"Supercampeones", una historia sobre fútbol
De pequeños le aguantábamos todo a “Supercampeones”. Las eternas corridas de un arco a otro, los disparos y las atajadas imposibles, el sacrificio de los jugadores pese a las lesiones… Todos queríamos ser Oliver o Tom, aunque solo hayamos llegado a ser Bruce.
“Supercampeones” es, sin duda, la serie de televisión sobre fútbol más emblemática de todos los tiempos. Solo los japoneses lo podían hacer (los gringos tienen su fútbol americano un peldaño más arriba que el soccer) y lograron marcar a toda una generación con la historia del capitán Tsubasa (Oliver Atom para nosotros).
Supieron hacer que el público, sobre todo el infantil, se identificara con la historia de este equipo de ‘don nadies’ que era el Niupi hasta que llega Oliver. El niño con habilidades extraordinarias con el balón que decide jugar y fajarse por los chicos menos hábiles. Pero no todo queda ahí, pues estos personajes evolucionan: Oliver juega el campeonato mundial infantil en Europa y llega a estar en el Sao Paulo y más tarde en el Barcelona, mientras que Steve Hyuga juega en la Juventus. Casi todos finalmente integran la selección de Japón.
Más allá de hacer este repaso rápido por la historia de “Supercampeones” (los súper entendidos en este buen anime sabrán perdonar eso) quiero destacar una cuestión importante con esta serie japonesa: su capacidad para trascender. Tal vez si vemos la serie hoy nos parezca lenta, qué sé yo, pero no podemos negar que tenemos las jugadas clavadas en nuestra mente, tanto más hoy que tenemos la oportunidad de ver el Mundial Brasil 2014.
“Supercampeones” es, al fin y al cabo, la reivindicación de los más débiles y todo lo que tienen que vencer antes de alcanzar la gloria. Eso, con el gran valor agregado que le da ser una historia totalmente futbolera, son los ingredientes perfectos para una buena serie.
Aquí algunos de los mejores momentos de la serie. ¿Cuáles agregarían ustedes? (Den click a los enlaces para ver los videos)
La mistad entre Tom y Oliver marcó nuestras vidas y su despedida para irse con su padre (vivía mudándose de ciudad en ciudad) fue uno de los momentos más tristes de la serie.
LA FINAL CONTRA EL FRANCO CANADIENSE
La rivalidad entre Oliver y Steve tuvo su primer enfrentamiento en este partido, la final de lo que vendría a ser el torneo de primaria.
El esfuerzo del equipo del Furano, quienes se esforzaban entrenando en la serie, hizo de este partido especial. Bastante competitivo.
LA FINAL CONTRA EL COLEGIO SUPERIOR
La segunda batalla entre Oliver y Steve, esta vez en secundaria. Aquí las cosas terminaron un poco más equilibradas, 5 a 5.
Uno de los momentos más emotivos de la serie, cuando Andy, el capitán del equipo del colegio Alemán, decide jugar el partido a pesar de su problema en el corazón.