Seis destinos que disfruté con mi madre
Me puse a pensar en el Día de la Madre y en los viajes (creo que nunca dejó de pensar en viajes), y me di cuenta que mi mamá ha sido una gran compañera de aventura en muchos lugares de este planeta, así que quería compartir, como homenaje a ella, una pequeña lista de destinos que conocimos juntas.
1) Máncora, Perú
Sí, una puede soñar con dar la vuelta al mundo, pero no hay mejor sitio para empezar que el propio país de cada uno.
Máncora es uno de nuestros destinos predilectos, ya que ella nació en Talara, una ciudad cercana a la playa, así que por lo menos, una vez al año vamos para allá. Sin duda, ricos días de relajo y deliciosa comida marina. Yo le tengo un poco de respeto al mar (por no decir que soy media maricona), pero creo que mi mamá fue un delfín en su otra vida, porque desde que llega a la playa, no hay quien la saque del mar.
Aparte, es una aficionada a la lectura. Cada vez que íbamos se llevaba por lo menos 3 libros, y los 3 se los terminaba.
Si tanto a ti como a tu mamá les encanta la playa, quédense en un hotelito en Las Pocitas, disfrutan de “no hacer nada”, y serán muuuuy felices.
2) Pamplona, España
La última vez que estuvimos por la Madre Patria fue cuando me fue a visitar mientras yo estudiaba mi maestría en Pamplona. Mi mamá se quedó enamorada de esta ciudad. Es limpísima y ordenadísima. Está rodeada de puro verde, y el clima es un poco frío, pero ese frío que es rico… ¿Y lo que más le gusto? El vino. Es espectacular y encima, barato. Yo creo que este último motivo fue el que más le encantó, ¡y hasta pensó en quedarse a vivir por allá!
Pamplona es un súper destino para adultos, así que si tienes una mamá vinera como la mía, proponle darse una vueltita por la capital de Navarra.
En el Casco Viejo de Pamplona, en un homenaje a la corrida de San Fermín.
Así de colorido es el otoño en Pamplona.
Atardecer desde el campus de la Universidad de Navarra.
3) Río de Janeiro, Brasil
Tuvimos la oportunidad de vivir casi un año en Rio de Janeiro, y aunque yo tendría unos 6 años, cuando veo fotos me dan saudades… e que é uma cidade incrível!
Lo bueno de Brasil es que es un país al que puedes ir en diferentes planes. Yo tal vez he ido ya como 5 veces. Con mi ex enamorado a pasar Año Nuevo a Florianópolis, con compañeros de trabajo al gigantesco Sao Paulo, con amigas a disfrutar de la vida en Búzios y playas cercanas, y con la familia en Río de Janeiro. Sin duda, a tu mamá le encantará disfrutar de paseos por la playa con caipirinhas y una buena feijoada.
Pão de Açúcar, Rio de Janeiro.
Playa de Ipanema, Rio de Janeiro.
4) Isla Margarita, Venezuela.
¿Alguna vez les conté que fui tan suertuda que me gané en el cine un paquete doble todo incluido para un viaje a Isla Margarita, en Venezuela con estadía en un resort de lujo? Bueno, así como lo leen. Cuando me llamaron para comunicármelo, no podía creerlo y luego lo procesé como 5 minutos después de colgar. Recuerdo que recién había empezado con mi enamorado de ese entonces, y eso que tienes sentimientos encontrados de con quien ir. Luego pensé que mejor le decía a mi mamá para que sea mi partner de viaje, y ¡así fue!
Entre las anécdotas que más recuerdo es que desde las 10 de la mañana, ya empezábamos con las piñas coladas frente al mar (hay que aprovechar el all inclusive), pero una de las noches yo moría de sueño y mi mamá me dice: “¿Qué? No vamos a salir… No seas aburrida”.
¿En qué planeta la mamá lleva arrastrando a la hija a Mr. Frogs para juerguear juntas?
5) Estambúl y Capadocia, Turquía
Entre el 2010 y el 2011, yo estaba haciendo mi maestría en España, y aprovechando que mi mamá quería ir a visitarme, decidimos pasar Año Nuevo juntas. ¿Lugar elegido? Turquía.
Si quieren mantener entretenida a una madre, no duden en dejarla un par de horas en el Gran Bazar de Estambul, la mía se volvió loca de tantas cosas que quería comprar y se volvió experta regateando con los turcos. Después de celebrar Año Nuevo en la plaza principal de Estambul nos fuimos a Capadocia, donde sufrimos por el frío que hacía, y terminamos durmiendo abrazaditas en la misma cama. ¡Nunca nos olvidaremos de esa helada noche!
Dromedario turco coqueteando.
Congeladas en Capadocia.
6) Kuala Lumpur y Lang Tengah Island, Malasia
Si eres un lector recurrente del blog, sabrás que mi queridísima madre estuvo visitándome a inicios de Abril en Malasia. Después de medio año que nos reencontrábamos y fue lindísimo poder disfrutar aunque sea 10 días.
Conocimos Kuala Lumpur juntas, la hice caminar horas y horas para poder conocer al máximo, y luego, nos fuimos a disfrutar de una deliciosa playa paradisiaca en el lado este de la Península de Malasia.
Ya está de vuelta por Lima (y yo dejé las “vacaciones familiares” y regresé a la vida mochilera), pero habrá que planear en qué parte del mundo nos volveremos a encontrar el próximo año.
Camino a las Batu Caves, en el Komuter, Kuala Lumpur.
National Mosque of Malaysia.