Un día inolvidable rodeada de elefantes

Uno de esos días que no olvidarás jamás.

El norte de Tailandia prometía mucho contacto con la naturaleza, y entre todo eso, poder visitar e interactuar con elefantes también estaban entre las actividades que tenía en mente.

No solo es el hecho de deslumbrarte al estar tan cerca de uno de ellos; es conocer su historia, de donde fueron rescatados, alimentarlos con cuidado colocando sandías en su trompa, riéndote con ellos pero con cuidado para que no te den un golpe, sin querer, con su gran tamaño. Bañarlos con baldes de agua en el río y ya siendo parte de esta gran ducha cuando empiezas a jugar con tus compañeros de grupo, y mal que bien, con tanto calor, esos cubazos de agua no caen nada mal.
Es entender como Elephant Nature Park fue el mejor santuario de elefantes al cual pude ir.

Mi intención era hacer voluntariado y quedarme a dormir allá unos días, pero no había cupo hasta Enero 2015. Entonces decidí tomar la visita de un solo día. Igual tuve que tomar una reserva para 10 días después porque las visitas estaban realmente copadas. Tampoco era de los centros más baratos, pero el hecho de saber que en este sitio realmente los cuidan, y los tratan como debe ser, es lo que hacía que no hubiese duda de mi decisión.

Vas a encontrar mucha oferta de paseos con elefantes. Hasta algunos te dicen que puedes montarlos, verlos jugar fútbol o pintar. ¿Y cómo crees que han aprendido a hacer esto? Obviamente a golpes.

En Elephant Nature Park nos mostraron algunos videos, para que realmente veamos como estas “agencias de tours” trataban a los paquidermos. Imágenes desgarradoras.

Estos animales, a pesar de su gran tamaño, no deben tener personas a cuestas, por lo que mi gran recomendación es que si no quieres colaborar con el maltrato animal, no los contrates y vayas a uno que realmente los trate como merecen.
Como ven, la experiencia es única, y yo, se las recomiendo al máximo.

Te recomiendo que si eliges ir a Elephant Nature Park, reserves con tiempo pues solo estar muy copado. En la mañanita, te recogen de tu hotel, te llevan al centro, te explican un poco de su historia, empiezas alimentando a los animales, luego entras al espacio donde los elefantes están y vas conociéndolos uno a uno. Posteriormente, pasas a un almuerzo buffet, que también está incluido en la entrada, y por cierto, estaba riquísimo.

Después de esto pasas a ver el documental que les comenté y en la tarde la parte divertida, ¡la hora del baño! Después, hay unos snacks, sigue la caminata y ya cuando andamos un poco cansados, de vuelta a nuestros hoteles. No olvides llevar bloqueador, repelente, gorro para el sol, una muda para después del baño y mucha energía para pasarlo increíble.