Ahora solo faltan 10... 9/10
Ha sido un largo pero entretenido camino. Todo tiene un final: sin contar esta, queda una entrega de la lista de los mejores programas de televisión. Solo quedan diez cupos para diez programas… ¿Cuáles crees que son los escogidos? ¿Cuáles no estarán pero deberían estar? ¿Habrá alguna sorpresa en los primeros lugares? Como siempre, gracias por tus comentarios.20. Monty Python’s Flying Circus (1969-1974)
Terry Jones y Michael Palin son egresados de Oxford; Eric Idle, John Cleese y Graham Chapman, de Cambridge. Terry Gilliam era el norteamericano que completaba el grupo de hiper educados insubordinados que se dedicó a alterar para siempre la televisión mundial. Juntos escribían, actuaban y dirigían secuencias en las que llevaron al límite las normas formales y de contenido de la comedia al punto de que buena parte de la televisión británica y norteamericana, incluidas las primeras etapas de Saturday Night Live, se consideran “pitonescas” (traducción libre de “pythonesque” palabra inglesa que denomina desde Monty Python al humor absurdo). En un intento por lograr la risa a partir de la búsqueda de un estilo que se rehusaba a ser catalogado, tuvieron algunas consignas claras desde un comienzo: humor políticamente incorrecto, secuencias sin punchline, animación cómica en medio de un programa de sketchs y fuertes cargas de crítica social. Considerados intelectuales -de hecho citan con frecuencia a filósofos y literatos-, se inspiraron en la serie “Q5″ de Spike Milligan que desafortunadamente no se encuentra en ninguna parte. Algunas genialidades: un grupo de peluqueros escalando el Everest y abriendo una peluquería en el camino utilizando su último balón de oxígeno para dar poder a sus secadoras, el concurso de declamación de Proust en el cual se decide dar el premio “a la mujer con los senos más grandes” y la invención de la palabra “spam”. Algunos dicen que son a la comedia lo que los Beatles a la música.
19. The X Files (1993-2002)
“La verdad esta ahí” rezaba uno de los eslógans que popularizó la serie que el genial Chris Carter puso en marcha para la Fox, sin saber que daría forma al imaginario audiovisual de la mayor parte de la década de los 90 con su particular mezcla de espiritualidad, conspiraciones gubernamentales y marcianos poco simpáticos. Aquí dos agentes del FBI juegan al bueno y al malo, o más bien al creyente y al no creyente en medio de casos bien narrados basados en fenómenos paranormales. Carter se inspiró en varias series que vio en su infancia en televisión: la relación entre Mulder y Scully provendría de la de los personajes de Los Vengadores John Steed y Emma Peel; La dimensión desconocida y Galería nocturna aportaron los temas de algunos capítulos y Kolchak puso la médula espinal (alguien que busca la verdad en torno a un caso que resulta siempre sobrenatural). ¿El mejor episodio? Difícil escoger, pero uno de mis favoritos es el escrito por Stephen King.
18. Viaje a las Estrellas (1966-1969)
Gene Roddenberry era un visionario al que los directivos hicieron caso en uno de esos singulares momentos de lucidez y locura. A la mitad de la segunda temporada los ratings empezaron a caer y decidieron cancelarla. Los fanáticos de la tele bombardearon a la NBC con cartas pidiendo su reposición así que sobrevivió por una tercera temporada. El estátus de serie de culto lo ganaría en los setenta con las repeticiones.
A pesar de su corta vida, Viaje a las Estrellas catapultó a la fama Leonard Nimoy y William Shatner, generó una nueva tribu urbana conformada por “trekkies” y dio pie a cinco franquicias televisivas y diez películas (la onceava está cerca). Cuando Gene Roddenberry falleció a los 70 años, una cápsula con sus cenizas fue puesta en órbita alrededor de la Tierra.
17. South Park (1997-…)
Nunca los chicos de colegio fueron tan vulgares o en todo caso nadie se atrevió a representarlos así en televisión. Si Los Simpson se meten con todos menos la familia, South Park no tiene ningún tipo de miramiento. Son especialistas en ridiculizar temas contemporáneos de la cultura de masas. Algunas perlas: en el capítulo “It hits the fan”, la palabra “shit” (“mierda”) se menciona sin censura en 162 ocasiones y un contador se ocupa de documentar el acontecimiento; en “With apologies to Jesse Jackson dicen nigger 42 veces; y en “Trapped in the closet” se tumban a la cientología (lo cual ocasión críticas reacciones de los hollywoodense miembros del credo). Mientras se ocupaban de tanto desbarajuste, mataron a Kenny.
