Su puesto, en todo caso, no parece ser ni marcador ni volante por izquierda, sino extremo. Si anda bien de la cabeza, y mantiene a raya la soberbia, puede ser una variante más en el ataque, sobre todo cuando toque jugar de contra.
Pero por ahora, le falta mucho para ganarse el puesto. Y más aun, si quiere recuperar la confianza de la hinchada.
Espero sus comentarios, un abrazo para todos