"Cinco minutos respirando profundo pueden cambiar tu día"
Pranayama es el control de la respiración a fin de poner en movimiento ciertas fuerzas que establecen poco a poco un perfecto equilibrio en los chakras.
En lenguaje más simple: es la práctica de distintos métodos de respiración, como por ejemplo: inhalar, sostener el aire y luego exhalar, para así activarnos desde dentro hacia afuera. Es una rama muy importante del yoga y la idea es ir practicando de a pocos: empezar con un par de minutos e ir subiendo.
El tema es amplio y complejo y pienso escribir más sobre él. Pero ya que Lilli Caporello, instructora de yoga que dará el otro viernes un taller de Pranayama en el Perú Yoga Festival, está en Lima, pues pensé: qué mejor que ella nos de algunos tips para comenzar.
Lilli practica yoga desde el 2008, y su interés por el pranayama fue casi de inmediato. “Entré a practicar por motivos de salud, pero pronto llegó todo lo demás: el amor por el cuerpo y las ganas de estar siempre sobre el mat”, me comentó. “Y bueno, poco a poco fui descubriendo la magia del prana, y su increíble fuerza”.
Libros de yoga aseguran que pranayama debe de ser practicado después de un tiempo como estudiantes de la parte física del yoga. Lilli está de acuerdo, pero asegura que hay pequeñas cosas que podemos hacer para calmar la mente.
“Hay que empezar despacio y mejor si es con alguien que nos guíe, pero si estás sentado en tu oficina, puedes cerrar los ojos y alargar la exhalación. Sentarte cinco minutos e inhalar y exhalar de manera consiente te puede cambiar el día.
Aún quedan entradas para su taller de mañana temprano. Separa tu cupo aquí.
Namasté