16. Los Soprano (1999-2007)
Un éxito de público que llevó la televisión a un nuevo nivel de exigencia y que cosechó, en el camino, los halagos y admiración de algunos de los medios más importantes de Norteamérica: según Vanity Fair, es “posiblemente la obra maestra más grande de la cultura de masas”, según TV Guide es el quinto mejor programa de televisión de la historia, Newsweek alega que fue “de lejos el mejor programa de televisión” y el New York Times la considera dentro de lo mejor de la cultura popular del último cuarto de siglo. Veintiún Emmys y cinco Globos de Oro fueron algunos de los premios que se le concedieron. Tanto reconocimiento sirvió para que pudieran experimentar aún más al final de la serie, considerado desde ya, un acontecimiento histórico en la pantalla chica.
15. Sex & the City (1998-2004)
La vida de cuatro mujeres solteras e histéricas en los treintaitantos en una serie que tenía tanto de realidad como de aspiración. La primera temporada se basó en un libro de Candace Bushnell que compilaba su columna para el diario “New York Observer”. Dicha columna estaba inspirada en sus andanzas y las de sus mejores amigas, que resultaron arquetipos de la femineidad contemporánea. La serie ganó popularidad gracias a la franqueza con la que “las chicas” trataban el tema del sexo. También le cayeron algunas críticas: demasiado hueca, demasiado superficial, demasiado complaciente. Es que por más que le guste mucho, nadie puede hablar solo de sexo durante seis años.
14. Twin Peaks (1990-1991)
Antes de que no entendieras nada con Lost, hubo quienes no entendieron nada en Twin Peaks. Sin embargo todo el mundo siguió la serie en Norteamérica y quienes vimos las retransmisiones en el resto del mundo nos quedamos igualmente enganchados. Su influencia es amplia y variada: desde Carnivàle hasta Desperate Housewives tienen deudas con esta serie que se ha convertido en un culto. Creada por David Lynch y Mark Frost, fue una de las primeras series en hacer ver a los ejecutivos que la televisión no era un género menor, que se podía subir el estándar de calidad hasta equipararse o superar al del cine y que el cine-arte (aunque sea por televisión y en serie) podía atraer grandes públicos. Muy recomendable.
13. El show de Benny Hill (1955-1989)
Benny Hill fue una figura polémica. Considerado un gran comediante pícaro y paródico que supo incorporar con tino técnicas de mimo y mucho humor visual, tendía demasiado hacia el sexismo, algo que no escapó al ojo de sus detractores a pesar de que él mostraba los hechos de la polémica en cámara rápida. Quienes tomaban las decisiones decidieron que Charlie Chaplin, un entusiasta seguidor de Benny Hill, estaba equivocado, así que cancelaron el show alegando múltiples razones. La que más me ha llamado la atención es la que refiere que no podían producir a Benny Hill y a Mr.Bean a la vez. Por supuesto, Mr. Bean no está en este listado.
12. Los locos Addams (1964-1966)
Inspirada en una tira cómica del dibujante Charles Addams publicada en la revista The New Yorker en 1930, representa el reverso de la familia nuclear norteaméricana, sólo que con rasgos de sofisticación europea gótica y perversa. Como los Munsters, los Addams parecen no percatarse de que el resto los encuentra aterradores a pesar de la enorme estatura de Largo, de la mortuoria apariencia de Morticia, y de que Dedos es solo unos dedos que salen de una caja. Aristócratas y encantadores, a pesar de que la gente “normal” que se les acerca normalmente quiere aprovecharse de ellos, los Addams -”la clase es lo último que se pierde”- mantienen una mirada quizá demasiado tolerante. ¿Mi personaje favorito? El tío Cosa… ¡quién más!
11. Miami Vice (1984-1989)
¿A quién se le ocurre que un policía puede manejar un Ferrari como parte de su trabajo? Anthony Yerkovich, uno de los creadores de esta serie, declaró en una entrevista que la idea le vino a la cabeza cuando leyó en la revista Time que se acababa de aprobar una ley que permitía a las fuerzas del orden utilizar material confiscado en procesos de investigación. Así un auto que había sido de un mega narco llegó a manos de los usualmente humildes policías. Hay quienes dicen que Miami Vice es la respuesta de la televisión “normal” a MTV y que de hecho toma de este canal el estilo de edición, la banda sonora y una dirección de arte que se preocupó por contrastar el glamour de los tonos pasteles y las luces de neón (entonces el neón todavía podía ser glamoroso) con la oscuridad de las viejas calles de paredes desconchadas de South Beach, una zona que para la época estaba venida a menos y era guarida de casi cualquier cosa que esté prohibida por la ley. Contó con la participación de Michael Mann y Gianni Versace, quien a través del programa popularizó el uso de camiseta con saco que hoy vemos hasta en la sopa. Si bien el elenco estaba buscando dejar la tele para actuar en el cine -cómo han cambiado las cosas, ¿verdad?- se dejó de transmitir porque los directivos tomaron pésimas decisiones a la hora de manejar el éxito del show.
(…la lista completa en la próxima entrega)
*Estimados lectores: Desde enero del 2009, el blog “Tv en serie” lo desarrolla Romina Massa. Este post escrito por el anterior blogger, Javier Masías, seguirá en línea pero sin opción de dejar comentarios.